OO9

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-¿Entonces... no vamos a hablar de lo que pasó ayer en la fiesta?-

El estómago de Stiles dio una vuelta, no por mareos causados por alguna resaca (que sorprendentemente no tenía, gracias a Dios), más bien por los recuerdos de la noche anterior golpeandole en la cara como un camión de basura.

El castaño sabía perfectamente lo que había hecho, podía recordar todo y su pecho se hundía cada vez que lo hacía. Derek, esa chica, esa maldita botella de vodka barata y cigarillos que se consumían entre sus labios como si fuese lo más natural por hacer.

Stiles sabía a qué se refería Scott, pero eso no quería decir que no podía hacerse el tonto porque eso dolía menos.

-No recuerdo nada, Scott-mintió, sin mirar a los ojos de su mejor amigo porque entonces el moreno sabría lo que estaba haciendo.

Siempre sabía, pero se hacía el tonto porque Scott tenía un punto débil cuando se trataba de él y símplemente le era imposible herirle, así fuese con la verdad.

Aunque fuese necesario; aunque eso le hubiese salvado de años de dolor y rechazo. Scott lo había intentado, pero tal vez nunca era lo suficientemente cruel para hacerle entender.

-Ah, ¿en serio?-preguntó Scott, sin creerse lo que el castaño decía y se cruzó de brazos.

-No-susurró Stiles, con la voz rota y necesitando un abrazo más que nunca.

Entonces, el pelinegro suspiró y se dejó caer sobre el colchón de su cama; mirando a Stiles sentado en el suelo, abrazando sus rodillas a su pecho aún en el pijama que le había obligado a usar la noche anterior.

Se veía triste, él no era ciego para no notar que Stiles estaba mintiendo y que en realidad sí recordaba todo lo que había sucedido en la fiesta de Isaac. Scott entendía que no quisiera hablar de eso, pero aun así se sentía impotente.

Había dejado solo a su mejor amigo por estar con Liam, pensando que estaría bien con Lydia y Stiles por fin se divertiría sin pensar en Derek (aunque obviamente su razón para ir en primer lugar era 90% Derek).

Era el peor mejor amigo del mundo, realmente se sentía como el peor de los peores en esos momentos.

-Lo siento, Stiles-dijo en voz baja con remordimiento, arrugó su ceño y apretó sus puños sin saber qué hacer-Todo fue mi culpa-

Stiles levantó sus ojos del suelo donde había tratado de distraerse con las líneas abstractas y las manchas creadas con el tiempo; posó su mirada sobre su amigo y también fruncio el ceño.

-¿Por qué te disculpas?-

-Si no te hubiese dejado solo...-

-No estaba solo, estaba con Lydia-le interrumpió Stiles, negando con la cabeza suavemente-Nadie me obligó a beber, Scotty, fui yo, yo quise símplemente dejar de pensar y ahogarme en mis penas por un rato... si alguien es culpable, entonces ese soy yo-

Scott no dijo nada, no supo qué decir. No se sentía correcto lo que decía Stiles, pero en realidad no podía discutir algo que era verdad.

Nadie le había obligado, Stiles había robado esa botella solo y según lo que le dijo Allison; prácticamente estaba coqueteando con Erica Reyes por cigarillos de menta y un poco de compañía.

Aunque Scott creía imposible que Stiles coqueteara con alguien (mucho menos Erica Reyes), sí podía creer el resto.

Sobre todo, por la razón que explotó todo el desastre.

Triste o no, no era descabellado pensar que Stiles había perdido el control después de tantos años de rechazos, intentos fallidos y aunque su corazón símplemente no podía rendirse; eso no quería decir que no necesitara un descanso de todo.

Stiles podía no creerlo, pero Scott también había sufrido corazones rotos, jamás se había enfrascado tanto con una persona pero sí había sido rechazado y habían jugado con sus sentimientos varias veces.

Entendía porqué lo había hecho, pero aún así aquéllo no le hacía felíz en lo absoluto y seguía queriendo matar a Derek en esos momentos.

-¿Y... cómo te sientes, te duele la cabeza?-preguntó Scott, porque no sabía qué más decir pero estaba desesperado por ayudar a su amigo.

Stiles no se merecía ni siquiera el dolor de una cortada con papel, pero Derek se había encargado de meter su corazón en un triturador desde hacía más de cinco años.

El moreno se preguntaba siempre, ¿por qué Stiles era tan terco cuando se trataba de Derek, por qué no podía ver que lo que debía hacer era seguir adelante?

¿Por qué se aferraba tanto a un amor sin futuro, a un amor que sólo él mantenía a flote?

-Un poco, ¿puedes hacer tus huevos revueltos con tocino y espinaca para desayunar? Eso ayudaría con la resaca-pidió Stiles con un puchero y ojos de ciervo.

Scott quiso quejarse porque él también tenía resaca y no quería moverse demasiado, pero, si Stiles quería huevos revueltos y eso le haría sentir al menos un poco mejor....

Entonces Scott haría un kilo si era necesario.

El moreno aceptó con una mueca de fastidio fingido al levantarse de la cama para ir a cocinar y Stiles se rió dándole una nalgada cuando pasó por su lado; sonriendo juguetón al escuchar la queja de su mejor amigo.

Bueno, al menos parece que está más animado, pensó inocentemente Scott.

El pelinegro salió por la puerta y cuando puedo escuchar que estaba en el piso de abajo, Stiles rompió en llanto.

Abrazó sus piernas con fuerza hacia su pecho, tratando de esconderse detrás de sus rodillas y mordió su antebrazo para no ser ruidoso; sintiendo cómo sus dientes apenas le lastimaban através de la tela del pijama.

¿Por qué, por qué simplemente no podía rendirse?

Stiles también quería saberlo.








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Luv u all,

Claude💜

𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊 (𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora