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Era un milagro, definitivamente era un milagro; no había otra explicación que esa. O tal vez había muerto, ahogado con su propia lengua y lo que estaba presenciando ante él eran las puertas del cielo materializarse en su más grande fantasía.

Bueno, no eran los brazos abiertos de Derek Hale recibiendole con adoración ni mucho menos, pero Stiles consideraba que el jardín lleno de adolescentes y alcohol donde Isaac Lahey celebraba su cumple años era una buena segunda opción.

No sabía cómo es que había conseguido el permiso de su padre...

Bueno, sí sabía, gracias a que Scott había intervenido y prometido que sería una fiesta segura, además de ofrecer que podía quedarse en su casa a dormir esa noche si es que no podía buscarle después por su patrullaje (lo que los dos adolescentes sabía sucedería).

Stiles sentía que estaba casi volando, escuchando la música aturdirlo por el alto volumen y los adolescentes bailando sin control, el olor de sustancias que no reconocía y las bebidas de las que apenas había probado unos tragos antes.

Era extraño, pero el castaño se encontró a sí mismo disfrutando mucho aquel nuevo ambiente.

No era la primera vez que iba a una fiesta, pero definitivamente sí era la primera en donde se encontraba también Derek Hale y podían suceder cosas que definitivamente no harían feliz a su padre.

-¡Stiles, no puede ser, sí estás aquí!-

El adolescente sonrió emocionado y se giró para encontrarse con la dueña de esa voz casi chillona. Lydia le sonreía igual de feliz y le saltó encima para abrazarle como si no se hubiesen visto el día anterior.

-¡Lo se, yo tampoco puedo creerlo!-chilló dando un par de saltitos y Lydia tomó sus manos.

-¿Cómo lograste que tu padre te diera permiso?-preguntó impresionada, levantando la voz lo suficiente para que el otro le escuchara por encima de la música.

-Eh...-comenzó a hablar Stiles, pero una tercera voz le interrumpió.

-Gracias a mí-con una sonrisa divertida, Scott pasó un brazo por los hombros de su mejor amigo y este sonrió agradecido-Su padre es un hueso duro de roer, pero confía en mí lo suficiente-

-Y qué terrible decisión-se burló Lydia.

-Para él, no para mí-Stiles rodó los ojos y luego sonrió divertido.

Los tres rieron y Stiles se abrazó al torso de Scott, sintiendo un cosquilleo agradable en su estómago. Se sentía tan cómodo e incluído, por primera vez no se sentía lejano o como si sus amigos estuviesen por encima de su cabeza.

-¿Quieren algo de beber?-preguntó la pelirroja de pronto, mirándolos con picardía y Stiles de inmediato se negó.

-No creo que sea buena idea...-

-Te quedarás conmigo, hermano, ¿qué tan malo puede ser tomarte uno o dos tragos?-insistió Scott, dandole palmadas en su hombro y sonriéndole con complicidad.

Stiles no pudo evitar ceder y sonreír avergonzado, aceptando la propuesta de su amiga pelirroja y Lydia gritó emocionada.

-Tampoco quiero excederme-le advirtió a Scott, mirando cómo este le soltaba y ya estaba moviéndose al ritmo de la música.

-Mientras no bebas más de la cuenta, no te pasará nada-dijo el moreno con simpleza.

-¿Y cómo se cuándo es suficiente?-el castaño sonrió con sorna y se cruzó de brazos.

Scott soltó una carcajada y le dio una palmada en la espalda.

-Lo notarás, te lo aseguro-

Stiles le creyó y consideró que en realidad su amigo tenía razón. Cuando se sintiera mareado, dejaría de beber y descansaría hasta que el efecto se pasara; y así disfrutaría toda la fiesta sin complicaciones.

Además, no tenía porqué pasar algo malo, después de la fiesta iría sano y salvo a casa de Scott, y su padre jamás se enteraría de que había probado una gota de alcohol.

Lydia llegó pronto con un vaso rojo lleno de un líquido azul y Stiles percibió por el olor que no estaba tan fuerte. Pero, la pelirroja le advirtió que a veces eso podía ser engañoso y debía tener cuidado de todos modos.

El tiempo pasó más rápido de lo que pudo notar, habían entrado a la "pista" de baile en el jardín, Scott se había perdido (según él a buscar a Liam que recién había llegado) y Stiles saltaba, supuestamente bailando y gritando feliz.

Aunque todavía no había visto a Derek, realmente se la estaba pasando bien y Stiles se arrepintió de todas las fiestas que se había perdido por no insistir lo suficiente.

Eran pasada la una de la mañana y Stiles trataba de hacer su camino al interior de la casa por otro trago, ya que Lydia había desaparecido. Apenas llevaba dos tragos, se sentía bien y tenía sed de todos modos.

Pero, al pasar por la puerta de la cocina sonriendo sólo porque la canción que sonaba era una de sus favoritas, se encontró con algo que ni en sus peores pesadillas quería ver y le golpeó más fuerte que una botella de tequila.

Derek Hale le estaba comiendo la boca a una chica, Stiles sabía que se trataba de Jennifer Blake porque Lydia le había advertido sobre ella y Scott le había dicho que no tenía nada de que preocuparse.

La chica estaba trepada encima de él y Derek la apretaba contra su cuerpo, realmente yendo hasta el fondo con su lengua y hasta creyó oírla gemir aun con la música tan alta; como si el chiste fuera que todos escucharan.

Stiles sintió como si quisiera gritar de la impotencia y enojo, pero no lo hizo. No quería sentirse aun más en ridículo.

Tal vez fue por el alcohol que había ingerido o el dolor que aumentaba en su pecho por cada segundo que veía a la pareja que ni siquiera había notado su presencia frente a él...

Pero Stiles sólo se estiró y tomó una botella casi entera de vodka de la encimera sin decir nada o hacer algún ruido; no vaya a ser que los interrumpiera en su "momento especial".

Y se fue de ahí lo más rápido que pudo, con el corazón y sus esperanzas destrozadas una vez más.







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Luv u all,

Claude💜

𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊 (𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang