15. Despistado

392 57 13
                                    

Summary.

A Bakugou le gustaba Kaminari, pero el chico era demasiado despistado para darse cuenta. Bakugou no sabía disimular y todos lo habían notado, menos el propio Kaminari.

¿Cuánto tiempo pasará antes de que el rubio de ojos rubíes tenga que ser franco?

Viñeta.

A Bakugou le gustaba Kaminari y él ni sabía el porqué

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Bakugou le gustaba Kaminari y él ni sabía el porqué. Un día creía que era un verdadero idiota que se creía gracioso y al siguiente vio algo de encanto en todas las estupideces que decía sobre las consecuencias de comer una hamburguesa radioactiva.

Kaminari era despistado, eso todo el mundo lo sabía. Pero nadie daba crédito a que realmente no podía ver las cosas aunque las tuviera de frente.

Para Bakugou esto empezó poco después del festival deportivo. Fue algo gradual que sin permiso suyo fue creciendo cada vez más, hasta que de manera inconsciente fue Kaminari apareciendo más constantemente en sus pensamientos que cualquier otra cosa.

Cuando Bakugou vino a ver, sus sueños trataban el 90% de Kaminari y haciendo cualquier estúpida acción que para él se veía hasta cierto punto adorable, pero claro no iba a decir ninguna de esas cosas. ¡Era algo jodidamente vergonzoso!

Además, según él no tenía tiempo para romanticismos ni otras cosas de esa índole, eso sin pensar el hecho de que ambos eran dos chicos y de la supuesta heterosexualidad de Kaminari.

Aún si considerase lanzarse por ese impulso que su corazón le dictaba de manera rebelde a lo que realmente pensaba, estaba la probabilidad que no sirviese de nada porque todos sabían que a Kaminari sólo le gustaban las chicas.

O eso es lo que él decía el rubio eléctrico.

Bakugou durante unos meses reprimió sus sentimientos, intentando que no aumentasen las ganas de tomar a ese chico despistado entre sus brazos. No, era algo inaceptable.

Lo intentó, vaya que lo intentó.

Podía manejar sus sentimientos, y tratar de esconderlos a pesar de que fallaba rotundamente porque todos se habían dado cuenta. Pero, nadie le decía nada por miedo a que él les explotara la cara. Y Kaminari, bueno, él seguía tapado en el gran velo de la ignorancia.

“¿Premio o castigo?” Se preguntó el cenizo al pensar en lo jodidamente torpe, ignorante, denso y despistado que podría ser Kaminari Denki acerca de esta situación.

Por Dios, hasta una vez Kirishima le dio un golpe al hombro porque se estaba comiendo a Kaminari con la mirada sin darse cuenta. Y bueno, el otro rubio estaba en ese momento jugando con su Nintendo Switch, aparentemente ajeno a lo que había sucedido en ese momento.

Bakugou estaba entre la espada y la pared. No sabía si aliviarse porque Kaminari no tenía sospecha alguna, o arrancarse la cabeza porque de todas maneras, todo el mundo sabía que le gustaba.

Morirse dignamente sonaba mucho  mejor que escuchar consejos innecesarios donde le recomendaban hablar antes de que fuera más severo este barullo de emociones que sentía.

Sin embargo, un día se hartó de todo. Y estalló, literalmente. Su dignidad se desvaneció como las chispas que se habían formado en sus palmas.

Estaba en pleno día de descanso. Una vez más había sido atrapado viendo a Kaminari, y ésta vez había sido Deku quien le había descubierto. Oh, no. No iba a permitir verse débil ante su compañero-amigodelainfancia-rival.

Antes muerto.

Grita fuertemente haciendo que el pecoso tiemble. Incluso Kaminari que una vez más estaba ajeno a todo volteó a verlos. Bakugou ya estaba decidido y no había marcha atrás.

Al carajo guardarse todo, al carajo la dignidad; no iba a volver a verse tan débil ante Deku ni ante nadie. Arrastra los pies y se dirige con una mirada asesina a Kaminari, el cual se puso nervioso al verlo acercarse.

Traga saliva al tener al chico frente suyo.

—Tú, idiota. Date cuenta de una maldita vez que me gustas —dice lo suficiente fuerte para que todos escuchen. Le señala con firmeza, a pesar de sentirse temblar.

Kaminari se ruboriza con violencia.

—¡Yo de verdad pensé que no te gustaba! — le contesta entonces, en una risa nerviosa.

Un “Ah” cansino se escuchó del resto de la clase que estaba viendo la escena. Bakugou lo hubiese matado, pero sólo lo besó.

 Bakugou lo hubiese matado, pero sólo lo besó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

N/A. Dios te bendiga, Izuku.

About explosions and electricity || Bakukami / Kamibaku ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora