Capítulo 10

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-¿Lauren?- Camila parpadeo al ver el sofá vacío-. ¡Lauren!

Se asomo a la cocina, pero tampoco estaba allí. Ni en el baño del primer piso.
Salio del baño y volvió a la sala de estar.

-¡Lauren!- grito-. ¡Maldita sea!, ¿Donde estas?

Las muletas estaban apoyada al lado del sofá, pero tampoco las había usado para subir los escalones hasta la casa, así que probablemente habia aprovechado su ausencia para subir arriba.

-Idiota- murmuró Camila.

Podía haberse caído. Camila subió las escaleras de 2 en 2 hasta el dormitorio de Lauren, donde había ido antes de buscar su ropa.
Entro en la estancia y encendió la luz. Se alegraba de que Lauren hubiera tenido el buen sentido de meterse en la cama, pero la irritaba que hubiera esperado a que ella se fuera para hacerlo.

-¡Maldita sea, Lauren! No puedes hacer esas cosas. Tienes que...

Pero la cama estaba vacía.
Tampoco estaba en la habitación contigua. Camila empezó a preocuparse. ¿Era posible que se hubiera sentido mal y hubiera pedido una ambulancia?

-¡Lauren!- bajo las escaleras y se asomo un momento a la habitación donde había dormido ella por si solo había conseguido llegar hasta allí. También estaba vacía.
Quizá había intentado levantarse, se había caído y yacía en alguna parte comatoso.

-¡Lauren!- grito de nuevo cuando llego a la sala de estar.

-¡Por el amor de Dios, deja de gritar- la voz de Lauren llegaba desde el despacho situado al lado del jardín trasero.

Camila apretó los dientes y bajo las escaleras.
Lauren estaba sentada en su silla de trabajo mirando la pantalla del ordenador y leyendo un correo electrónico. Gunnar, que evidentemente la habia encontrado enseguida, alzo la vista desde su posición a los pies de su ama y movió la cola.
Lauren ni siquiera la miro.
Camila la miro con furia. Se acerco y miro la pantalla por encima del hombro de ella.

-¿Esta ventana es la única que tienes abierta?

-Si.

-¿Esta guardado?

-Por supuesto.

-Bien- Camila dio la vuelta a la mesa y desenchufo el ordenador. La pantalla se puso negra al instante.

-¿Que demonios...?- Lauren se volvió a mirarla-. ¿por qué has hecho eso?

-Yo diría que es evidente. Te estoy salvando de ti misma.

-Podías haberme dicho que apagara el ordenador.

-Ah, y eso habria funcionado, ¿verdad? Me parece que no.

Mientras hablaba, Camila desconecto el cable del ordenador, miro a su alrededor en busca de algún lugar donde guardarlo, abrió el cajón superior de un archivo, metió el cable, cerro el cajón con llave y se la guardo en el bolsillo.

Lauren la miro atonita.

-¿Estas loca? Necesito trabajar. Por eso he venido a casa.

-No estas en condiciones de trabajar.

-¿Quien lo dice?

-Yo. Y Sam. Me has contratado para que cuide de ti y eso es lo que hago.

-En ese caso, estas despedida.

-Intenta echarme de aquí- la reto Camila-. No puedes. Y yo no me voy He dado mi palabra y yo la cumplo.

-¿De verdad- pregunto Lauren.

Camila supo que hablaba de algo diferente. Trago saliva y se cruzo de brazos. Su mirada vaciló un segundo, pero luego se hizo mas firme. Independientemente de lo que Lauren pensara, ella siempre cumplía su palabra. Alzo la barbilla y la miro.

Dudas del pasado (Camren g!p )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora