Mi regalo

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Narra Tom

Dormía tranquilamente, Madelein al fin a mi lado, no podía abrazarla aún estaba algo adolorida por la cirugía. Tuve insomnio en algún punto de la noche, miré hacia la pared donde estaba el cunero de las niñas, ellas están ahí durmiendo plácidamente. Y pensaba que como será mi vida siendo papá, ya no puedo temer a la obscuridad ni a las cucarachas con alas. Y pensaba y pensaba, en Madelein, en mi mente repetía una y otra vez el momento en que nos conocimos. O cuando la volví a ver en Sudán, al principio me negaba al hecho de que sentía algo por ella, batallé con ese sentimiento, y al final ella me ganó.
Quiero casarme con ella, eso no tengo ni mínima duda. Ya es eso segundo en la lista de deseos de cualquier hombre enamorado, ya es la madre de mis hijas. Pero quiero que sea oficialmente mi esposa, planearé todo con más cautela, llevarla a cenar, hincarme y poner el anillo frente suyo. Y justo cuando el sueño me estaba venciendo, sucedió, un llanto comenzó. Diana lloraba, me levanté de inmediato para que no despertara a su hermana y llegué a tiempo, la paseé hasta que se calmó.

-¿Todo esta bien? - ella estába adormilada, y ni siquiera me veía, solo esperaba oír un si cielo tu duerme, se que debe estar cansada, no a dormido mucho -

-Si cariño tu duerme, yo me encargo - no lo pensó dos veces y se tiró a la almohada para dormir, paseé un poco más a mi niña hasta que se quedó dormida, la puse en su cuna y una sonrisa involuntaria se formó en mi rostro, se veía hermosa, las dos, volví a la cama y me prive de sueño -

-Tom - sentí un par de piquetes en mis mejillas - Tom - abrí los ojos, Madelein estaba ahí sonriéndome - Ya está el desayuno, son más de las nueve -

-Disculpa cielo pero Diana lloró en la noche y bueno, pero como papá debía aguantar el sueño y calmarla - me levanté de la cama, tenía puesta una bata, se veía algo adolorida, aún tenía un moretón en su mano por el suero - ¿Te duele linda? - señalé su vientre, se que está adolorida, aún pero se resiste a decirlo -

-Solo un poco algunas veces, sentí los hilos y son gruesos y enormes, me preparo psicológicamente para cuando los quiten - miré a la cuna, las niñas estaban aún dormidas, ella notó mi mirada preocupada y solo atinó a reír - Son como papá, ellas aún duermen, pero ya es hora de que coman un poco, debo de usar el extractor me duele un poco los pechos -

-Linda está bien, de hecho podría darle de comer a las niñas así  - yo corrí por el extractor que estaba en el cuarto de las niñas y volví con el y un par de mamilas - Estoy aquí por si necesitas ayuda, pero no veré, se que te sientes un poco incomoda mi cielo - me levanté y fui a mi closet a sacar ropa limpia para darme una ducha -

-Esto es complicado - leyó las indicaciones y puso el extractor en su pecho y comenzó a succionar, parecía dolerle un poco pero dolía más no hacerlo - Creo que saldrá para ambas, solo de un solo lado, no lo puedo creer - continuó de ambos lados hasta que ese dolor incómodo se fue, fue una alivio - Tom -

-Si linda - habían llenado dos mamilas y aun sobraba - Vaya, no se como cabe tanto solo en algo tan pequeño - las niñas no iban a comer tanto así que eso ya no serviría - ¿Guardo lo demás? -

-No cielo, habrá suficiente para más tarde créeme, puedes darles de comer, tu madre está en la sala lleva a las niñas se que ella también querrá darles de comer y seguro ya vienen tus hermanas y tu padre así que, aprovechen -yo fui por una de las niñas a su cuna y la llevé a la sala, la ayudé a levantarse con cuidado y tomé las mamilas para llevarlas con ellas -

Narra Madelein

-No puedo creer que voy a darles de comer a mis nietas - Diana estaba entusiasmada, ella cargaba a Diana y Tom a Dafne - Necesito una foto de esto - yo fui por la cámara a la cocina y tomé un par de fotos -

Cuando Nos Descubra La Casualidad Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora