Cuando Nos Descubra La Casualidad

Pesadilla

-Tom, Tom - Sarah me movió de la silla y racioné - Llevas dormido una hora, te va a doler el cuello - me dio un vaso de café, todo había sido un mal sueño, un pésimo sueño, abracé la realidad y me sentí feliz, pero no menos preocupado -

-¿Aun no a salido nadie? - ella negó con la cabeza - No deben de tardar, diablos - suspiré - Tuve el peor sueño de toda mi vida, fue tan real - bebí del café, y mordí la dona de mi hermana, después de diez minutos el médico salío, se quitó el gorro y negó con la cabeza, se estába volviendo realidad -

-No hay nada de que preocuparse - voy a golpearlo - Su esposa está bien, solo que la anestesia la hizo dormir de más, nada de que preocuparse, las dos niñas debo decir están bastante llenitas - mi padre y mi hermana se acercaron al fin - Están en los cuneros, están bien, y lloran muy fuerte así que, suerte para dormir esta noche, la llevaron a su habitación hace treinta minutos y seguro que esta a nada de despertar, en un momento vendrá una enfermera a llevarlo con ella, seguro que querrá verlo - todo estaba bien, mis hijas están bien, Madelein esta bien, estaba feliz, jamás lo había estado como ese día, mi corazón iba a salirse de emoción, esperé como niño pequeño en la sala hasta que al fin una enfermera fue por mi, me guió hasta el pasillo y me dejó frente a su habitación -

-Despertó hace unos minutos y ya le trajeron a las niñas, seguro que deben estar en sus brazos, vendré más tarde a cambiar su suero y a revisar la sonda - Ella se fue y yo me quedé, esperando, respiré hondo, abrí la puerta y caminé dentro, ella estaba sentada en la cama, y una almohada sobre sus piernas, habían dos bultos sobre ella, no esperé más y corrí hacia ella -

-Tom - la besé sin importar nada, estaba viva, conmigo, estaba bien, besé su rostro mil veces y ella solo atinó a reír - Tuve tanto miedo, no sabía que estaba pasando, creí lo peor, pero dios estas bien - y luego miré a lo que estaba sobre la almohada, ahí estaban ellas, justo como las imaginé, pequeñas, durmiendo, juntas la una a la otra, con la ropa que les había empacado, se veía hermosas, y me solté a llorar - Ellas son... No es cierto, nuestras hijas -

-Todo esta bien Tom, estamos bien, las tres, y si, ellas son nuestras niñas - me acerqué a ellas dormían plácidamente - Han dormido desde que llegaron, seguro que despertarán para conocernos -

-Princesas - dije en tono normal, y luego recordé como las llamaba cuando me acercaba al vientre de Madelein - Princesas - dije en tono grave y ellas reaccionaron de inmediato, se movieron un poco y abrieron los ojos -

-No es cierto - habían despertado las dos al fin, nos miraron fijamente a ambos, primero a su mamá y luego a mi - Ya saben quienes somos - ella sonrió, y de nuevo me acerqué a besarla, nada me ha hecho más feliz en la vida - Hola niñas - dijo en voz dulce - Soy mamá - ambas sonrieron al mismo tiempo, y mi corazón se estrujo por dentro al ver tanta belleza - Ella - señaló a la pequeña de la izquierda - Nació primero y ella es Diana - acarició su cabecita - Y ella es Dafne - acarició a la otra bebé -

-Hola hermosas, yo soy su papá - unas lágrimas escurría de mis ojos, me acerque más a ellas y las miré mejor - Diana tiene los ojos de mami y Dafne los ojos de papi - acaricie sus mejillas, parecía que iban a romperse - ¿Puedo? -

-Mi amor, claro que puedes - jale una silla y me acerqué a ambas, las tomé a las dos con cuidado, al fin estaban en mis brazos, como lo soñé por meses - Son hermosas, y ya las oí llorar, Tom, no vamos a dormir en semanas - reí al verla, todo de ella me hace feliz, por que me ama y está conmigo -

-Ya oyeron a mamá, lloran muy fuerte, pero aún así, tiene que dormir, igual que nosotros - me quedé mirándolas un largo rato - Te daré a una de las niñas siento que voy a lastimarlas a ambas - me acerqué con cuidado y ella tomó con suavidad a una de ellas -