La asociación de padres del instituto. | OT 2017 (CANCELADA)

Capítulo 3.

Ricardo y Miriam Doblas entraron en el cuarto cogidos de la mano. Él tenía la cabeza rapada, no tenía ni barba. Iba con los ojos perfilados, con un traje rosa muy poco discreto y dos pendientes de aro enormes en sus orejas. Ella tenía media cabeza rapada. En la oreja que tenía al descubierto tenía una dilatación. Llevaba vestido un pantalón con cadenas y una camiseta muy holgada. Su pequeño Jonathan quedó fuera, sin hablar con nadie, dándole igual la discusión que había entre sus compañeros. Siempre era el más tímido, el menos sociable de la clase. Le caía mejor el grupo de Luisa, Carla, David, Toni y Alejandra. No se atrevía a hablarles. Y le gustaba David. Llevaba desde primero de primaria fijándose en él.

- Bueno, Ricardo, Miriam, ¿por quién venís? - Noemí ya había medio superado con quién se estaba encontrando. Pero seguía tensa. Ellos hicieron que su instituto se cerrase y ahora están como padres. Aún era septiembre y ella ya estaba pensando en que llegase junio y salirse del instituto y pasarle el muerto a otro. Era una forma de pensar muy poco empática pero le daba igual. Su egoísmo le salvaría de problemas legales y a la segunda entraría en la cárcel. De pensarlo le dio un gran escalofrío. Pero se centró en los niños. Ellos no tenían culpa.

- Jonathan Merino Doblas, Noe! - Ricardo rompió el hielo y hasta se atrevió a darle dos besos a Noemí. Le dio la mano a Manu, y se presentó a los Javis. Era el único que se atrevía a hacer tal cosa. Sus compañeros no daban crédito. Su esposa tampoco daba crédito. Ella le hacía gestos y muecas para que parase. Él no las entendió. Se sentó en la silla y puso las piernas encima de la mesa. Sus malos modales hicieron reír a toda la sala. Junto a su mujer eran los únicos que caían bien a ambos grupos. Ellos eran los únicos que hacían todo más ameno. 

Noemí se sentó en el centro de la mesa, teniendo al otro lado a Ricardo. Le desconcertaba lo cómodo que estaba, pero tenía que concentrarse y seguir el protocolo. Ser un ejemplo para todos esos padres insolentes. Enfrentarse a ellos como padres era peor que enfrentarse a ellos como alumnos. Como alumnos al menos hacen caso, pensó ella.

- Bueno. Ya me conocéis. Fui vuestra tutora en segundo de bachillerato. De todos vosotros. Esta es una coincidencia muy extraña. ¿Os pusisteis de acuerdo para tener todos hijos en 2006? Si no, no lo entiendo. Ya sabéis mi nombre. Soy Noemí Galera, directora de este instituto desde hace muchos años. Tras el escándalo que ya sabéis, nos cerraron el chanchullo y tuvimos que esperar trece años para abrirlo. Pero aquí estamos de nuevo y para quedarnos. Las instalaciones son las mismas que siempre pero renovadas. Y no quiero que pase algo como lo vuestro otra vez. Sé que sois mayorcitos para esta clase de charlas pero es necesario. ¿Alguien quiere decir algo?

- Yo, Noe - Levantó la mirada y vio a Ricardo. Vaya un pesado, pensó - ¿Eres la tutora de primero de la ESO, verdad? Es que tanto a mi como a mi mujer nos preocupa como se le dará esto a nuestro Jonathan. Es un chico muy tímido y quiero que si ves algo de bullying o cosas así les pares los pies a los hijos de mis ex compañeros. 

- Bueno, Ricky, nuestros hijos no se meten con nadie - Aitana le respondió. La situación era lo suficientemente tensa ya como para que ella se metiese, pensó Ricardo. Le sorpendió que alguien que no fuese su mujer le llamase por su apodo. - Al menos mis gemelas se llevan mal entre ellas pero son discusiones de críos. Chiquilladas. Si Jonathan sale a sus padres dudo que le pase algo. 

- El problema es que no, Aitana - Ricardo bajó la cabeza - No salió a nosotros. Se encierra en sí mismo y no da. Y me preocupa. Porque él es muy inteligente. Bueno, dejemos hablar a Noemí, que estamos volviendo a las de siempre.

- Gracias, Ricardo - Noemí respondió - No creo que suceda nada. Y si sucede seré yo la encargada de frenarlo para que no termine en catástrofe. Alguien más tiene alguna duda?