Capítulo 20

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Camila se dijo que aquello no duraría.

Si Lauren se mostraba amable por el momento.
Contestaba las interminables preguntas de Lily con mucha paciencia, se dejaba toquetear y abrazar y toleraba bastante bien a la niña. De hecho, más que tolerar, parecía disfrutar con ella.
Pero eso era el primer día. Las primeras horas. Y de un fin de semana.

No duraría.

Lauren era una mujer ocupada, una física se sentía mucho mas en casa en el laboratorio que jugando con niños. Se cansaría de la conversación de Lily y querrá volver a su importante trabajo. Desde luego, trabajaba muchas horas cuando vivía con ellas y Camila estaba segura de que seguía trabajando muchas horas todavía.
Y aunque había estado a su lado ayudando los primeros meses de vida de Lily, no lo había hecho porque quisiera.

Lo había hecho porque se sentía obligada.

(Obligada). Camila se repitió la palabra mentalmente y miro por la ventana el jardín de atrás, donde Lauren enseñaba a Lily a lanzar pelotas a Gunnar.  Se había sentido obligada.

Pero ya no había necesidad de que se sintiera así. No les debía nada. Nunca les había debido nada.
Tenia que procurar que Lauren recordara eso y así, cuando perdiera la paciencia tendría que asegurarse de que Lily no sufriera en el proceso.

-Es mucho mas niñera de lo que imaginaba-comento Natalie, a su lado. Se llevo una taza de café a la boca y sorbio de ella.

-Es la novedad.

Natalie enarco las cejas.

-¿Tu crees?

-Por supuesto.

-A mi me parece que se entienden bien.

-Si, pero es todo muy nuevo. Ella solo lleva unas horas aquí.

Natalie se encogió de hombros.

-Quizá tengas razón.

-La tengo.

Natalie la miró.

-Pero tú no llevas solo unas horas.

-¿Que quieres decir?

-Tengo ojos. Y no me parece que Lauren sea sólo un trabajo. Te he visto trabajar y lo sé.

Camila se encogió de hombros.

-Tenemos una historia pasada, pero es eso, pasada.

Natalie rió.

-Si, claro, por eso la miras cuando no se da cuenta.

-Tuvo un accidente- contesto Camila a la defensiva-. Tengo que asegurarme de que este bien y de que Lily no le hace daño sin darse cuenta.

-Claro que sí-  Natalie desecho aquella excusa moviendo una mano en el aire-.  Y por eso te mira ella a ti igual. Con deseo. Y eso no es pasado- miro a su prima-. ¿No te gustaría que saliera bien?

Camila se encogió de hombros.

-No soy una soñadoras- dijo-. Soy realista. Nos casamos por los motivos equivocados y puede que Lauren me desee, pero eso no significa que me quiera. Para ella el sexo es fácil.

Para Camila no. Ella no podía separar los sentimientos del acto. Por eso no se había acostado con nadie desde... desde aquella única noche con Lauren 4 años atrás.

Natalie la miró sorprendida.

-Lo que deverdad me gustaría- siguío Camila con firmeza- es que no fuera tan encantadora, porque no quiero que Lily sufra cuando nos vayamos.

Natalie abrió todavía mas los ojos, pero no dijo nada.

Y bien mirado, ¿Que podía hacer ante un estallido así? Camila suspiro. ¿Por qué había dicho eso? ¿Por qué hablaba como si le importara?
¿Por qué le importaba?
Darse cuenta de qué le importaba fue como si le hubieran dado un golpe en el esternón, la dejo sin aliento.
¿Le gustaría que saliera bien?
Palabras inocentes que había creído podían hacerse realidad 4 años atrás.

Y cuando no había  sido así, Camila había vuelto la espalda. Había tenido que volver la espalda. Había tenido que hacer una vida para su hija y para ella; había tenido que negarse a esperar.
Y ahora la esperanza se movía de nuevo en su interior.
Y hacia que se cuestionar su cordura. No podía ser que contemplará de nuevo en serio la posibilidad de vivir con Lauren.

¿O sí?

No. No podía.

Pero...

Pero se encontró mirando de nuevo el jardín donde Lauren y Lily reían juntos. Era una sonrisa pura y franca entre dos personas que estaban en sintonía una con la otra.

Madre e hija.

No.

Lily era hija de Ari.

Pero Lauren era la única madre/ padre que había conocido. Era ella por quien preguntaba cuando hablaba de su papi. Era su foto la que tenía en la cómoda junto con la de su madre. Era Lauren a la que había reconocido instintivamente en el aeropuerto, la misma que no la había soltado desde que llegara.

Y Lauren parecía sentir lo mismo.

Aquello no tenia sentido.

¿Y porque, sabiendo como sabia las razones por las que Lauren se había casado con ella, por que era tan tonta como para desear otra cosa?

Seguramente Natalie tenía razón y Lauren la deseaba todavía. Ella también. ¿pero y qué?  Ella quería más.  Quería amor. Querer y ser querida.
No ser un deber. No ser (Uno de los líos de Ari) que Lauren se sentía obligada a arreglar. Las palabras que había oído pronunciar el día del bautizo de Lily, el día en el que el mundo se había derrumbado a su alrededor.

Lauren no se lo había dicho a ella. Pero en el bautizo, cuando había ido a buscarla para las fotos de familia, lo que le había oído decirle a su padre lo había cambiado todo.

Ellos discutían y alzaban la voz. Michael solía gritar, pero era la primera vez que Camila oía alzar la voz a Lauren. Recordaba todavía las palabras exactas de aquella conversación como si las llevara gravada en el cerebro.

Había oído primero la voz de Lauren. Insistía en que no quería hacer algo, algo que Michael insistía también gritando que tenia que hacer.
Ella estaba a punto de llamar a la puerta cuando Lauren dijo:

-......

Dudas del pasado (Camren g!p )Where stories live. Discover now