Capitulo X : ¿Te quiero?

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Pv Dohko

Había ido a buscar a Shion para invitarlo a la cena que Milo tenía preparada para año nuevo, pero solo conseguí que me rompiera el puto labio.

¿Porqué me tomé la molestia? — gruñi mientras me limpiaba la sangre.

Me recosté al filo del lavamanos y respiré profundo para poder calmarme, pero en eso Milo hizo ruido con la puerta al entrar.

¿Quién te ha enseñado humildad? — preguntó señalando mi labio y riendo a carcajadas— Eso se ve mal.

¿Ese estúpido Tibetano recordará que está vivo gracias a mi?— escupí mientras me ponía firme de nuevo — No se quién se creé suikyō — dije aún más molesto.

¿Qué hiciste Dohko? — preguntó con seriedad. Ambos sabíamos que discusiones o peleas entre cazadores en la citadel era rotundamente prohibido.

Bueno — musite alejando el pañuelo con sangre de mi labio — fui a invitarlo a la cena de mañana y llegó con Suikyō.

¿Llegó? ¿Entraste a su habitación?

Asentí — Ahí lo esperé —Milo se apoyó en la pared y frotó su sien.

¿Qué pensabas al hacer eso Dohko?

¡YAAA!. — impedi su drama de madre preocupada — luego le insinue que dormían juntos y me golpeó.

Idiota — me dio un leve manaso en la cabeza — te dije que debías aprender a callarte —Milo estaba serio nuevamente

Posiblemente es una de las tantas veces que desea que desaparezca de este mundo , para no verme —le dije mientras me miraba en el espejo del baño. Me sentía mal, pero no sabía porqué. Se suponía que debería estar satisfecho por molestar a Suikyō, pero si lo pensaba bien, era como si Milo me dejase de hablar, shion también es mi amigo o ¿era más que eso?.

Hazlo — indicó —

¿Ehhh?

¿Qué? Acaso hablabas en serio cuando me dijiste que era atractivo— dijo mirándome directo a los ojos.

N-no — algo en mi se estremeció con tan solo pensarlo, sería posible que esa era la razón de que me sintiera como una mierda.

¡Ohmmm! — Milo alzó una ceja —Ya veo. Muévete hay que entrenar.

E-espera — me tomé un segundo — él y yo somos amigos, como tú y yo. Sabes bien que yo no podría tener una relación con él, menos aquí dentro.

[Mientras tanto en la habitación de Shion]

Que tipo raro — comentó Suikyō mientras entraba en la habitación con un plato lleno de emparedados — Y así se creé agente de la citadel. " Uno de los mejores cazadores" — imitó a los tipos que decían eso — IDIOTA — terminó, pero le sorprendió el silencio del lugar. Buscó con la mirada a Shion por todos lados, pero no lo encontraba .
Entró al cuarto de armario y al momento logró divisar sus cabellos.
Shion se encontraba sentado en el suelo al lado del pequeño taburete. Sus brazos rodeaban sus rodillas y su flequillo ocultaba su rostro.

¡S-shion! — chilló Suikyō mientras ponía la bandeja en el suelo y corría a tirarse a su lado — ¿Estas bien? .... Mírame

Éste asintió.

Lo Siento mucho —mencionó sin saber que hacer— Esto es por mi causa, si tan solo no hubiera dicho eso. —Suikyō pudo escuchar los sollozos de Shion. —Al menos mírame — insistió para luego quitar el flequillo de su rostro y ver su aspecto completamente consternado — Cielos, tú no estas bien.

El tibetano inmediatamente limpió su rostro —Si... estoy bien dijo con las manos temblorosas y ojos cristalizados.

Suikyō suspiró estirándose para tomar una banda para amarrar el cabello de Shion.

¿Tú lo quieres cierto? — preguntó el chico, haciendo que este lo mirara , sin embargo sus labios no le dieron la respuesta, mas, al ver esos hermosos ojos ahogados en lágrimas, descubrió que no era algo de querer, si no de algo que día a día se fue convirtiendo en amor — ven aquí — indicó abriendo sus brazos, los cuales fueron aceptados de inmediato.— Y él no lo sabe — Shion negó con la cabeza. Lo abrazó y acarició su cabello... Segundos después notó el escapé de una lágrima, no solo por ver el estado del peliverde si no por entender que el lugar que él desearía tener y que ha intentado ganar en el corazón de Shion, ya lo ocupa alguien más, Dohko.

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Dohko se desplazaba a lo largo de la planicie esquivando y contraatacando a los jóvenes aprendices — giren — gritaba mientras él lanzaba ataques contra ellos — ¡GIREN! , ¿no saben lo que es girar?.

Y así transcurrió los siguientes tres días, entrenando junto a Milo, pero saben que era peor, que las cosas con Shion no tenían ni señales de arreglarse. Era una tensión tanto para Shion como para el castaño que aún no sabía claramente que era lo que pasaba con él.

Esquivalo — gritó Suikyō a Shion, quien lo hizo con dificultad.

Dohko corrió en zig-zag tirando su mano hacía atrás y luego tirandola hacía adelante haciendo aparecer dos espadas que hubieran incrustado a Milo en un árbol, de no ser porque fue rápido y se movió.

Retrocedió de inmediato evitando el contacto con la navaja de su compañero, pero su concentración fue destruida cuándo su mirada vagó en la imagen de un Suikyō masajeando el tobillo de un Shion tirado en el suelo, pero aún así sonriéndole agradablemente.

Ahh — se quejó llevando su mano hacia su hombro por inercia —

Dohko — Milo corrió hasta él — ¿qué sucede contigo? Últimamente estás muy ausente.— rompió la camisa del castaño dejando a la vista la amplía herida.— jamás te habían tocado — de verdad estaba preocupado, pues claro, son armas hechas para matar espectros y cosas así, y pues digamos que Dohko al usar magia negra es normal que le haya herido bastante.

No es para tanto —chilló poniéndose de pie.

¿Estás bien? preguntó Shion caminando a duras penas, sostenido por los brazos de Suikyō.— tienes mucha sangre.

Dohko lo miró inexpresivo — Me voyagitó su mano y abrió un portal.

¿Me dejarás aquí?

Diles que te lleven — contestó antes de desaparecer.

Llegó a la citadel y tomó su celular.

¿Podemos vernos ésta noche? —tomó su chaqueta para ponérsela, arrugando la cara por el roce con su brazo — te veré allí. —necesitaba liberarse del estrés y que mejor manera que hacerlo con compañía, aúnque esta para él no tuviese importancia.

Pero de ésta forma pasaban los minutos, las horas y Dohko había caído en cuenta de que la ausencia de ese estúpido tibetano lo estaba volviendo loco. Debía hacer algo ya con eso que lo frustraba o el incidente con su hombro podría repetirse en su cabeza.

En Tiempos De DivergenciaWhere stories live. Discover now