Un día sombrío promete grandes desastres, y justamente ese día lo era. Alaska Hartley fue vista por última vez aquel martes dieciséis de octubre, nadie sabe qué pasó con ella, no hay cadáver pero tampoco se podría asegurar que ella esté viva, no hay...
—Debemos hablar sobre lo que pasó, hay que eliminar a algunas personas, hay un chico que sabe de todo esto.
—¿Estás seguro? ¿Cómo podría alguien saberlo?
—Lo sabe, él me observó y analizó varias veces cuando estaba con Alaska y yo no lo había notado, le reste importancia y me olvidé por completo de él.... no estuvo cerca ese día por lo que aún nos recuerda.
—Sí, creo que sé de quien hablas.
—Bueno ¿Y qué más da? ¿En qué nos afectaría que lo diga? Creerán qué está loco.
—Nos afecta porque es la misma versión que tiene la policía, no queremos que todos enloquezcan por lo que ese idiota tenga para decirles, una versión es suficiente... Pero si más de una concuerda las cosas cambiarían, es claro que podemos desaparecer en cualquier momento pero no me gusta dejar cabos sueltos, además, aún tenemos tiempo de matarlo antes de terminar todo.
—Podríamos haber arreglado lo de la policía y nadie pensaría si quiera en eso.
—A mí no me molesta, de hecho entiendo tus razones y resulta divertido que lo sepan y que él idiota ese sepa que aún así nunca podrán encontrarnos... Por eso él era el único al que habíamos dejado recordarnos ¿No?
—Así es... ¿Y bien? nuestro pequeño problema.
—Está bien, yo lo arreglaré.
—Perfecto
—Y.... ¿Cuál es su nombre?
—Harry.
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Meses antes....
Martes 18 de septiembre.
Alaska
—Estoy hablando en serio— dice Jeremy con una sonrisa, me le quedo viendo un poco... Tiene una bonita sonrisa —¿Debería preocuparme de que me estés mirando de esa forma?
—No te estoy mirando de ninguna forma —digo enarcando una ceja —No seas egocéntrico.
—Sé que soy hermoso pero recuerda que somos amigos —no puedo evitar reír mientras continuo comiendo. Estamos en la cafetería del pueblo, es un lugar pequeño pero muy concurrido y más aún en las mañanas.
—¡Hola chicos! ¡Buenos días! —dice un emocionado Harry sentándose junto a nosotros.
—Buenos días... ¿Harry? —digo sorprendida, nunca lo había visto tan feliz.
Harry y yo nos conocemos desde que éramos niños, es un gran amigo, no tanto como lo es Jeremy a quien a pesar de solo llevar un año de conocerle se ha convertido en alguien muy importante para mí, pero nos llevamos bastante bien... Solía ser mi mejor amigo, pero he de admitir que nos distanciamos un poco.
