Todos Las Aman

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Narra Tom

Ya había llamado con algo de desesperación a Richard, el jefe del hospital donde trabaja Madelein, pidiendo que no la deje hacer cosas que impliquen riesgo para ella o las niñas. Pero el me dijo lo mismo que yo iba a escuchar de ella.

-Por favor Richard ella confía en ti, de algún modo, aveces se arrepiente de eso pero al final de cuentas ella confía en ti, ya le pedí de la manera más amable que se cuide, que no haga operaciones arriesgadas o que trate enfermedades contagiosas y peligrosas, pero dijo que no me preocupara, que ella sabe lo que hace, solo entiendeme, se que suena a que siendo padre primerizo, bueno exagero, pero la conoces - ya había pedido lo mismo por segunda vez pero esta vez me preocupaba más -


-Amigo, tengo las manos atadas, estoy seguro que no has trabajado con ella, termina haciendo lo que ella quiere no se francamente por que me molesto en decirle algo, lo digo en serio, le pedí varias veces que deje lo difícil, lo a hecho, pero el otro día salió del quirofano con el otro pediatra, hablé con ella, y lo haré pero quizá lo mejor es que la convenzas, conoce los sindicatos y sabe que por ley puede retirarse hasta los seis o siete meses, aunque dado que es un parto gemelar quizá antes, por aquello de que puedan ser prematuras o - lo interrumpí carraspeando - O solo por que dos bebés suponen más riesgo que solo uno -


-Se que puede ser un poco obstinada, y que acatar reglas no es lo suyo pero, estoy preocupado por mis hijas, y por ella, confío en que tu sabes que decirle es como pelear con un árbol, con una pared, no va a escuchar ni responder pero, es que tu eres médico, sabes que objetar le, se aprovecha de mi por que no se lo que ella -


-Amigo, estoy con las manos atadas, me dice cosas como, que actúa así por las hormonas y luego me manda al carajo diciendo que es su sano juicio, no se que decir o hacer, yo haré lo que pueda pero sigo sin prometer nada - Al fin había ganado y aunque mi victoria no era definitiva, era un avance - No prometo nada -


-Gracias, de verdad - colgué el teléfono y después de un rato estaba por ir por mi madre y hermanas cuando recibí una llamada de Madelein, cosa extraña dado que era temprano para ser hora de salida - Bueno, cariño -


-Tom, estoy en el hospital - me reí por dentro, ella me hizo ese chiste un par de veces y siempre me decía, llevo trabajando aquí cinco años, caíste - No es broma, realmente no lo creí necesario pero Richard me hizo que te llamara, se me bajó la presión y por poco me desmayo - comencé a sudar frío y mi corazón estaba a mil por hora - Y tranquilo, no es nada raro, sucede en el embarazo y las niñas están bien y yo estoy bien -


-Iré por ti, y tendremos una charla muy, muy larga - mandé un mensaje a mi madre, intenté sonar no tan alarmista pero creo que de algún modo así sonaba, manejé con calma o eso creo yo, porque iba desesperado pero con las normas de seguridad dejé mi auto lo más cerca que se podía, entré al hospital y pedí indicaciones a la enfermera en recepción, Richard me estaba esperando en el área de ginecología, lo notaba preocupado, y eso me alteraba más - No me veas así me pones nervioso, dime que sucedió -


-Nada malo, en realidad no es nada lo que pensaba, le bajó la presión mientras daba una consulta, salió el paciente y como ella no llamaba al otro y Finn entró para ver que sucedía se dio cuenta que estaba a nada de desmayarse, por primera vez en mucho tiempo no sucedió nada malo por que no le gusta seguir mis reglas - estaba asustado por eso, el sabía que había perdió una gran pelea - Puedes entrar a verla, de hecho ya se puede ir pero esta pidiendo a Finn que se encargue de todo - el se quedó mirando hacia el piso, parecía que pensaba algo importante pero seguro pensaba en como ella le ganó y como lo va a utilizar en su contra -


Cuando Nos Descubra La Casualidad Where stories live. Discover now