32. Todo lo que nos toca decir

1.8K 240 71
                                    


—Mamá me sigue preguntando por qué no traigo un novio a casa.

Dejo caer mi antebrazo sobre mis ojos, el sol está pegando fuerte estos días y me molesta en los ojos. Escucho a Nadine soltar una risa junto a mi, también echada sobre el tierno pasto.

—¿Le dijiste que es porque Kori no sabe dónde vives?

No puedo decirle eso.

—No, ella no necesita saber sobre él.

Y es cierto, si ella se enterase que me gusta un chico desde la primaria nunca me dejaría descansar el tema.

Nadine vuelve a reírse.

—Tarde o temprano se tendrá que enterar o acaso no piensas decirle al pobre chico. De seguro anda por los pasillos muy tranquilo, sin imaginarse que algún día una chica se acercara y le dirá: ¡Cásate conmigo!

A pesar de que cubro mi rostro, mis mejillas se tiñen de rojo tan fuerte y caliente que siento que estuvieran en llamas.

—¡NO LE PEDIRÉ ESO!

Pff, que aguafiestas. ¿Entonces qué harás?

—Nada, seguiré pensando en él en silencio.

—¿Querrás decir acosando en silencio?

—¡No! ¡Quise decir pensando!

Se vuelve a reír, esta vez más suave, terminando en un leve suspiro. Se asemeja al que hace el viento cuando choca contra las ramas de un árbol.

Es agradable.

—Pero... —quito mi brazo, observando las nubes moverse en el cielo—, tal vez deba decir algo, mi mamá piensa que quizás me gustan las niñas y no tengo idea de cómo contarle.

—Y eso... ¿estaría tan mal?

Al voltear mi cabeza veo que Nadine también giró la suya. Ella parpadea lentamente.

—No lo sé, nunca he escuchado algo de mis padres que me haga creer que son homofobicos.

Vuelvo a mirar al cielo.

—¿Y qué hay de ti? —la escucho tan cerca, pero tan suave que sé que aún está mirándome. Casi como si no hubiera querido preguntar.

Sonrío.

—Yo no tengo ningún problema, pero hasta que Kori no se vuelva una chica, nunca lo sabré...

Eso saca una carcajada a mi amiga, aligerando el ambiente de inmediato.

—¡Por supuesto que dirías eso! El día que ustedes se casen lo diré en el discurso: "hombre o mujer, eso no importa, mientras sea Kori Beale". Nadie más importa.



—¿Qué?

Sus manos caen de mis hombros. El shock detuvo mis lágrimas y lo único en lo que puedo pensar es en todo lo que sus palabras significan.

—Yo... no quería que te enteraras así.

Retrocede un par de pasos, pasa la mano por su rostro y ahí recién puedo percibir los detalles: sus párpados caídos, las marcas debajo de sus ojos, muestras de que ha dormido muy poco o definitivamente no ha dormido.

Por segunda vez creo que desconozco a la persona que tengo enfrente.

Me tiemblan las manos, pero no entiendo por qué. Veo a Nadine como si no la conociera nada, todo su aspecto infantil y juguetón se perdieron en alguna parte, ahora solo hay frente a mi una persona cansada y triste.

No hay lugar en tu corazón [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora