Capítulo 17: ¿depresión o alegría?

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Sé que todavía es temprano, pero pienso en llevarla al cine, quiero pasar más tiempo con ella, aunque en realidad solo sea una excusa para pasar por la joyería a comprar los anillos de boda que he apartado antes, pagando la mitad para asegurarme.

Jesús: aiko, despierta, hoy empieza una función que se ve genial y quiero que vayamos juntos

Aiko: eh, de verdad? Bien, me alegra que quieras ir, deja me preparo está bien

Jesús: descuida, tomate tu tiempo.

......

En el cine, estábamos esperando a comprar los boletos, al parecer una pareja de la tercera edad estaba pagando con monedas, esto para mí era algo estresante, más que todo por que seguían cuatro personas antes que nosotros, pero a aiko no le molesto en lo absoluto, al contrario, observo a la pareja muy contenta, creo que era porque nos ve así dentro de varios años.

Tomaba fuertemente de mi mano mientras se recarga en mi hombro.

....

Jesús: por fin, ya era hora de que siguiéramos

Aiko: cálmate amor, no te exaltes... mira, si nos apresuramos llegaremos a tiempo después de los anuncios

Jesús: si, supongo que tienes razón en eso

la película era ficticia, tratándose de una especie de alíen totalmente de color negro y con apariencia algo rara, para aiko esto le encanta, ya que es fanática de la fantasía.

Al acabar de verla, le invito a aiko un helado que curiosamente quedaba cerca de la joyería, esta era mi oportunidad de comprar los anillos, no podía hacerlo por mi cuenta, siempre me acompaña a todos lados y para mi es prácticamente imposible en que esto sea sorpresa, por lo que le digo que vaya pidiendo los helados, le miento diciendo que iría al baño público, pero en realidad iba a comprar los anillos.

...

Fue todo un éxito, el trato fue directo, fui el primero en que atendieron, ahora que los tengo, es solo cuestión de tiempo en ahorrar dinero para la boda, igual me iba a casar por ambos, por el civil y por la iglesia, pero a aiko sueña con ponerse un vestido de boda y pararse en frente de mí.

Felizmente guardo los anillos en mis bolsillos y me dirijo de vuelta a la heladería, pero justamente en cuanto llegue, encuentro a aiko llorando en una mesa mientras se come su helado.

¿Qué habrá pasado?, generalmente aiko no es fácil de que la hagan llorar, solo llora cuando la ofenden.

Jesús: aiko, estas bien, que te paso

Aiko: Jesús, paso algo terrible

Jesús: dímelo, quien te hiso llorar, dímelo y ahora mismo voy a matarlo

Aiko: no, no es eso, es que acabo de recibir una llamada de mi abuelo, resulta que mi padre está muy enfermo y no cuenta con el dinero para el medicamento, no le queda mucho tiempo de vida por lo que me contaron

Jesús; ¿tu padre?, jamás me has contado sobre tus padres

Aiko: es porque hace años que no lo veo, y no pensé que sería necesario, el me hecho de la casa cuando yo cumplí 19, y desde entonces no los he vuelto a ver

Jesús: ¿y tu madre? ¿Dónde estaba?

Por unos instantes baja su mirada,

Aiko:... mi madre falleció cuando yo nací, mi madre falleció por el dolor del parto

Me quede atónico por esa información, es la primera vez que veo a aiko tan seria y triste a la vez, jamás me ha contado sobre su familia, y veo ahora por qué.

Jesús: wow, realmente lo ciento micho

Aiko: d-descuida, eso fue hace mucho tiempo, ni siquiera la recuerdo bien, solo la he visto en fotos, pero de todas maneras, tengo que ir a verlo

Jesús: estas segura de eso aiko?

Aiko: ... es mi padre, y quiero pasar sus últimos momentos

Supongo que no habrá boda por ahora, aiko necesitara tiempo para procesar todo esto, obviamente me pide que le acompañe hasta su antigua casa, no le podía negar esa petición, aunque nervioso estaba por ver a mi suegro por primera vez, esto no era motivo para no acompañarla.

Aiko: me alegra que me acompañes, mañana por la mañana iremos a casa de mi padre para despedirme de el

Jesús: entiendo, pero quiero que sepas que aun que se vaya tu padre, yo siempre estaré a tu lado para apoyarte, mimarte, y todo eso pues

Aiko: m-muchas gracias

Luego de eso, volvimos a nuestro hogar, fui a proponerle matrimonio pero termino en un futuro velorio, vaya, esto no era lo que pensaba pero supongo que es normal cuando estas a punto de comprometerte.

En todo el día aiko tenía una expresión de tristeza, intente hacer de todo para mejorar ese ánimo, le prepare su platillo favorito, le puse un maratón de su seré favorita, hice todo los deberes del hogar, le di masaje, pero aun después de todo esto, no ha cambiado su expresión, esto si que le inquieta mucho a aiko, mas de lo que esperaba.

En la noche, antes de irnos a dormir, le vuelvo a preparar su platillo favorito, pero fue en vano, apenas y toco la comida.

En todo este tiempo, se mantuvo en silencio, incluso en la hora de la comida.

Esto era incomodo, aiko y yo solos en la mesa, con su platillo favorito, pero ella mantiene esa expresión.

Jesús: aiko, sé que esto puede ser duro para ti, por eso estoy haciendo un esfuerzo para animarte

Aiko: lo sé, y te lo agradezco, pero no me siento bien... creo que iré a dormirme

Jesús: pero apenas y tocaste tu comida

Aiko: no tengo apetito hoy, lo siento

Se levanta de la mesa, agradece la comida y se retira al cuarto sin decir ni una sola palabra, preocupado limpio todo antes de ir con ella.

Al terminar, apago las luces y me dirijo al cuarto, pero antes de entrar, la veo llorando en nuestra cama, abrazando fuertemente su almohada.

Intento darle ánimos como la última vez, pero esta vez no fue tan fácil.

Jesús: si quieres que no te moleste, solo dilo

Aiko: no es eso... es solo que... no se, nunca me imaginé esto

Jesús: te entiendo, hace unos días vi a mi familia a punto de morir, tal vez pueda ayudarle a tu padre

Aiko: n-no lo creo, tiene una enfermedad terminal, y no ha tomado su medicamento, esta vez si será la ultima vez que lo vea.

Luego de decir eso, vuelve a llorar acurrucándose en la almohada.

Sin decir ni una sola palabra le quito los zapatos y calcetines a aiko, la cobijo y me acuesto con ella abrazándola.

Jesús: todo saldrá bien amo

Aiko: no... no saldrá bien

Jesús:... lo siento,

Aiko: no... descuida, esto tenía que pasar, pero no quería que pasara tan pronto, quería que antes de eso pudiera ver a nuestro hijo

Jesús: ¿hijo?

Aiko: lo siento, no te lo he mencionado, lo he echado todo a perder

Salto de la cama de sorpresa, muy asombrado por lo que he escuchado, quería que fuera sorpresa

Jesús: aiko, acaso tu...

Aiko: s-sí, estoy embarazada

la locura del amorWhere stories live. Discover now