4. Oportunidades inexistentes

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Muevo mi cabeza de lado a lado intentando relajar mi cuello por lo adolorido que lo siento. Anoche mis hermanas pequeñas decidieron que era buena idea ir a dormir conmigo así que terminé en un revoltijo de sábanas y con ellas tirándome al piso en plena madrugada. Hoy, además, tuve que levantarme más temprano de lo habitual para recoger la memoria de mi cámara y ordenar algunos asuntos con los demás chicos del periódico.

Madrugué como nunca en mi vida. No tuve muchas horas de sueño antes de tener que venir para acá. Cierro lentamente mis ojos, quizás reposar un poco no me hará daño.

—Toma.

Abro los ojos asustada cuando siento caer una carpeta en mi pupitre. El primer pensamiento que tengo al despertar de mi pequeña siesta es que había olvidado nuevamente la tarea en casa. El segundo pensamiento que tengo es que yo nunca hago mis tareas así que eso no es posible.

El rostro de Megan aparece en mi campo de visión y no voy a mentir al decir que no me lleve el susto de mi vida al verla. Y el tercer pensamiento que tengo es por qué rayos nadie me deja dormir.

—¿Qué es esto?

—El director pidió que le llevaramos una copia del periódico antes de publicarlo.

—¿Por qué?

Tomo la carpeta entre mis manos ojeando los artículos de mis compañeros hasta llegar al trabajo que hice ayer, me detengo en la portada y la maravillosa e impecable fotografía de Kori Beale en ella, bajo el título de "Luego de una mala racha, ¿será que los búhos llegan al campeonato?"

—Ni idea, luego de lo que pasó con Mavroski han estado revisando todo lo que hacemos.

Hace unos meses se publicó una fotografía de un chico que habían encontrado besando a los muñecos de primeros auxilios. Sinceramente yo no tomé la foto de Jason Mavroski porque ese día ni siquiera había venido a clases, si no que uno de mis compañeros tomo la fotografía con su móvil y luego la publicaron.

Según lo que sé, Jason había estado demorando mucho en los vestidores y cuando sus amigos lo fueron a buscar, lo encontraron besando a uno de los muñecos de primeros auxilios, vaya a saber alguien por qué. Como la noticia está muy latente aún, Jason ha estado yendo a la consejera educacional por todas las burlas que ha recibido.

Busco las fotos del juego de ayer, sonriendo por la elección de mis compañeros. La portada capta el momento exacto que Kori saltó para encestar. Su perfecta sonrisa burlándose de todos los del equipo contrario, de todos sus contrincantes y a la vez, disfrutando el acalorado momento que le dio al público con su impecable jugada. Es tan perfecta como él.

—Joy...

Golpea la parte trasera de mi cabeza con la carpeta haciendo que me gire a verle mal.

—¡Aush!

—¡Muévete!

Sin decirme nada más se va. Suelto un bufido porque de seguro está muy sonriente ahora y que ella esté feliz me molesta. Levanto mis cosas y la carpeta para dirigirme al despacho del director y mostrarle nuestro trabajo.

Camino lentamente porque nadie me apura en estos momentos. Los pasillos están bastante vacíos, exceptuando a unas cuentas personas que están llegando a sus salones, pero no los culpo, yo tampoco tendría ganas de llegar tan temprano a clases.

Suelto un bostezo de esos que hasta te sacan lágrimas cuando llego a la puerta de secretaria.

—Buenos días señorita Arlete.

La secretaria me sonríe ampliamente, dejando lo que estaba escribiendo en su computadora a un lado para prestarme atención a mí. Como he estado a cargo de varios asuntos por pertenecer al periódico tanto la secretaria como el director me han visto unas cuantas veces paseándome por aquí.

No hay lugar en tu corazón [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora