Capítulo siete: Aknis

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¿Nunca han sentido la sensación de que les ocultan algo?, y no, no hablo de secretos ridículos como que una "Amiga" le haya hablado mal de ti a otras personas. Estoy hablando de que tu mejor amigo te oculte algo —Aunque no sepas el qué—, sí, que sientas que se alejan cada vez más de ti, y que no logres hacer nada para evitarlo. Sabes que hay algo que quieren decirte pero no reúnes el valor para preguntarlo, solo te quedas parada esperando que ellos mismos reúnan el valor para decírtelo. Y en este momento... creo que Nathaniel acaba de reunir el valor para decírmelo.

Nathaniel se sienta en la silla de mi escritorio en silencio apoyando los codos en sus rodillas y agachando la cabeza.

Desde hace unos días sé que oculta algo, sé que tiene un secreto.

No soy incrédula, ni estúpida, me doy cuenta cuando mis amigos ocultan algo.

—Te lo contaré, pero tienes que prometerme que no pensarás que estoy loco —Repite por séptima vez.

Ya me ha dicho lo mismo seis veces en treinta minutos.

Escucho ruidos en la sala, mi papá ha llegado.

—Nathaniel, habla ya.

—Vale, pero hablo en serio —Levanta un poco la vista, yo me siento en el borde de mi cama mirándolo expectante.

—Nathaniel... —Musito con impaciencia mientras frunzo el entrecejo.

El susodicho cierra los ojos y coge una bocanada de aire antes de soltarme las palabras que me dejan paralizada por un instante:

—He estado recibiendo mensajes desde el celular de Hayley.

No es posible. Es ridículo. Es improbable.


Frunzo el entrecejo pero luego noto que solo es una broma, el muy idiota me está jodiendo.

—¿Me estás diciendo que recibes mensajes de una chica que murió hace dos semanas? —Pregunto con una sonrisa divertida.

—Hablo en serio —Saca su teléfono del bolsillo de su pantalón, lo desbloquea para después extender el brazo hacia mí para que lo tome.

Ruedo los ojos para después empezar a leer los mensajes.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal hasta llegar a mi nuca.

No es posible.

Hayley ya está muerta, chocó su auto contra un árbol. Las fotos del auto hecho una mierda aparecieron en el periódico.

Mi vista queda clavada en una pequeña parte de un mensaje enviado por ella.

Ya se fue la primera de su lista, sigue Ashley.

Llevo una mano a mi boca sintiendo un escalofrío en mi nuca.

No logro comprenderlo. ¿Jason Grey asesinó a mi mejor amiga?, ¿Por qué?

Te escribo desde mi tumbaOnde histórias criam vida. Descubra agora