The Game [ChangLix]

ｖｅｉｎｔｉｃｕａｔｒｏ

Negó desaprobando lo sucedido y se puso de pie.

—Mira tu labio, Felix, ¿no duele? —preguntó.

—En lo absoluto —sonrió poniendose de pie—. Valió la pena, hace tiempo que quería poner en su lugar a ese imbécil —le tomó por la cintura abrazándole.

—No le tomes importancia —repondió dando un beso en su mejilla— ¿seguro que no duele?

—Que no... —soltó una leve risa.

—¿Iremos al partido? —preguntó el menor, cambiando de tema.

—¿Iremos? —se burló, negando con la cabeza—. No puedo, estoy suspendido y eso incluye todas las actividades extrarriculares —explicó—. Pero tú sí, eres animador —le recordó.

—Te he dicho que si tú no estás en el equipo yo dejo de ser porrista —puso sus manos en el cuello contrario y lo acarició.

—¿Por qué entraste, entonces?

—Por tí

—No te creo —entrecerró sus ojos.

—De verdad —afirmó—. Solo por tí, Lee —ChangBin no estaba siendo del todo sincero y por primera vez en su corta vida... le dolió mentir—, así que no iremos —sonrió.

—Sabes... me gustaría ver como pierden el partido sin mí —levantó ambas cejas.

—¿Ahora quién es el creído? —cuestionó Seo soltando una carcajada.

[...]

Bajó de su auto, no podía evitar sentirse desanimado. No solo por el hecho de que la apuesta con su hyung le preocupaba, si Felix se enteraba no quería imaginarse como se pondría. Debía terminar con todo eso de una vez.

Levantó la mirada y encontró al rubio recargado en su auto. Vestía unos pantalones camuflados y una camiseta negra.

—ChangBin-ah, vine por tí

—¿Por mí? —rió

—Llegas tarde a clases, ¿no? —preguntó y el menor asintió—. De acuerdo, falta y ven conmigo —en un rápido movimiento le cargó y acomodó sobre su hombro.

—¡Bájame Felix! —gritó mientras trataba de patearle. Evidentemente hizo caso omiso a los gritos del coreano y le hizo subir al auto.

—¡ChangBin hyung!

—¡ChangBin oppa!

Gritaron los hermanitos de Felix, haciendo que el nombrado se asuste por tremendos gritos.

—¿Qué hacen aquí ustedes? —preguntó sorprendido— ¿Han faltado a clases? —ambos rieron y tuvo que mirar a Felix quien subía al auto—. Oh claro, mientras tú suspendido, los niños faltan —exclamó riendo.

—Una falta no te hará daño, además... —calló.

—Además... ¿qué? —preguntó, mas no obtuvo respuesta. Solo se puso a conducir— ¿Por qué todos visten así? —preguntó luego de un rato en silencio al notar que YangMi y TaeMin también vestían pantalones camuflados y camisetas negras.

—Porque iremos a-

—¡Shh! —Felix y YangMi interrumpieron a TaeMin.

[...]

—Llegamos —anunció Lee luego de veinte minutos de trayecto.

—Vaya... —respondió Seo con fastidio. Abrió la puerta del auto y bajó— ¿Qué es esto? —no sabía si estaba asustado o sorprendido.