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Ross suspiró y miró a su novio.-¿Stephen, es tan necesario que estés sentado sobre mis piernas? Estoy intentando trabajar, pero no lo haces fácil.
Asintió y recostó su cabeza en el hombro del más bajo.-Me gusta estar así.
-Si, pero no debes estar así. En cualquier momento puede entrar algún compañero de trabajo y nos verá así.
-¿Te preocupa tu reputación de agente malo, Ross?
-No, me preocupa que piensen que salgo con un adulto que actúa como un niño y que en este momento está doblado tan sólo para recostarse sobre mí.
Soltó una risa al oír. Everett tenía una manera muy rara de demostrar su amor hacía él, pero esa personalidad era lo que le había atraído desde un principio. El hombre parecía tan serio en cada momento y cada vez que él se acercaba, Everett se colocaba a maldecir a todos, si no le agradaba nada a su novio. -¿Recuerdas nuestro primer beso?-Bufó.-Oh espera, no lo haces, había olvidado que estabas ebrio. Estabas en esa fiesta organizada por la CIA, recuerdo que sólo me hice amigo de uno de los agentes para que me dejaran entrar y así poder acercarme a ti, me viste y te alejaste para comenzar a beber.-Sonrió.-Recuerdo que estabas mareado, así que decidí llevarte al baño para que te pudieras refrescar.-Se rió.-Te terminé besando cuando intentabas salir del baño.
-Me acorralaste contra la puerta, luego me besaste y yo no dude nada en corresponder ese beso.
Sacó su cabeza del hombro de Ross y lo miró. Se supone que su novio no recordaba eso.-Tú...
-Si. ¿Nunca te he dicho que tengo mucha resistencia al alcohol?
-No estabas ebrio.-Exclamó sorprendido.-Everett, eso fue hace casi un año, me mentiste todo este tiempo.
Everett asintió.-Lo sé, pero supongo que no estaba listo para lo que tú querías.
-Entiendo.-Llevó su cabeza hacia el cuello del más bajo y comenzó a besar el cuello despacio, sus labios apenas rozaban el cuello.-¿Por qué no nos vamos a mi casa? Ya terminaste todo aquí.
-No aún, tengo que terminar esto.
Bufó.-¿Qué es tan importante para negarte a llevarme a casa?
-El duende verde.-Respondió su novio.-Estoy encargado de su captura, los de arriba lo quieren en la Balsa, así que una vez que lo tenga, será enviado allá.
-Oh. Espero que no se escape.-Se rió al sentir el golpe en su brazo de parte de Ross.-Sólo bromeó, aunque no es mi culpa que Rogers lograba sacar a sus amigos de ahí.
-Stephen, me voy a parar, te dejaré en el suelo y me iré a mi casa.
-Te quiero.-Le susurró con una leve sonrisa.
Everett tomó su collar y sonrió.-Puede que sienta lo mismo por ti.
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-Hola mis amores.-Sam sonrió y abrió la caja que había en la habitación de Scott.-Les traje un poco de azúcar.
Agarró la bolsa que había en la mesa, de ahí sacó tres cubitos de azúcar y las colocó dentro de la caja viendo como las hormigas iban a buscarlos.
-Oh. Estás aquí.-Scott lo abrazó por la cintura.-Veo que les trajiste su almuerzo.-Un beso fue dejado en su mejilla y luego sintió la cabeza de su pareja en su hombro.-Gracias por cuidarlas conmigo.
Sonrió al oír eso. Nunca se imaginó cuidando a algunas hormigas, pero con Scott en su vida todo eso cambió.-Me agradan. Te ayudan en tus misiones, así que debo mantenerlas fuertes para eso.-Tomó las manos de Scott.-Aún no puedo creer que uses a la hormiga Clint para espionaje.-Se rió.-Es un honor para él.
Scott asintió.-Por supuesto, se lo dije y se alegró mucho.
Se rió.-La vida es tan rara en esta torre, Scott. Tenemos un perro que se llama Fury, tenemos hormigas que tienen diferentes nombres cada una, tenemos a dos idiotas esperando hijos, lo cual es una locura, un emo, los raritos de las capas, una paleta, una asesina profesional, un tipo verde, un chico araña, un tipo del espacio obsesionado con la música antigua, un millonario que pronto será pobre, un chico genio, una chismosa, una obsesionada por los gays.-Bufó al terminar eso.-Somos una familia única.
-Y no olvides lo que se van a unir después.
-Sólo imagina este lugar con más gente, una maldita locura.
Scott se rió.-Bienvenido a la locura de los Vengadores, Sam Wilson.
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Metió sus manos en los bolsillos y le subió a la música.
Su música era triste.
En ese día, Sam Smith lo acompañaba mientras hacia el esfuerzo por no ponerse a llorar en medio de la calle yendo de vuelta a la torre.
Nunca tuvo personas importantes más que su madre, pero eso cambió cuando conoció a Tony.
Luego vino venir a la torre, ahora tiene tíos, hermanos, un perro y hormigas, pero aún así no tenía amigos.
Y vino Quill, con su idiotez y su manera de arruinar todo a su alrededor por su coqueteo, fue inevitable permanecer cerca de él, el idiota lo atrapó con las historias sobre el espacio y poco a poco se fue haciéndose su amigo, claro luego todo se fue al diablo cuando sintió algo por él, pero ahora, sólo lo ve como un amigo, quizá como otro hermano mayor. Ambos están para el otro cuando se necesitan.
Levantó la vista y se detuvo frente a la empresa a la cual venía asistiendo cada día desde hace unos meses.
Hizo una mueca, dio un paso adelante, pero luego negó y siguió caminando hacia la torre.
Harry.
Luego vino ese chico con toda su cursilería y sus frases de inspiración que eran una mierda, pero encantadoras de alguna manera. Su forma de tratarlo como su igual, demostrándole lo interesado que estaba en sus inventos, dándole materiales o un lugar donde hacerlos, cada vez se fue haciendo más importante para él. Fue queriéndolo poco a poco.
Se pasó la mano por la mejilla retirando con fuerza la lágrima que caía por ella.
Recuerda abrir la puerta y ver ese maldito traje colgado de una gran vitrina. Sólo faltó ver el rostro de su ex novio para saber que todo eso era verdad, la forma en lo que lo miraba con un cumulo de emociones en sus ojos, había tanto en ellos.
Sabía que lo lastimó con las palabras que le dijo, pero no era el único que sufría en ese momento.
Desearía poder pedirle a su tío Strange que devolviera el tiempo para disfrutar más a su lado.
-Idiota.-Masculló enojado.-Suenas tan idiota.
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Bueno, decidí hacer una maratón son 4 capítulos, ya van dos.
Los otros 2 los subiré más tarde porque así se disfruta más.
Amor y paz 🌼❤
