Capítulo 5

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Se encontraba en el camarote junto a todos los demás piratas, fue a la pequeña ventana y posó sus brazos en la tarima que llevaba a ésta. Tenía una sensación extraña recorriéndole el cuerpo, un estremecimiento... recordó la mirada que Chanyeol le dedicó antes de salir de su oficina, y le causó un ligero miedo, el Chanyeol que él conoció, sí, porque se conocían desde que el tenía siete años y el alto seis, venían de una familia de piratas, hasta se podría decir que nacieron en el mismo barco, uno junto al otro; bueno ese niño más grande que él, de aspecto bonachón no era nada como el que estaba comandando éste navío, sí puede que incluso desde antes que lo dejaran en aquella isla sin ningún abastecimiento más que le ron haya demostrado que tan cruel podría ser el capitán Fénix, pero la mirada que recibió minutos antes, le mostró que esa crueldad se había intensificado, ¿el motivo? No lo sabía, sólo esperaba que no le hiciera daño al pequeño castaño... Que para qué negarlo, se había encariñado con él, le recordaba a su Minseok... lástima que ya no lo tenía al lado, ya que la última vez que lo vio le dio a elegir entre una vida normal fijada a las normas de una aldea o esa... Y sabemos cuál fue su opción...

Él sólo estaba ahí para tratar de enderezar el camino de su amigo, sólo quería de vuelta al viejo Channie, no a ese demonio en quien se había convertido, lo haría, así sea lo último que haga... Eso lamentablemente no podía entenderlo Minseok, la alianza que tenía hacia Chanyeol iba mucho más allá de barcos y motines... Él lo quería de vuelta, incluso si tenía que hacerlo mediante el mocoso, sonrió pensando en el mozo que había secuestrado... Tal vez ahora que lo había dejado sólo con Chanyeol, éste lo odie más que antes... Pero él tenía fe, que el castaño iba a ayudar en el proceso de ser mejor persona al alto.

-Piensas mucho Hyung.

Jongdae se dio la vuelta, para mirar a Jongin que al igual que el se encontraba recargado en la tarima del ventanal, ladeando la cabeza y observándolo seriamente. Él pestañeó ligeramente y soltó una breve sonrisa.

-Estaba pensando, en las cosas que nos depara el futuro Jonginnie.

El moreno enarcó una ceja.

-Lo que digas Hyung- estaba a punto de voltearse pero le mencionó- El muchacho estará bien, se nota fuerte.

Dichas palabras lograron acentuar la sonrisa del pelinegro, en efecto, ahora que lo pensaba, el que se encontraba en más peligro era Chanyeol, ya que Baekhyun... era una fiera.

-O-

-¿Piensas quedarte en esa posición todo el día?

Baekhyun levantó la mirada hacia el alto, y vio que éste tenía una expresión divertida en el rostro. Claro, como si pudiera levantarse, pensó irónicamente, y aunque lo hiciera igual se sentía pequeño a su lado, ¡No le gustaba! Soltó un gruñido, que hizo que el capitán ladeara el rostro.

-¿Ahora gruñes? No sabía que los lindos gatitos como tú podían gruñir- le sonrió coqueto, se acercó para levantarlo, pero fue apartado de un manotazo por el otro.

-No necesito que me ayude, puedo sólo- el castaño trató de elevarse, aunque sus rodillas aún dolían por la caída abrupta que tuvo.

Chanyeol lo miró divertido, ¿quién iba a pensar que el mozo tembloroso tenía carácter?.

-Muy bien ya que puedes sólo...-se acercó a tres zancadas donde estaba el más bajito, quien terminó abriendo los ojos de par y par, lo que causó emoción al alto, le cogió la barbilla y le susurró roncamente- Necesito que comiences con tu labor, camarero.

Baekhyun retrocedió rápidamente en lo que sus temblorosas piernas le permitieron, deshaciéndose del contacto al instante, ¡Rayos! Había olvidado eso, ¡Maldito Jongdae! Lo vio de pies a cabeza, ¿qué es lo que iba a pedirle que haga? No podría... No, simplemente no lo haría...¿Cierto?

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