treinta y cuatro

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Mordió su labio inferior y se retó mentalmente por tener esos pensamientos. Sacudió su cabeza y logró despejar la un poco.

Regresó su mirada hacia el probador cuando ChangBin había sacado medio cuerpo de éste.

—Ven, necesito que me ayudes —los ojos del rubio se abrieron a tope mas trató de disimularlo.

—¿Yo? —indagó obteniendo una mirada de reproche por parte del azabache.

—Si no quieres puedo llamar a alguien más

—¿En qué te ayudo? —preguntó acercándose al menor pero sin cruzar la blanca puerta que los separaba.

—Entra y dime si esto es bonito —tiró de su brazo— ¿Y bien? —cuestionó aún mirándose en el espejo, se veía con detenimiento, no parecía convencido.

¡Y como no iba a estarlo, era un crop top negro!

—Se te ve hermoso —dijo abrazándole por la espalda.

—¿De verdad? —preguntó inseguro—. El color no me convence

—Claro —sonrió—... pero no lo llevarás —la sonrisa de Seo se esfumó y una mueca de incomprensión se formó en su rostro. Félix se dio la vuelta y salió del probador y se sentó donde estaba anteriormente.

ChangBin salió del vestidor tiempo después con una mirada sería y un montón de ropa en su brazo derecho, Lee se puso rápidamente de pie y ambos se dirigieron hacia el mostrador.

—¿Tarjeta o efectivo? —preguntó una castaña tras el mostrador.

—Efectivo —dijo Felix.

—Tarjeta —corrigió Seo. Lee era su novio, no su padre. No tenía por qué mantenerle en nada, por lo que entregó su tarjeta—. Oh, eso no lo llevaré —dijo antes de que la muchacha marcara aquel Crop Top color negro.

—Es muy bonito, ¿no te gustó?

—Sí, es lindo —sonrió forzadamente—. Pero no me convence

—Gracias por su compra —dijo con una gran sonrisa la castaña mientras entregaba todas las bolsas.

—¿Te ayudo? —preguntó Félix mas ChangBin negó—. Vamos Binnie... —alargó recibiendo una fulminante mirada por parte del menor, estaba más que enojado pero trataba de hacer un enorme esfuerzo por no gritar—. No estés enojado, bonito —dió un rápido beso en los labios contrarios y una pequeña sonrisa comenzaba a asomarse en el rostro del más bajo.

—Y si... ¿me dejas elegir algo para ti?

El rubio pensó con detenimiento; ¿Qué podría comprar Seo para él? ¿Una camisa?

—Está bien —respondió— ¿Qué elegiras?

—Ya lo verás

[...]

—¡Seo ChangBin! ¡Estas completamente loco! —gritó al momento de ver lo que el pelinegro había comprado para él.

—Lixie sólo úsala una vez —sonrió—. Luego puedes dejarla abandonada en el armario, pero úsala una sola vez —se acercó a Félix con la camisa color rosa.

—Jamás —contestó yendo hacia atrás, evitando cualquier contacto con aquella prenda.

—El color rosa no te hace menos hombre, Lixie —carcajeó.

—Claro que no. Eso lo sé de sobra —rodeó los ojos—. Sólo que no usaré eso

—Bien, entonces quémala —habló yendo a su habitación.

The Game [ChangLix] Where stories live. Discover now