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-¡¿Stiles, qué demonios estás haciendo?!-

Probablemente el grito furioso y sorprendido de su mejor amigo debió asustarle, pero Stiles estaba demasiado ebrio como para darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor además de que la música parecía derretirle el cerebro.

Soltó una risita (porque en ese momento todo era tan gracioso) y abrió sus ojos como pudo; se sentían pesados y sus sentidos graciosos, como si estuviese dando vueltas aunque en realidad estaba quieto, o al menos eso creía.

-¿Quién es?-balbuceó con una sonrisa boba como si estuviese contestando una llamada, tratando de enfocar su mirada y encontrar al dueño de aquella voz que en ese momento no reconocía.

Scott gruñó molesto y tomó los brazos de Stiles para poder levantarlo del suelo, no quería que lo viesen tirado como un vagabundo; pero parecía que de pronto pesaba 150 kilos y estaba hecho de piedras.

Tuvo que dejarlo en el suelo otra vez sin mucho cuidado al casi tropezar con una lata de cerveza, pero Stiles pareció ni siquiera sentirlo.

-Scott, idiota-espetó molesto y vio cómo su mejor amigo lo miraba confundido.

-Yo no conozco a ningún "Scott idiota"-habló arrastrando la lengua y tratando inútilmente de sentarse.

El moreno hizo una mueca de asco y preocupación, al percibir el fuerte aroma a alcohol y cigarrillos provenir de Stiles. En su aliento, ropa, cabello; Scott por un momento pensó que el otro se había bañado en nicotina y vodka.

Lo había dejado solo no más de dos horas con Lydia, ¿qué carajos había pasado en su ausencia?

-Soy tu mejor amigo, Stiles-se agachó frente a él y lo tomó de los hombros para sentarlo; dejó su espalda contra la pared y le dio una palmada en la cara para despertarlo-Scott, tu hermano, ¿me recuerdas?-

Stiles abrió sus ojos otra vez (aunque no recordaba cuándo los había cerrado) y sonrió como un niño pequeño al reconocer el rostro de Scott. Se veía borroso, pero ya podía identificar mejor la voz.

Aunque se sentía demasiado mareado para notar lo molesto que su amigo estaba.

-¡Scotty!-chilló feliz, lanzándose hacia adelante para abrazar al moreno y cerró sus ojos, adormilado de pronto-Ya te recuerdo, Scotty-susurró en su hombro.

-Sí, qué bien-dijo Scott no tan feliz como su amigo y se quitó los brazos ajenos de encima, para tomar otra vez a Stiles por los hombros y tratar de ponerlo en pie una vez más-¿Qué carajos pasó aquí, Stiles?-

El castaño se quejó como un niño al sentir cómo el otro seguía tratando de alzarlo sin exito y se removió hasta deshacerse del agarre; prefería quedarse sentado, así el mundo no daba tantas vueltas y su estómago no se sentía gracioso.

Stiles entonces recordó entre los mareos qué lo había llevado ahí (donde sea que estuviesen), el pecoso abrazó sus piernas a su pecho con fuerza y sus labios formaron un puchero al ver esos feos recuerdos frente a él.

-Estoy triste, Scotty-susurró con voz rota y Scott se dio cuenta entonces de los ojos rojos de su amigo.

Con un suspiro, dejó de intentar levantar a Stiles para poder llevarlo a otro lugar (uno donde la gente no pudiese verlo en ese estado) y se sentó él también en el suelo. El cesped bajo su trasero picaba un poco, pero suponía que podía soportarlo por Stiles.

Aunque quería volver a la fiesta y con Liam, no podía simplemente dejar a su mejor amigo ahí solo... otra vez.

-¿Qué pasó, Sti?-preguntó, sólo que esta vez con voz suave y cuidado.

No sabía cómo debía actuar porque no tenía ni idea de cómo era Stiles ebrio, maldición; sabía que antes de esa noche su amigo ni siquiera había tomado más de un vaso de cerveza.

Y ahora olía como si se hubiese tomado una botella entera él solo (o bañado en ella, más bien), además también de haberse tragado una cajetilla completa de mentolados.

Pero a pesar del buen humor que tenía hacía sólo unos momentos, ahora no parecía que fuese de los borrachos fiesteros y alegres.

Stiles negó con la cabeza, el puchero en sus labios temblando y se tapó la cara con sus manos.

Parecía que estaba a punto de llorar y Scott entendió que no habían muchas razones para que eso pasara, que sólo había una opción para que su amigo se encontrara tan mal y que en verdad, todos los caminos conducían a Roma.

Derek.

Siempre era Derek.

-¿Qué hizo ese idiota ahora?-escupió con enojo e impotencia, pero trató de calmarse para no alterar más a su amigo.

-Nada, Scott, estoy bien...-

Stiles nunca había sido bueno mintiendole y mucho menos lo haría ebrio.

-No me vengas con esa mierda ahora, Stiles, puedo ver perfectamente que no estás bien-insistió con voz apretada, otra vez tratando de no alterarse-Soy tu mejor amigo, dime qué pasó-pidió suave.

Stiles tardó casi un minuto en contestar y se quitó las manos de su rostro aunque todo lo que quería era dormir; Scott sintió las ganas salvajes de ir por Derek para matarlo a golpes cuando vio los ojos mieles ahora rojizos y llenos de lágrimas.

-¿Por qué no me quiere, Scotty? ¿Soy tan feo, demasiado irritante o símplemente no soy suficiente para él?-susurró lastimero, viéndose tan indefenso como un perrito abandonado bajo la lluvia.

La garganta de Scott también empezó a picar un poco por el dolor y la inseguridad tan real que podía escuchar en la voz normalmente cantarina de su amigo.

Sabía que Stiles estaba diciendo todo eso por el alcohol que había ingerido, que él jamás diría algo así frente a él estando sobrio. Pero, también sabía que aquello no estaba muy lejos de lo que Stiles en verdad sentía hacia sí mismo.

¿Cómo había permitido que esto sucediera, dónde estaba él mientras Stiles caía en este estado?

-No digas eso, Stiles, tú no... tú no eres nada de eso, no sólo porque Derek...-

-¿Pero por qué?-repitió Stiles interrumpiendolo, esta vez molesto y con los dientes apretados de la impotencia, su mirada perdida en algo detrás de él y casi pude ver sus pupilas temblar-¿Por qué nunca soy yo al que escogen, Scotty? ¡¿Qué hay de malo en mí, qué?!-

-Stiles...-susurró el moreno sin saber qué decir.

El castaño sonrió y soltó una risita totalmente vacía. Subió su mirada hasta encontrarse la ajena y Scott jamás había visto unos ojos tan rotos en alguien tan brillante como Stiles.

-¿Sabes lo más gracioso de todo, Scotty?-murmuró con voz amarga y la sonrisa vacía aún en su rostro-Que en realidad pensé tendría alguna oportunidad esta noche, que por fin... por fin él... pero eso siempre ha sido imposible, ¿no?-

Scott sintió su pecho apretarse y no pudo decidir a quién odiaba más, a Derek por seguir lastimando así a su mejor amigo, o a sí mismo por permitir que pasara.

Una y otra vez, esperando que aquella fuese la última.

-Vamos a casa, Sti-








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Luv u all,

Claude💜

𝐒𝐈𝐌𝐏𝐋𝐄𝐌𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐍𝐎 𝐓𝐄 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐄 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊 (𝐏𝐀𝐔𝐒𝐀𝐃𝐀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora