Capítulo 17

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Se casaron dos semanas después. La ceremonia tuvo lugar en el juzgado. Obviamente, no fue una gran boda. Hubo una pequeña recepción en casa de los padres de Lauren; principalmente familiares y principalmente de Lauren.
De la familia de Camila solo pudo ir Laura, la madre de Natalie. A Camila no le importo. Estaba encantada de que la familia de Lauren se convirtiera en la suya. Cuando pronuncio sus votos, los dijo de verdad. Y cuando miro el rostro serio de Lauren y pensó en pasar toda su vida con ella, no le pareció un error, le pareció un acierto.

Casi como un sueño hecho realidad.

Por supuesto, no lo era. Pero Camila podía intentar que lo fuera. La haría feliz, seria la esposa perfecta, y luego quizá... Una chica tenia derecho a soñar, ¿No?
Después de la boda, Lauren se mudo a su apartamento porque estaba cerca del trabajo de ella. Nunca dijo a que distancia estaba del suyo, pero eso no parecía preocuparle. Lauren nunca decía mucho de su trabajo. Y cuando ella preguntaba, las respuestas eran vagas.
Capto la indirecta y no la presiono, ni siquiera cuando el padre menciono en una fiesta el trabajo que le habían ofrecido en la universidad de Uppsala, en Suecia.
Lauren no se lo había dicho, pero a Camila no le importaba adonde fueran. Y siempre había querido conocer Suecia.
Si hablaban de muchas otras cosas... De béisbol, arte, astronomía, comida, música, cine, libros... Y el bebé.
Porque, para sorpresa de Camila, a Lauren parecía importarle el bebé tanto como a ella. Le hacia muchas preguntas, leía libros sobre el embarazo y la crianza y volvía a hacer tantas preguntas que Camila acabo por sugerirle que la acompañara a las citas del ginecólogo.
Asistió también a las últimas clases de preparación al parto, donde la ayudaba con los ejercicios y practicaba la respiración de Camila. Incluso le daba masajes en la espalda cuando le dolía y en los pies cuando pasaba mucho tiempo sin sentarse.
Y cuando al fin llego el parto, Lauren estaba allí a su lado, tomándole la mano; y cuando la enfermera le puso a Lily en los brazos, en su cara había una expresión que hizo creer a Camila que quería a Lily tanto como a ella, que todo iría bien.

¿Demasiado bonito para ser verdad?

Quizá sí.

Pero no al principio. Al principio todo fue maravilloso, o todo lo maravilloso que podía ser Lily llorando a menudo por gases. Camila desesperaba de poder  lidiar con aquello alguna vez y Lauren, aunque trabajaba muchas horas, estaba allí cuando la necesitaba, haciéndola reír y ofreciendole su apoyo.
Una noche estaba agotada, no le quedaba leche y Lily no deseaba comer de todos modos. Camila no podía más.

-Dejamela a mi- le pidió Lauren-. Tú duerme un rato.

Camila no quería ser una molestia  para Lauren, no quería complicarle la vida, pero echarse a llorar, que era la otra alternativa, no arreglaría nada. Le entrego a Lily.
Lauren la apretó contra su pecho desnudo, inclino la cabeza y beso la de la niña.

-Vamos Lily. Nos vamos a dar un paseo.

Oh, pero...- protesto Camila.

-Solo por el apartamento- le aseguro Lauren-. No estoy vestida para salir- llevaba solo el pantalón de pijama y un top.

Camila sabia que no se iría a ninguna parte, pero se sentía impotente y a punto de llorar. Lily seguía aullando.

-Vete a dormir- le dijo Lauren-. Ella estará bien. Le daré un biberón si es preciso.

-Pero...

-Tú te has sacado la leche. Yo se calentar un biberón. Duérmete, vamos.

Saco a Lily de la habitación y Camila las vio salir sintiéndose como una fracasada.  Sabia que no podría dormir.
Oyó alejarse los aullidos de Lily y se hundió en las almohadas sintiéndose desgraciada. Se pudo de lado y hundió la cara en la almohada de Lauren para respirar profundamente su olor. Y contra todo pronostico, se quedo dormida.
Cuando despertó, había silencio. Lauren no estaba en la habitación y Lily tampoco estaba en la cuna. Una mirada al reloj le indicó que había dormido 2 horas.
Aparto la ropa de la cama y fue a buscarlas.
No habían ido lejos. Las encontró en la sala de estar. Lauren estaba tumbada en el sofá, con el pelo revuelto y los labios entreabiertos y Lily yacía sobre su pecho y con los brazos de Lauren a su alrededor.
Las dos dormían.

Camila se quedo un rato mirandolas,  admirada y enamorada de las dos.
No habían empezado como la mayoría de las familias, pero eso no implicaba que no pudieran tener un final feliz. Después de todo, Camila la amaba. Y empezó a pensar que Lauren también la amaba a ella. Pero hasta la noche anterior al bautismo de Lily no se atrevió a creer que fuera verdad.
Esa noche, poco después de que Lily cumpliera 2 meses de vida, solo al día siguiente de que el medico le hubiera dicho que (podían reanudar las relaciones matrimoniales), Lauren y ella hicieron el amor.
Todo empezó de un modo muy sencillo... Con gentileza y cuidado. Un masaje en la espalda como muchos otros, que pronto ya no se limito solo a la espalda. Las manos de Lauren se aventureros mas lejos, jugaron con el pelo y la nuca de Camila, trataron la curva de su oreja, bajaron por los costados y por las nalgas...
La hicieron desearla.  Quería más. La quería a ella.
Y cuando se volvió a tocarla, resulto obvio que Lauren también la deseaba a ella.
Empezó despacio, pero el fuego no tardo en calentarlas. Los besos de Lauren, primero gentiles, se volvieron hambrientos y urgentes, y sus caricias desesperadas. Las manos de Lauren recorrieron su cuerpo, aprendiendo los secretos de Camila, compartiendo los suyos con ella. Cuando Camila abrió las piernas y Lauren se instalo entre ellas,  esta supo que aquello estaba bien, y cuando empezó a moverse encima de ella, respiro con fervor, llevandola mas adentro.
Y cuando alcanzaron el clímax abrazadas, Camila conoció una sensación de plenitud que no había sentido nunca. En aquel momento comprendió como dos seres separados podían volverse uno.

Lauren y ella eran uno. Ella así lo creía.

Abrazada a Lauren, cerro los ojos con fuerzas para reprimir las lagrimas de alegría. Pero no lo consiguió y rodaron por sus mejillas. Supo que Lauren lasprobaba cuando la beso.

Lauren no dijo nada; simplemente se aparto lo suficiente para mirarla.
Camila abrió los ojos y vio la expresión de su cara.

-Lo siento- dijo-. Es que...- ¿Pero como pidia explicarlo?

Lauren le toco la mejilla con gentileza; se puso de espaldas y yació a su lado en silencio.

-Todo ira bien. Lily despertara pronto. Vamos a dormir un poco- la abrazo y no dijo nada más.

(Todo ira bien). Ya (iba) bien. Mas que bien. O eso pensaba Camila cuando se abrazo a Lauren.

Pero no era cierto.

El castillo de amor y felicidad eterna en el que se había atrevido a crecer esa noche se derrumbó al día siguiente.
Ahora, casi 4 años mas tarde, Camila sabia que volvía a estar en peligro.
Todos aquellos sentimientos volvían con fuerza. Tenia debilidad por Lauren. Era guapa, encantadora, inteligente, responsable. Todo lo que podía desear una mujer.
La había ayudado cuando mas la necesitaba. Se había casado con ella, le había permitido enamorarse de ella y creer que Lauren también podía armarla.

No había sido cierto.

No debía olvidarlo porque la última vez le había dolido mucho descubrir la verdad y con una vez bastaba.

No podía volver a poner en peligro su corazón.

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Gente ahora es que viene lo bueno

¿Están listos para saber la verdad?

Dudas del pasado (Camren g!p )Where stories live. Discover now