5.- ¿Qué sucedió?

245 30 9
                                    

Corrí, corrí y corrí con desesperación, no sé dónde estaba, pero parecía un gran palacio

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Corrí, corrí y corrí con desesperación, no sé dónde estaba, pero parecía un gran palacio. No, esto no puede ser posible. Mis piernas comenzaban a ser presa del cansancio extremo, pero seguí. Hasta que una punzada en mi vientre me derribo por el intenso dolor que estaba sintiendo, de nuevo me levanté rápidamente y seguí corriendo, sabía que mi vida y la de mi bebe dependían de ello, pero... ¡¡¡espera bebe!! ¿¿cuál bebe??, miré mi vientre, estaba abultado a punto de reventar, ¡no...! ¿Cómo?, esto es una horrible pesadilla. Pensé muchas veces, pero seguí corriendo.

Comenzó a llover muy tenuemente, aun así seguí corriendo entre los frondosos jardines,
no cabía duda alguna, estaba en el palacio, todo esto era tan confuso. Pero una punzada con mayor intensidad, me hizo caer de bruces contra el suelo, un dolor inconmensurable me invadió, golpee mi vientre levemente contra el adoquín.
La se volvió más intensa, mojando mis ropas y a lo lejos escuché que gritaban.

—¡¡princesa esperé!!— no me importo a quien llamaban, yo seguí corriendo.

¿Cuál princesa?, ¡yo no soy una princesa!, corrí sin más, no podía parar y mucho menos quería detenerme, sacudí mi ropa del lodo. Esperen yo... yo estoy vestida como la realeza, ¿¡qué diablos pasa aquí!? Decidí mejor no tomarle importancia en ese momento, pero el cansancio y el frío me invadían, seguidos por la desesperación, llegué a una puerta enorme de madera, ¿la entrada principal? ¡¡no!!, es una puerta trasera, escondida tras una enredadera, menos mal sabía dónde estaba.

Salí a través de ella, la esperanza recorrió mi débil cuerpo, me sentí más segura, pero seguí corriendo. Inevitablemente, el vestido de seda se enredó entre mis pies y caí de rodillas al piso, con mucho coraje lo rompí por las piernas, permitiéndome más libertad. Note el pueblo a lo lejos y seguí corriendo aún con desesperación, bajando la inclinada colina, necesitaba esconderme, mire asía atrás y note una sombra moviéndose entre la maleza del lugar.

—¡¡ama pucca espere!!— escuche que me llamaban, aun así, seguí, la sombra me alcanzó en un parpadeo, un ninja con una x en su banda estaba frente a mí, u... ¿Un ninja de Tobe?, no quería detenerme, sentía que mi vida aún estaba en peligro, voltee hacia atrás de nuevo, ya no había nadie y el paisaje se notaba algo oscuro, pero mientras más me alejaba, se podía notar que el sol salía, hasta que choque de frente con alguien.

Un Príncipe por su ropa o incluso talvez el propio emperador. ¡Espera!. Otra punzada intensa y sentí desmayarme por el dolor, quería correr, pero ya no podían más mis piernas, ya no me permitían escapar.

—¡bien echo ninjas!— reconocí esa voz. Tobe ¿¿qué hace vestido como la realeza??
—¡tranquila mi querida emperatriz, ya todo está bien!, ¡al fin están con conmigo!— una paz me invadió y me sentí aliviada, aunque el dolor en mi vientre aumentaba, la última punzada y lance un alarido

—¡To...! ¡TOBE... nuestro bebe!— ¿Nuestro bebe?, ¿qué pasaba?, no entiendo nada

—¡cálmese alteza!, ¡nosotros los protegeremos!— pronunció un ninja, mientras desconocidos nos rodeaban y los ninjas nos protegían —¡pelen por sus majestades y por el futuro príncipe!— el sonido del acero chocando entre sí se hizo presente. El olor metílico a la sangre se revolvió con la humedad de la lluvia.

El loto y el dragón. (tobecca)Where stories live. Discover now