Es Solo Trabajo

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El lugar al que fuimos era fabuloso pero, nada comparado a los estudios que quería visitar, y que tuve que cancelar por que Tom quería que saliera con sus hermanas y su madre, para conocer más la ciudad tampoco podía decir que no, ellas fueron muy amables. Me llevaron por toda la ciudad, de compras, los mejores pastelitos, el mejor té, la casa del chocolate, pasamos a la zapateria más hermosa de todas y no me pude contener en comprar como cinco pares de zapatos. Y así me llevaron, de aquí para allá, ya me había cansado pero ellas no, luego fuimos por helados en forma de bolitas. Ya me había más que cansado, ya no quería caminar, pero ella me jalaban. Hasta que al fin fuimos a un restaurante donde se suponía nos encontraríamos con Tom. Y yo lo agradecía por que de verdad que ya quería sentarme, aunque hambre ya no tenia, no después de comer dulces en la calle. Era en la segunda planta y hacia mucho frío, además de que comenzaba a llover. Tom ya estaba sentado bebiendo café. Fuimos a sentarnos al fin, los pies me mataban.

-Ya las estaba esperando - yo me senté a su lado y su madre en medio de sus dos hermanas - Hay que ordenar, suelen tardar un poco -

-Si en definitiva por que muero de hambre - Emma se acercó el menú para ver que Pediría, no sabía como es que tenían hambre por que yo estaba muy llena, pero ellas parecían tener mucha hambre, leí todo lo que había en el menú y solo no sentía poder comer muchos bocados de algo, así que pedi un pastel de limón con un café -

-Juro que me llené después del quinto helado no se si pueda comer más - pero parecía que ellos no lo entendían, no sabia que tipo de estómago tenían pero en definitiva no éramos de la misma talla -

-Esta bien cariño comeremos la misma pasta, te va a encantar - y si, la comida tardó mucho tiempo demasiado para ser sinceros pero, al menos llegó la comida -

-Recorrimos la ciudad, fue maravilloso, la llevamos a todas partes o al menos a los mejores lugares - y comían muy rápido, yo solo probé un bocado de la pasta de Tom, y a la mitad de mi pastel ya quería escupir la comida estaba más que llena -

-Es una pena que tengan que irse por la mañana, pero al menos así podrán llegar temprano a Nueva York, siempre es un viaje pesado, aunque si vienen en mayo verán el desfile -

-Si claro, haremos lo que podamos por venir - ya casi acababa mi pedazo de pastel, que casi me trage - Solo que debo grabar cuando llegue, de hecho debo ir a grabar a DC y California por casi tres meses, para la película -

-Yo tengo que volver al trabajo, debo hacer muchas cirugías este mes, y ya vi los adornos que pondré para pascuas en mi consultorio, pero de verdad haremos lo posible para volver quizá en abril o mayo, la fecha que podamos -

Después de comer, volvimos a casa de su madre, para arreglar las maletas, nuestro avión salía a las diez de la mañana debíamos llegar a las ocho, así que el plan era dormir. Y eso hicimos. Yo caí rendida en cuanto me acosté, pero Tom arregló sus regalos de cumpleaños en sus maletas. Por la mañana sus hermanas hicieron un desayuno delicioso, con wafles, huevos con tocino y un café delicioso con canela, su madre hizo mufins rellenos de chocolate, y su padre se sentó a leer el periódico. Nos llevaron al aeropuerto y su madre casi llora al despedirse de Tom, sus hermanas lo molestaron como nunca antes y me dieron ideas para molestarlo. Abordamos el avión y después de horas de estar sentados, llegamos a la ciudad, tomamos un taxi a su casa, aunque quizá saldríamos por algo de comer. Sabía que debíamos limpiar por que estaba lleno de polvo.
Saqué mis pares de zapatos de las maletas y los puse en el armario, que ya compartíamos. No habíamos hablado sobre vivir juntos, pero ya lo hacíamos, si quería ir a su casa decía que me quedaría y que haría el desayuno, o había algún precio siempre para que pudiese quedarme con el.

Tom había ido a darse una ducha, y solo pensaba en la última vez que lo vi salir del baño envuelto en una toalla, con el agua escurriendo aún en su cuerpo. Esos días en Londres no habíamos tenido oportunidad si quiera de besarnos, aveces sentía pena de hacerlo, siempre estaban o su madre o sus hermanas. Y no sabía si podía aguantar mucho tiempo más. Mis ideas me traicinaron así que técnicamente sucumbi, me quité la ropa y quedé solo con mi ropa interior desate mi sostén pero no me lo quité, y subí más mis bragas haciendo que mis glúteos parecieran más grandes, luego me recosté boca abajo en la cama y fingí descansar. Tom salió de la ducha y no reaccionó al principio de como estaba recostada.

Cuando Nos Descubra La Casualidad Where stories live. Discover now