Capítulo 11

4.9K 371 14
                                    

-Hey! Dónde vas? -Me di vuelta para ver a Lucy corriendo tras de mí. Se detuvo apenas me vio y se apoyó con todo su peso sobre sus rodillas, respirando agitadamente. -Mujer vas a matarme... No me hagas correr nunca más...

Me quedé parada, esperando que se incorpore y llegue hasta mí. Estaba tan enojada que apenas tenía ganas de hablar. Comencé a caminar y ella me siguió, mirándome con los ojos entrecerrados y apretándose un costado mientras respiraba con dificultad. Definitivamente Lucy estaba en pésimo estado atlético: sólo estábamos a dos cuadras del bar.

-¿Estás bien, Jo?

-Si.

-No, no estás bien. ¿Qué pasa? Estás enojada porque me quedé charlando y te dejé de lado? ¡Si! Es eso... lo siento, es que él era tan guapo, tan seductor, un auténtico sueño cubano... y yo, simplemente me perdí, y...

-No, no estoy enojada -la interrumpí. Lucy tendía a hablar en cataratas.

-Lo estás. Algo te pasa y no puedo imaginar que sea otra cosa. A menos que... Si, claro... a menos que...

-A menos que nada. No es nada Lucy. En serio -sacudí mi cabeza y seguí caminando.

-...a menos que te hayas encontrado con el galán de tu jefe. ¿Eso fue lo que pasó, verdad? ¿Te lo encontraste? ¿Hablaron?

No contesté. Metí mis manos en los bolsillos de mi jean y seguí caminado, mirando mis pies.

-¿Se besaron? ¿Te besó nuevamente? ¿Te hizo enojar? Maldito bastardo -Lucy iba subiendo su tono poco a poco, a medida que se entusiasmaba con la historia. Caminaba de costado, mirándome directamente para estudiar mis reacciones. Sabía que me costaba hablar de mis relaciones con los hombres, pero siempre lograba sonsacarme la información de una manera u otra.

-No. No me besó. Y no me hizo enojar. Estoy enojada conmigo misma, porque no pude evitarlo. ¡No pude evitarlo! Y ahora... ahora estoy en un tremendo lío... mi cabeza es un lío, mi cuerpo está vibrando todavía, y odio no poder controlarme, ¿sabes? ¿Sabes cuánto odio no poder controlarme, verdad? -me detuve para mirarla de frente, y las palabras salía desordenadas de mi boca. Me estaba pareciendo a ella, hablando sin pensar, sobrepasada por mis emociones.

-No puedo entender nada de lo que dices -dejamos de caminar y nos miramos frente a frente, y ella apoyó sus manos en mis hombros- Respira hondo. ¿Qué pasó?

Apoyé mis manos en mi cintura y me detuve.

-Él... me lo encontré afuera cuando me estaba yendo. Apoyado en la pared, fumando... Fumando como el maldito Marlon Brando. Y me gusta.

-¿Quién te gusta? ¿Marlon Brando?

-¡No! ¡Si! Si, Marlon Brando. Y Edward también. Me di cuenta que me gusta mucho. Y detesto que me guste, porque es odioso, tiene el peor carácter con el que me haya enfrentado nunca, pero a su vez me divierte mucho estar junto a él. Y es tan talentoso y bueno en su trabajo, y serio, y...

-Y es tu jefe y está tremendamente bueno. No te olvides esa parte.

-Si. Lo está -admití con culpa, mordiéndome el labio. Lucy lanzó una carcajada.

-No está mal que te guste. O sea, es tu jefe, y eso no es lo más ético con lo que podamos encontrarnos, pero...

-Me dijo que le gusto -bajé la voz, casi susurrando, como si alguien pudiera oírnos- Me dijo que a duras penas puede contenerse cuando me ve.

-Oh, maldición. Eso es sexy -habló en voz baja y se tocó los labios con los dedos, mientras me miraba sin dar crédito.

-Sí que lo es. ¿No lo crees? Me encanta. Realmente está empezando a gustarme y lo siento físicamente, siento mi cuerpo agotado de sólo estar con él en el mismo lugar -deje caer mis hombros, rendida y agotada.

-Y él te dijo que le gustas. Eso es bueno.

-Sí, pero dijo que no quiere perderme como empleada. Y realmente no me gustaría perder mi trabajo, amo lo que hago y creo que tengo una posibilidad de crecer. Es el diario más grande de aquí, estoy aprendiendo cosas que nunca aprendería simplemente sacando fotos, es una buena oportunidad.

-Sí que lo es -Lucy comenzó a caminar, pensativa. Yo seguí sus pasos y caminamos calladas una al lado de la otra.

-Es difícil. El tipo es hermoso -me dijo. Y nos largamos a reír.

Te odiaré quizás mañanaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora