1. Viernes

4.3K 375 130
                                    


Summary:

Denki y Bakugou iban todos los viernes a bailar. Era parte de su costumbre, pues ambos aprendían nuevas danzas y nuevas melodías.

Aunque en un principio uno lo amaba y otro lo odiaba, al final terminaron cambiándose los papeles.

A pesar de todo y después de mucho tiempo, siguen llendo al mismo lugar; pero, hay cosas han cambiado un poco, aunque hay otras que aún no lo hacen.

Viñeta.

— A d v e r t e n c i a s —

AU.

Mención de Bakushima.

Nos amabamos, desde que éramos unos niños

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nos amabamos, desde que éramos unos niños. Nos mudamos juntos cuando crecimos.

Íbamos a todas partes; la gente nos veía atónita por lo contrarias que son nuestras personalidades.

Y no nos importaba lo que pensaran los demás, porque sólo estábamos en nuestro pequeño mundo perfecto.

Uno que construimos poco a poco; en donde nuestro esfuerzo y amor fueron los pilares.

Aquel lugar donde podíamos ser nosotros mismos sin tener que darle cuentas a nadie. Donde podíamos estar juntos sin que alguien nos juzgara.

Había muchas cosas que hacíamos en compañía y una de ellas era bailar. Recuerdo que siempre íbamos a una pista cercana al departamento dónde vivíamos.

Rememoro lo mucho que odiabas bailar al principio; por cada paso que dabas me pisabas con las puntas de tus zapatos. Arrastrabas los pies porque sólo querías irte a casa.

Y bailábamos, porque amaba hacerlo; sentía como si mi corazón estuviera en tus manos, como si mi cuerpo dependiera de la fuerza de tus brazos. Donde nuestras manos se entrelazaban y nuestras miradas se conectaban.

Porque la pista era nuestro destino y nuestros torpes pasos eran nuestro trayecto.

Bailábamos, y parecía que te gustaba de vez en cuando, porque sonreíamos, porque eramos felices juntos.

Y aprendiste a su tiempo, lo hiciste tan bien que hasta tú me arrastrabas a la pista. No importaba si era una canción rápida o lenta, si la conocíamos o no; al final, la hacíamos nuestra canción.

Lo hacíamos juntos, cada viernes sin faltar. Te volviste un experto y yo sólo me dejaba llevar por los pasos que tú dabas.

Yo pensaba que iba a ser tu compañero siempre. Que iríamos todos los viernes.

Que aprenderíamos juntos.

Pero sólo fui tu maestro.

Sólo te enseñé a bailar, te enseñé a procurar, te enseñé a amar.

Al final aprendiste todo lo que sabía y quisiste buscar nuevos conocimientos. Tú fuiste por nuevos horizontes y yo me quedé estancado en nuestras baladas.

Tú ahora bailas con alguien más todos los viernes y sólo te miro a lo lejos.

No es como si te siguiera, pues tú vas al mismo lugar al que yo te llevé desde la primera vez que danzamos juntos.

Amaba bailar, realmente lo hacía. Pero ahora lo odio, porque bailo solo.

Y los solos no me gustan.

Ya no hay melodías que quiera escuchar, porque todas me recuerdan a ti.

Porque recuerdo que de cada canción hacíamos nuestro propio baile.

Ahora no quiero amar, porque el amor me recuerda a ti, en todas sus letras, en toda la extensión de la palabra.

Y recuerdo nuestro último baile, en donde dijiste que ya nada era como antes. En donde confesaste que te gustaba alguien más y preferías ser honesto a seguirnos engañarnos.

Tal vez yo siempre estuve ciego, porque seguía tus pasos y no vi la realidad de la situación. Nunca pude predecir que dejarías de quererme; no llegué a pensar en la posibilidad de que te fijaras en alguien más.

Seguí la melodía de tu amor, y al perderse la sintonía ya no supe a dónde ir.

Y sigo estancado, sin querer bailar un solo. Porque te sigo amando y no quiero encontrar otro compañero que no seas tú.

Te veo del otro lado del salón danzando todos esos números que inventamos con alguien más. Te escucho cantarle a él esas canciones que a mí me cantabas.

Y no puedo culparte.

Porque si hubiera sabido más, te habrías quedado aprendiendo a mi lado y no con otra persona.

Ahora me queda observar a quien alguna vez fue mi compañero de baile, y que ahora es de otro chico.

Este viernes el baile es de ustedes y yo sobro aquí.

Tal vez el otro viernes no venga; tal vez, el que sigue, me mude del lugar que compartimos muchos años.

Quizá, el tercer viernes después de éste, aprenda otro hobbie que no me recuerde a ti.

Probablemente para el viernes del otro mes ya no sea un suplicio el recordarte.

Y puede ser que, en algún viernes del futuro recupere el amor al bailar. Un viernes, en donde no vengas a mi mente con ese chico pelirrojo que sonríe gustoso, mientras están danzando algún flamenco.

Tal vez y sólo tal vez, algún viernes te deje de amar.

Es posible que un día los viernes ya no me duelan, y cuando pase eso, ya no los odiaré más.

About explosions and electricity || Bakukami / Kamibaku ||Where stories live. Discover now