Capítulo 3

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Baekhyun aún no podía asimilar lo que estaba sucediendo, tenía la mente en blanco, mientras los dos sujetos que lo amordazaron lo estaban subiendo a la embarcación, inmediatamente se le venían recuerdos de su padre sonriendo, su nana que tanto había dado por él, de Taecyeon el alto joven que le había ayudado a salir del pueblo, ¿qué pensaría ahora que no había tomado la embarcación adecuada? ¿lo buscaría? ¿se daría cuenta que no llegaría al puerto de Lotto como se lo había indicado? Pensamientos desoladores llegaron a su mente, hasta aquí había llegado.  

Aún no creía lo que Jongdae le había hecho, es decir, sí, tal vez pensó que no debía confiar en él, pero no a tal punto de secuestrarlo, ¡incluso iba a ir a reunirse con él en el bar! ¡Rayos!. ¿Ahora que haría? Miró alrededor de la embarcación, tal vez si esos hombres se distraían podía ver algún punto por donde escapar, incluso lanzarse al mar para nadar de regreso al puerto...no, definitivamente eso no era una opción, además no tenía como escapar, esos hombres medían incluso el doble de su tamaño, lo alcanzarían en menos de un paso, con esperanza dos, ¿Por qué le pasaban esas cosas a él? ¿Qué hay de malo en no quererse casar con alguien a quien no ama? Sollozó internamente resignado. 

Pero ahora que lo recuerda, Jongdae le dijo que iban a encontrarse con otro tipo, un tal Park Chanyeol, ¿quién demonios era él? ¿Y qué quería con su padre? Y ¿era dueño de la embarcación donde estaban actualmente? pensó con inocencia. Si es que su padre le debía algo, tal vez conversando podrían llegar a un acuerdo, tal vez si él trabajaba, tal vez...

-Déjenlo ahí- soltó Jongdae mirando a los dos hombres que sujetaban a Baekhyun.

En ese momento el golpe brusco con el cual lo dejaron caer al suelo de ese barco, sacó al castaño de sus cavilaciones, para mirar con el ceño fruncido a quien había mencionado esas palabras, quien le devolvió la mirada con indiferencia.

-Baekkie, cariño, no quiero que me mires así- le sonrió- Te prometo que si te portas bien, incluso habrá una recompensa para ti.

El castaño acentuó el gesto, mientras trataba en lo posible de sentarse con sus miembros amarrados, una vez que lo logró le gruñó y le volteó el rostro, logrando que la sonrisa en el rostro del otro desapareciera.

-No me hagas esos gestos Baekhyun- se inclinó hacia la posición donde estaba el castaño y le sujetó la barbilla con dos dedos para girar su rostro hacia él- No te conviene tratarme mal, princesa.

-¡Vete a la mierda Jongdae!- siseó el pequeño

El nombrado abrió los ojos y boca sorprendido por tales palabras del menor, que lo hizo soltar los dedos de su barbilla, pero eso le duró poco, ya que luego soltó una risa suave formando una expresión casi maligna.

-Así que en su reino también les enseñan palabrotas- soltó con frialdad- ¿Quién iba a pensar que el Principito Byun hablaría de tal forma.

Baekhyun seguía sin soltar una sola palabra, solo se limitaba a mirarlo con coraje, mientras trataba a si mismo de no llorar, no soltar ninguna lágrima de frustración ante ese ser que lo había dejado en miserable situación.

-Mira Baekhyun, no quiero pelear- habló suave- es más, hagamos un trato, ¿te parece?- le sujetó el rostro con delicadeza, y de pronto su expresión cambió a una de ternura, como si le estuviera dando clases a un niño.

Al ver que el menor seguía sin emitir alguna palabra, decidió continuar con su monólogo.

-Bien, como te decía, el trato es el siguiente; no le digo a nadie que tú eres Byun Baekhyun y tú te comportas adecuadamente hasta que encontremos a tu padre, ¿Qué tal? ¡Es un buen trato!- le sonrió gatunamente- Deberías aceptarlo, mientras me encuentro bondadoso Baek.

Amor pirataWhere stories live. Discover now