Capitulo 69. La Tercera Prueba.

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—¡Mamá... Bill! —exclamó Ron, atónito cuando veíamos a su madre y a su guapísimo hermano, que me lleva mucha edad—. ¿Qué hacéis aquí?

—Hemos venido a ver a Harry en la última prueba —dijo con alegría la señora Weasley—. Tengo que decir que me gusta el cambio, no tener que cocinar. ¿Qué tal el examen?

—Eh... bien —contestó Ron—. No pude recordar todos los nombres de los duendes rebeldes, así que me inventé algunos. Pero bien —añadió, sirviéndose empanada de Cornualles, mientras la señora Weasley lo miraba con severidad—. Todos se llaman cosas como Bodrod el Barbudo y Urg el Guarro, así que no fue difícil.

—¿Nos vas a decir...? —quiso saber Harry, de mi investigación sobre Rita, le miré desconcertada, y negué.

—Hola, Destiny —me saludó la señora Weasley, mucho menos afectuosa de lo habitual. Cuando son abrazos, muchos apapachos y pellizcos en las mejillas

—Hola —le respondí, con una sonrisa.

—Señora Weasley, usted no creería esas mentiras que escribió Rita Skeeter en Corazón de bruja, ¿verdad? Porque Destiny y yo no somos novios.

—¡Ah! —exclamó la señora Weasley—. No... ¡por supuesto que no!

Pero a partir de ese momento empezó a mostrarse más cariñosa conmigo. Fred, George y Ginny fueron también a sentarse con nosotros, parecía que estábamos en La Madriguera. Hermione apareció en medio de la comida.

Teníamos otro examen pendiente, encantamientos, aunque el profesor Flitwick no estaba muy interesado por dejarme presentar el examen teorico en paz, quería saber como me fue con los otros encantamientos en los que le pedí ayuda, asi que en el examen practico realizaba los que vimos, y como puntos extras, aquamenti, aunque pobre... salio todo empapado.

—Lo siento —me disculpaba, atrayendo una toalla con magia para Flitwick, pero este intentaba sacar el agua tragada por el hechizo.

—Hace mucho que no recibo el hechizo de aquamenti, el agua esta helada —señalaba que andaba temblando, y le sonreí un poco apenada por el resultado del hechizo.

En el banquete de la noche, se encontraba Ludo Bagman y Cornelius Fudge se habían incorporado a la mesa de los profesores. Bagman parecía muy contento, pero Cornelius Fudge, que estaba sentado junto a Madame Máxime, tenía una mirada severa y no hablaba. Madame Máxime no levantaba la vista del plato, y a mí me pareció que tenía los ojos enrojecidos. Hagrid no dejaba de mirarla desde el otro lado de la mesa.

Hubo más platos de lo habitual, estaba bastante relajada, mire a Harry, que representaba sus primeras señales de nerviosismo. No comiendo.

—Si no comes, tendre que aplicar mis antiguas mañas —le comenté tomando su tenedor, y mirándolo, este parecía nervioso y asustado—. Abre la boca, porque todo ira bien.

—¿Cómo lo sabes? —pregunta este, indeciso por darle una mordida a la comida, pero esta vez, le metí un golpe en la costilla, antes de que grité de dolor, le metí la comida en su boca, y la cerraba después.

—El dolor te mantendrá vivo, y tu miedo alerta, no es malo nada de eso, Harry —este trago con lágrimas en los ojos.

—No te mataría a veces, ser un poco menos ruda —señalaba Harry.

—Este es mi cariño.

Cuando el techo encantado comenzó a pasar del azul a un morado oscuro, Dumbledore, en la mesa de los profesores, se puso en pie y se hizo el silencio.

Destiny y El Torneo de Los Tres Magos [DEH#4]Where stories live. Discover now