Capítulo 11

50 4 0
                                    

Lunes 1 de octubre.

Alaska

He pasado la semana más extraña de mi vida. Jeremy fue a una actividad escolar a otra ciudad y regresa hoy, ahora es Jake quien me evita y parece cada día más distante y serio. He pasado más tiempo con Matt y Chase, pero no tanto como con Alex.

Así es... Hemos salido toda la semana, yo lo tuve que obligar un par de veces pero eso es lo de menos. Sigue siendo igual de frío conmigo pero pareciera que mi presencia ya no le fastidia tanto.

Ni siquiera se porqué lo busco, después de todo era yo la que le tenía miedo ¿no? Aunque en momentos aún logra asustarme.

Estoy realmente confundida, nos hemos besado un par de veces pero nunca hablamos de ello y no se que es lo que eso significa. No se que sucede entre nosotros... Pero no quiero dejar que eso se vaya.

Creo que está empezando a gustarme.

—Aska — Me sorprendo al escuchar a Jake, no me había hablado en toda la semana, no desde que mencioné a Camille. —Jeremy ya lleva un tiempo esperándote abajo.

—Bajo enseguida —Digo mientras me pongo los zapatos.

—Una eternidad —Jeremy rueda los ojos cuando me ve bajar —¿Has pensado en que con tanta agua podrías gastarte?

—Seguro es lo que tu has estado pensando —Digo fingiendo olerlo mientras hago una mueca. Él sonríe y entonces yo lo abrazo fuertemente —Te extrañé.

—Yo igual —Dice tomando mis cosas —¿Nos vamos?

—Bien —Me despido de Caitlin y mi papá y subo al auto de Jeremy.

—¿Iras a la fiesta de Amanda? —pregunta.

—¿Quién es Amanda?

—¿En qué mundo vives? Está en último año.

—Bien ¿Y porqué yo iría a su fiesta?

—Es su cumpleaños y me invitó—Dice encogiendose de hombros —Siempre invita a todo el mundo para parecer más importante.

Sonrío, siempre criticando a todo el mundo.

—Y tú iras conmigo —Abro la boca para replicar — Y antes de que inventes alguna excusa, me lo debes, que no haya estado aquí no quiere decir que los rumores no corran.

—¿Qué rumores?

—Tú y Alex curiosamente faltando a muchas clases esta semana —dice con fastidio.

—Bien, bien.. Iré —digo cortando el tema.

—Y nada de invitarlos a ellos.

—Dijiste que ella invita a todo el mundo, créeme que estarán ahí.

—Espero que no.

Llegamos a la cafetería y pedimos el desayuno, está llena como de costumbre e igual de cálida que siempre.

—¿Tú y él tienen algo? —Pregunta un poco cabizbajo.

—No... O bueno, no lo sé —Digo encongiendome de hombros —No es alguien muy expresivo.

—Pero tú si.

—¿Y qué se supone que yo deba hacer?

—Preguntarle.

—Ni de chiste.

—Tienes miedo.

—¿De qué hablas? ¿Porqué tendría miedo?

¿Dónde Está Alaska? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora