Antes conocido como Comencé a amarte.
Cuatro grandes imperios se ven envueltas en actos bélicos, todo esto provocado por la búsqueda de un enorme poder, caído directamente de los cielos. Por suerte las amistades y una boda, acaban con todo esta locu...
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El estruendo del choque del rayo, contra el cuerpo de Tobe, resonó por todo el bosque. Un gran tronido del impacto, hizo retumbar el suelo y una nube de polvo se levantó, frente a la mirada atónita de todo los presentes, en aquel paraje. Una tormenta se formó y los cielos se tornaron negros lanzando un nuevo estruendo.
—¡chico estúpido, qué mala suerte debes de tener, para que el cielo te castigue!— se burló de la mala suerte del joven.
En un rápido movimiento de su espada, logro contener el rayo, permitiéndole pasar por su cuerpo y ser redireccionado hacia el cielo. —¡que el cielo se abra ante mí!, ¡obedezca mi mandato y me preste su inmenso poder!— un tercer relámpago de color azul, callo sobre Tobe. Creando una nueva onda expansiva, que de inmediato elimino la nube de polvo a su alrededor. Su mandato había sido obedecido por el mismísimo cielo.
El cuerpo de joven brillo con intensidad, del mismo tono azul y sus ojos desaparecieron, dejando ver un hueco sin pupilas en el mismo tono. Dio un paso hacia el frente y en un movimiento veloz, desapareció de la vista de todos, terminando frente a Janku. El hombre se sorprendió por su repentina transformación y también que había salido intacto de aquel ataque. Una sonrisa tranquila se dibujó en su rostro, nadie se había atrevido atacarlo antes, con su elemento natural y este pobre anciano, tuvo la desdicha de haberlo hecho molestar.
—te mostraré, el verdadero poder de un rayo— le propino un golpe con su espada cargada con destellos violentos, haciendo volar lejos a Janku, quien por suerte fue rápidamente alcanzado y atrapado por sus subordinados.
—¡liberación!— pronunciando esto y el rayo desapareció, regresando al cielo. Volviéndolo a despejar, como si nada hubiese pasado. Tobe regreso a su estado normal y la kunoichi se acercó a él. Pero este no dudo en preguntar —¿¡y tú como sabes lo de mi cita!?— nada importaba más que esa duda en su mente, a pesar de la proeza que acaba de hacer.
—¡ja, ja, ja!— la ninja rio —! Acabas de ser golpeado por un rayo, atacaste a esa basura y tú...! ¡Ja, ja, ja...! ¡Tú, preguntas que como lo sé!— Tobe asintió con inocencia, como si nada hubiese pasado. —¡ok!, responderé a tu pregunta y la verdad, me sorprende que no lo sepas... tú mejor que nadie debería saberlo... en fin, las montañas y los árboles hablan— enarco una ceja, divertida por todo lo acontecido.
—¡me estás diciendo que has estado vigilándome!— Tobe levanto una ceja, incrédulo, nadie era mejor que él en obtener información.
—¡mm!, ¡Noo!. Pero, necesito información después de todo, me sorprende que tú lo olvides— realmente era algo básico de saber. "La información es poder"
—¡tienes razón!— Tobe se rascó la cabeza, últimamente, despistado, era su segundo nombre.
—¡ninjas, ataquen!— ordeno Janku. Los ninjas se abalanzaron contra ellos.
—¡estilo de viento, domo!— un domo de viento se formó girando fuertemente y expandiéndose hacia afuera, mandando a volar a los ninjas que se acercaron. Tobe observó atónito la táctica de la kunoichi
