la locura del amor

Capítulo 21: secuestro

Finalmente pude llevarla hasta la cama, ya lo demás me dio flojera en acomodar la cama, simplemente le quite la ropa a aiko dejándola en ropa interior, como hacia frio opte en ponerle una playera y una cobija, mientras que yo solo opte por una playera y un short cómodo.

Al día siguiente, al levantarme me percato de que aiko no se encontraba en la cama.

Antes de levantarme, aiko entra de golpe al cuarto con una charola llena de comida apetecible, vaya sorpresa me di.

Aiko: <3 buenos días <3 hoy amanecí de maravilla, y decidí en traerte el desayuno a la cama.

Jesús: y ahora que te pasa?, normalmente siempre andas de perezosa en la cama esperando a que yo prepare el desayuno

Aiko: que malo eres, hasta me tome la molestia de dibujar un corazón en tus huevos revueltos

Jesús: sabes que bromeo, jamás lo diría en serio

Aiko: está bien... bueno, disfruta de tu desayuno, y de postre podemos comer el pastel de boda que sobro ayer

Jesús: no comerás tú?

Aiko: no, ya desayune hace rato, mejor tu come en lo que yo limpio la casa

Al terminar de comer, decido en ayudarle a limpiar para acabar pronto, afortunadamente uno de los regalos de la boda era una aspiradora, esto nos facilitaría más en limpiar.

Hoy fue un buen día, por fin veo a aiko como mi esposa y no como mi novia, espero un bebe mío con ansias, varias cosas vendrán, cosas positivas y que le darán un sentido a mi vida.

......

Han pasado cuatro meses desde nuestra boda, aiko y yo nos la hemos pasado de maravilla, sin contar el momento triste que paso aiko al presenciar el último capítulo de DBS.

Nuestra rutina cambio desde aquel día, ahora yo soy el que trabaja para mantener a la familia, aunque aiko me ha insistido en ayudarme y que se encuentra en buena forma, que no lo niego, pero de todas maneras termine ganando esa discusión.

Ahora aiko se dedica a los labores del hogar, a enviarme comida al consultorio y debes en cuando hace ejercicios sencillos que no afectan su embarazo.

En mis días de descanso, a veces vamos al cine, otras veces al parque o también optamos por estar en casa viendo películas desde la cama.

En este caso, hoy es sábado, ósea que es mi día de descanso, esta vez tenía ganas de ir al cine a ver la nueva película de acción que sacaron, pero aiko no se sentía del todo bien, por lo que decido en mejor quedarnos en casa por hoy, para la próxima semana iríamos a verla.

Aiko: amor, lamento que no podamos ir al cine por mi culpa.

Jesús: no tienes por qué disculparte, primero está tu salud que una película

Aiko: pues sí, pero sé que tenías muchas ganas de ir... sabes que, qué te parece si hoy vemos películas con chocolates.

Jesús: suena bien, solo tengo que ir a comprar los chocolates

Aiko: tu relájate, yo iré

Jesús: pero no has dicho que te sentías mal?

Aiko: si, pero creo que puedo ir a comprarlos, no esta tan lejos la dulcería

Con algo de preocupación, le respondo a aiko que solo tenga cuidado al ir, ya que no me agrada la idea de que ande sola por la calle, pero si insistía en que yo fuera, tal vez se sentiría inútil.