diez

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¡Dios! Tenía un horrible nudo en la garganta. Eso explicaba por una parte la dura personalidad de Felix. Trabajar, estudiar y además hacerse cargo de sus pequeños hermanos.

A pesar de que el comentario de Yangmi me había dejado en shock, el regreso fue divertido con sus inocentes preguntas sobre su hermano y yo.

Bajamos del auto y saqué las
-aproximadamente- veinte bolsas que compramos para ambos. Ella tomó algunas bolsas y yo tomé el resto con una "compra especial".

Llegamos a la puerta y tocamos el timbre, fue Felix quien nos abrió.

-Son las tres veinte de la tarde -reprochó.

-¿Las tres? -pregunté sorprendido, nos habíamos demorado bastante- ¡Corre Yangmi! -dije acelerado-. La fiesta es a las cuatro -recordé.

Ambos corrimos escaleras arriba ignorando por completo la presencia de Felix. Seguí a la pequeña hasta su habitación.

-Tienes una bonita habitación -dije mientras colocaba las bolsas sobre su cama-. Ve a ducharte, estaré esperándote fuera -asintió con la cabeza antes de correr hacia el baño.

De las bolsas saqué aquel vestido blanco con florecitas de color celeste y unas sandalias que combinaban a la perfección. Salí de la habitación para dejar que se vistiera.

[...]


Luego de unos minutos me llamó, se veía realmente preciosa.

-Te peinaré -le dije y comencé a acomodar su cabello- ¿Lista? -le pregunté y con una enorme sonrisa asintió con la cabeza-. Oh, espera -señalé aquella bolsa con la "compra especial" haciendo que Yangmi suelte una carcajada.

Me senté en la cama y me quité mis zapatillas para luego reemplazarlas por aquel par de botas negras.

-A Felix oppa le gustaran, pero tú las odias Changbin oppa

No las odiaba, ¡las detestaba!

-Estás en lo cierto -agregué entre risas-. Pero son cómodas -algo bueno debían tener.

Bajamos las escaleras bajo la atenta mirada de Felix.

-Hago entrega de tu princesa -sonreí.

Miré a Felix expectante, esperando que le dijera algo a su hermana, mínimo un "Que bonita" ¿verdad?

Alzó a la pequeña en brazos y le dió un beso en la mejilla. Drásticamente cambié mi mirada "expectante" por una fulminante.

Sin que Yangmi se diera cuenta le murmuré un "Dile algo".

-Te ves hermosa -me obedeció-. Ve y llama a Taemin -la pequeña obedeció para volver a subir las escaleras-. Te noto más... -bajó lentamente su mirada hacia aquellas botas que traía puestas- ¿Y eso? -soltó una carcajada.

-Ya que siempre me criticas y dices que soy un "hueco" por mi forma de vestir, tal vez~ -alargué-, con esto ya no dirás que soy un "estúpido" -sonreí-, porque ambos sabemos que no lo soy

-No logro entender por qué tienes tanto interés en agradarme -dió un paso hacia mí- ¿Me lo puedes explicar? -me miró fijamente.

-Puede ser que... quiera que seamos amigos -me puse de puntitas y pasé mis manos por su cuello-, también puede que me gustes

Obviamente no le diría "Por una apuesta que hice con Minho hyung".

-¿Yo? -soltó una carcajada- ¿Gustarte? Por favor -dijo irónico-. A tí te gustan aquellos estúpidos engreídos, con dinero y popularidad

Estaba cien por ciento seguro de que describía a Taeyang.

-Tú me criticas mucho sin siquiera conocerme -comencé a acariciar su cabello.

-No necesito conocerte para saber cómo eres -contestó seguro.

-Te lo he dicho, Felix -me acerqué lentamente a sus labios-. Haré que te tragues tus palabras -susurré sobre sus labios. Rápidamente me alejé de él al escuchar pisadas cerca de nosotros.

-Hyung -dijo Taemin- ¿Puedo ir a casa de Hakmin? -preguntó con un leve sonrojo.

-De acuerdo, pero pasaré por tí a la misma hora que Yangmi -respondió Felix.

-Lindas botas, hyung -me alagó Taemin riendo.

-Tú eres el único que no las aprecia, Felix -le reclamé.

-Si claro -dijo sarcásticamente-. Sabes que mueres por ponerte tus zapatillas y tirar estas botas a la basura

Tenía razón.

[...]

Dejamos a Yangmi en la fiesta de cumpleaños y a Taemin en casa de su amigo. Felix y yo nos encontrábamos en su casa.

-¿Cuánto fue lo de Yangmi? -me preguntó Felix sacando su billetera de la bolsa trasera de su pantalón.

-No fue nada -dejé mi mochila en uno de los sillones de la sala-. Fue un regalo que yo le hice

-Claro que no -contestó serio-Te lo pagaré, ¿cuánto fue? -preguntó nuevamente.

-Ya te lo he dicho, Felix

-Si estás tratando de quedar bien, no lo hagas usando a mi hermana -su tono de voz había aumentado.

-No estoy tratando de quedar bien, y menos usar a tu hermana -respondí sinceramente-. Además, ¿Por qué me interesaría quedar bien contigo? ¿Quién te crees? -levanté una de mis cejas.

-¿Lo ves? -habló y dió un paso hacia mí-. Primero me besas, te beso, te "ofendes" -seguía acercándose a mí y por ende comencé a retroceder-. Dices que solo tú puedes jugar conmigo, luego te "gusto" y ahora no soy nadie importante -su mirada era intimidante.

¡Joder! El cliché de la pared.

-¿Puedes ver por qué considero que eres un hueco y egocéntrico que solo piensa en lo que quiere y le conviene, que...? -lo tomé por el cuello y lo atraje hacia mi, traté de no hacer notar mi inseguridad y dudé que esta vez me siguiera el ritmo. Vaya equivocado estaba.

Apegó su cuerpo al mío, sus manos se posaron en mi cintura sosteniéndome con firmeza.

Se lengua se introdujo de abrupto en mi cavidad, el roce de su carnoso miembro con el mío era algo delirante. El abastecimiento de oxígeno en mis pulmones comenzó a disminuir. Me separé de sus labios y eché mi cabeza hacia atrás, dándole acceso total a mi cuello, el cual comenzó a besar volviéndome totalmente loco.

Regresó a mis labios, rosaba, mordía, succionaba y hacía con ellos lo que quisiera, por mí no había problema alguno. Una de sus manos que se encontraban masajeando mi cintura mortalmente comenzó a bajar hacia mi cadera hasta llegar a mi pierna y alzó esta a la altura de su cintura. En automático entendí y me sujeté de su cuello, sin nunca separar nuestros labios me levantó y rápidamente formé una llave con mis piernas alrededor de su cintura.

[The Game]

The Game [ChangLix] Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora