Tony sonrió cuando el ascensor al abrir sus puertas y pudo ver a Fury junto a María Hill a su lado.-Fury, Hill, es un placer tenerlos aquí.-Soltó un silbido y de pronto llegó un perro hasta donde ellos.-Oh, les presento al nuevo integrante de la familia. ¿No es lindo?
María asintió y acarició la cabeza del perro.-Es hermoso.-Ella sonrió.-¿Cómo se llama?
-Fury.
Fury lo miró.-¿Qué quieres?
El castaño negó.-Oh, no te hablaba. Sólo respondía a la pregunta de Hill.
Hill cubrió su boca para que no se escuchara su risa. Era tan cómico esto, su mirada se fue al perro de color...-Es negro. Oh, Stark, tú si sabes como burlarte de la gente.-Su risa se cortó al ver el rostro de Fury.-Quiero decir, es de mal gusto hacer este tipo de cosas.
Tony detrás de su espalda sacó un parche y se lo colocó al perro.-Mucho mejor.-Miró a Fury y le sonrió.-Espero disfrutes la fiesta.
-Al menos nos invitó.-Hill sonrió y acarició de nuevo al perro que estaba sentado frente a ella.
-Deje ese perro, Hill.-Ella bufó.
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-¿Por que no tienes más amigos?-Quill miró al chico a su lado, Harley se concentraba más en el libro de química que tenía en sus manos que en la fiesta que era suya.-Digo, no es como si fueras timido.
Harley se mordió el labio.-Pues...
-Hola Harley.-Emma se apoyó en su casillero y le sonrió.-Me preguntaba si te gustaría venir a la fiesta que haré este fin de semana en mi casa. Es mi cumpleaños y pensé en ti. ¿Qué dices?
-Estás molestándome, intento abrir mi casillero.-Fue lo único que dijo.
Emma se rió.-Es como a las 12, irán muchos chicos de nuestro salón. Seguro te la pasas increíble, Harley. Así nos podemos conocer mejor.-Le guiñó un ojo.
Suspiró.-Mira, si quieres sexo, ve y busca a otro. No me interesa ver como me coqueteas, no me interesas y no me interesa ir a una fiesta que estará llena de idiotas que lo mejor del mundo es beber su peso en alcohol.
La castaña negó aún manteniendo su sonrisa.-Eres tan gracioso, pero estoy segura que te gustara conocer mi habitación.-La mano de ella fue al cierre de su chaqueta y jugó con él.
Detuvo la mano.-Nunca dejaría que me tocaras porque no estoy interesado en las mujeres y si lo estuviera, no creo que funcionaría porque no me gusta tu actitud-Le dio una sonrisa mientras le guiñaba un ojo y se fue de ahí.
-Eres un idiota, Harley.-Le gritó.
Volteó a verla y sonrió.-Me dicen eso tantas veces.
-Soy un encanto, como puedes ver.-Harley sonrió.
Quill bufó.-Lo eres, hasta que abres la boca.
El menor se rió con eso.-Toda la razón, pero no es mi culpa.-Miró al mayor.-La gente estúpida agota mi paciencia. No sé porque sigo hablando contigo, debe ser lastima.-Sonrió y devolvió su mirada al libro.
-Harley.
-¿Si?
-¿Por qué no estás disfrutando tu fiesta?-Le preguntó.-Sé cuanto querías cumplir los 16, así que no lo entiendo. Estás aquí leyendo y parece que todo el mundo se divierte menos tú.
Harley volvió a mirarlo.-No es nada.
El mayor rodó los ojos.-No eres bueno mintiéndome.
-Es sólo que...-Desvió la mirada.-Quizá, esperaba algo que no ha pasado aún.
-¿Algo como qué?
-Una llamada, un mensaje o una maldita señal de que se acordó de mi cumpleaños.-Bufó.-pero, no. Seguro que en este momento se está acostando con alguna idiota que conoció en una salida al bar.
Quill abrió la boca levemente. Estaba sorprendido, nunca pensó ver así al menor.-¿Harley? ¿A quién le estás haciendo está escena de celos?-Sonrió.-Espera ya sé.
-No, cállate. Esto no es una escena de celos, es sólo una molestia porque no se acordó de mi cumpleaños.
-Si fuera así no te importaría tanto de que estuviera acostándose con otra persona.
El menor le estampó el libro en la cara con fuerza.-Vete con tu novio que seguro ya está siendo traumado por Bucky.-Bufó.-Y intenta que no sé cuenta de lo idiota que eres y te deje de nuevo.
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Strange sonrió, tomó la mano de Ross y lo alejó de Clint y Bucky, ya había sido suficiente.-Siento todo eso, no espere que en verdad te hicieran tantas preguntas. Me sorprendieron.
-¿Lo hicieron?
-La verdad, no.-Ross negó.-pero, al menos no te preguntaron nada demasiado personal, creo que fue porque a mi me habían preguntado sobre esas cosas.
Ross acarició la mano que tenía entrelazada a la del más alto.-Tus amigos son bastantes peculiares, creí que Barnes sería el único raro, realmente estaba equivocado.-Strange se rió de eso.-Dime que al menos no respondiste esas preguntas.
-¿Crees que les dirías lo que hacemos?-El más alto besó la nuca del más bajo.-Eso se queda entre tú y yo.-Sonrió.-pero, no puedo creer que crean que yo soy quien...
-Oh, calla.-Ross pidió.-Tuve que soportar a Barnes preguntando sobre nuestra posición todo el día de ayer. Me envió demasiados mensajes. ¿Por qué quieren saber eso?
Strange sonrió.-Es obvio que quieren saber la forma en que te domino.-
-¿Qué?-Ross soltó una leve risa.-Si, eso no me pareció hoy en la mañana, Stephen.
-¿Qué tal ayer?-El más alto sonrió.-Eso dice otra historia.
Ross bufó.-¿No se supone que entre tú y yo no ha pasado nada?
-Aún no puedo creer que se crean eso.
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Harley tomó su celular por decima vez en 3 minutos, nada de nuevo, ningún mensaje, ni llamada perdida.
¿Por qué demonios le importaba tanto?
Se paró del sillón y caminó hasta salir del salón, quizá lo mejor era irse a su habitación.
Miró las escaleras, si, no había sido un cumpleaños tan malo, tenía varios regalos, su familia estaba todo ahí. Era una buena fiesta, podría decir que no necesitaba nada más, pero necesitaba algo.
Sólo eso.
Desbloqueó el celular de nuevo e iba a revisar de nuevo.
Nada.
Nada como hace 10 segundos.
Hizo una mueca.
Miró hacia arriba al sentir las puertas del ascensor abrirse. ¿A quien más había invitado su padre?
Por lo que sabía todos estaban ahí ya.
-¿De verdad crees que no vendría para tu cumpleaños, Harley?
Sonrió.-Harry.
