Capítulo 7

4.9K 434 127
                                    

Me senté en la cama como si un resorte me hubiese empujado desde atrás. Oh por Dios, ¡oh por Dios! Comprobé la hora del mensaje. Era de hacía tan sólo cinco minutos. Tecleé "Hola" casi instintivamente, y tiré el teléfono de la cama como si me quemara entre los dedos. ¿Estaba bien contestarle? Seguramente quería disculparse por lo que había pasado.

Caminé hacia la cocina y saqué el jugo de la heladera, y, mientras llenaba el vaso, escuché el sonido amortiguado en el colchón que indicaba que otro mensaje había llegado. Quizás era la respuesta de mi madre. O de Lucy. Si, seguramente... aunque quizás fuera él. Trataba de restarle importancia pero caminé apresuradamente por el pasillo, con el vaso de jugo haciendo equilibrio en la mano, y me pareció una eternidad hasta que levanté el aparato de la cama y leí su mensaje.

Terminó tu cita o estoy interrumpiéndola?

Me sonreí. Mi mente me decía que no era gracioso, y que recordara que estaba enojada, pero estaba sonriendo. Quería golpearlo y quería terminar el beso que había empezado a la salida del trabajo. Quería gritarle y quería hundir mis manos en su pelo revoltoso. Todo junto.

Mi cita no terminó, porque nunca empezó.

Estaba en línea, y leyó el mensaje apenas lo envié.

Así que entonces "Tim" te dejó plantada?

Idiota. Volvió a hacerme reír.

No, mi cita nunca empezó porque NO ERA UNA CITA. No entiendo que hago repitiéndotelo.

Bebí el jugo helado mientras mis ojos seguían clavados en el teléfono hasta que la pantalla brilló, y dejé el vaso a un lado.

Qué estás escuchando?

Miré mi Ipod, y miré mi teléfono.

Cómo sabes que estoy escuchando algo?

Su respuesta llegó casi instantáneamente.

Siempre estás escuchando buena música. Qué estás escuchando?

Si, siempre estaba escuchando música, eso era verdad. No sabía que él le prestaba atención a esos detalles, y mucho menos que pensaba que era "buena música".

"Love interruption", de Jack White.

El teléfono vibró en mis manos.

Muy apropiado para hoy, no?

Me mordí los labios para contener la sonrisa que se dibujaba en mi cara. No supe qué contestarle, y mientras lo pensaba, nerviosa, otro mensaje suyo llegó.

Sola?

Tragué ruidosamente. La sangre latía en mi garganta y se hacía eco en mis oídos.

Si.

Podía escuchar mi corazón latiendo en mis oídos por sobre la música. Todo esto era demasiado imprevisto para mí. La pantalla indicaba que él escribía y dejaba de escribir, una y otra vez. Mi ansiedad me ganó, y decidí volver a escribirle.

Tú?

Contestó rápidamente.

También. Aunque desearía no estarlo.

Me regocijé al contestarle.

Miedo a la oscuridad?

Y me mantuve sonriendo, esperando su respuesta.

No. Desearía no estar solo para poder dejar de pensar si mi cuerpo dentro del tuyo se sentiría tan bien cómo se sintió mi lengua dentro de tu boca.

"Oh mierda!" grité, soltando el aire que había estado conteniendo, y me tapé la boca con una mano. Volvió a enviar un mensaje sin que yo pudiera llegar a contestarle.

Nos vemos el lunes.

Mi estómago se contrajo suavemente mientras releía las palabras que acababa de recibir. Me sonreí ampliamente, y aunque trataba de pensar las razones para sentirme todavía enojada y molesta con Edward, en este mismo momento no podía encontrar ninguna.

Te odiaré quizás mañanaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora