Antes conocido como Comencé a amarte.
Cuatro grandes imperios se ven envueltas en actos bélicos, todo esto provocado por la búsqueda de un enorme poder, caído directamente de los cielos. Por suerte las amistades y una boda, acaban con todo esta locu...
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Todos en la aldea se quedaron atónitos ante lo que presenciaron, entré aquel ninja desastroso y la dulce Pucca. Muchos quisieron hacer preguntas incesantes, entre ellos, los niños que estaban con ella, pero al verla tan triste prefirieron esperar a que se tranquilizara, intentaron preguntarles a sus tíos, pero ellos negaron toda relación con Tobe, mientras ella escuchaba, que todos hablan mal de su querido hermano postizo, Pucca enfureció.
Las emociones de la pequeña se dispararon inevitablemente, entonces el poder del que pocos sabían, despertó. Desbordando dolor y desesperación por la gente que hablaba mal de tobe. Ese poder ancestral, el cual algunos pocos codiciaban, se presentaba deseoso de destrucción y mientras más cosas malas oía, su corazón se entristecía más y más, provocando que una tormenta se formará.
—Al menos nos deshicimos de ese mocoso malcriado— uno de los aldeanos añado inocentemente su comentario, seguido de muchos más. El viento comenzó a correr
—ya nadie destruirá la aldea es un alivio.
El viento se intensificó, llevándose lo que encontrará a su pasó
—¡ah!, qué fea tormenta, pero eso no me quita la felicidad que siento, porque ese ninja se fuera, al final nadie lo quería.
Habiendo escuchado esas palabras, con completo desdén, el pecho de la pequeña niña se destrozó, esto empeoró aún más la tormenta. Relámpagos resonaban en el cielo estrepitosamente, la pequeña había dejado de llorar, pero sus sentimientos fluctuaban peligrosamente y tan fuerte, que su pequeño cuerpo no lo pudo soportar.
—¡¡¡cállense den una VEZ!!!— grito ella, mientras su oscura cabellera remolineaba con el viento.
El capullo de un loto luminoso, color dorado, como compuesto por diamantina, comenzó a tomar forma entre sus manos, inconscientemente había despertado la faceta más destructiva del poder heredado de su difunta madre, un hermoso espectáculo a la vista, pero contenedor de una letal fuerza.
Al ver esto, sus tíos se alarmaron y rápidamente la sacaron de ahí, intentando tranquilizarla. La cargaron y la llevaron al Goh-riong para alejarla de todas las personas y prevenir alguna desgracia. Afortunadamente, su pequeña distracción resultó y Pucca, lloro, ese día lloro a más no poder. Lloro hasta que las fuerzas se le fueron y se quedó dormida, hasta ese preciso momento, fue cuando la tormenta que se cernió sobre sooga, de la nada, desapareció...
Mientras Tobe se lamentaba por su decisión, la lluvia se precipitó sobre ellos. Esto hizo que él se sintiera aún más triste, como si la delicada brisa llorara por él, en una forma de despedida. Llevando un extenso mensaje de tristeza y las lágrimas derramadas por un corazón roto, dirigido a su persona. Limpió sus propias lágrimas y apretó fuertemente el bordado en flor que traía en su yukata. Una promesa con esa despedida, sería cumplida.
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