Capitulo 56:

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*Punto de vista de David*

El regreso de Jonathan fue más inesperado de lo que creí, dándome la vil mentira de que no volverá si no después de un mes más de lo previsto, eso me había entristecido tanto que cuando toco la puerta de la casa más o menos a las 11:30, él era la persona que menos esperaba recibir ese día. Obviamente acabé con unas cuantas lágrimas que difícilmente logre ocultar.

A Jesabelle también la sorprendió, como aún estaba en la escuela, fue a buscarla para de paso darle la sorpresa, por lo que me contó, cuando la vio salir y noto a Jonathan ella estaba con una cara de sorpresa que era para tomarle una fotografía, la nena comenza a llorar corriendo a él y este la cargo, ambos dándose su primer abrazo en meses, todo el camino de la escuela a casa Jessabelle estaba en sus brazos.

Hoy era el segundo día en que Jonathan había llegado, y ambos estábamos en casa trabajando en algunos proyectos, de un momento a otro me dio el arranque de dejar un rato mi computadora y abrazar por detrás a Jonathan, más que la necesidad fue un impulso.

-Que cariñoso estas últimamente.

Rio estirandose un poco para besar mi frente. Asentí pegando mi rostro a su espalda contestando a que estaba más que claro que le había extrañado.

-Disfrútalo mientras puedas, que en cuanto vea ropa sucia tirada por ahí ese cariño se va a acabar.
-Entonces te recomiendo que no busques debajo de la cama.

Gire hacia el frente levantando una ceja dándole una mirada sería mientras el disfrutaba de mi cara de reproche, regreso su vista a la partitura que tenía en las manos y su cara se volvió sería de repente.

-Yo... Tengo que hablar contigo de algo.
-¿Que pasa?

Me empece a preocupar por la repentina respuesta.

-Yo... Iré a ver a mi madre hoy, le avise a Derek y también se presentará en su casa, volveré temprano, lo prometo.
-No te preocupes, puedes tomarte tu tiempo y venir a la hora que sea.

Él había decidido que primero iría a hablar con ella para, de alguna manera darle explicaciones, pedir disculpas o lo que sea, era un tema delicado para él y ni siquiera esta seguro de que es lo que espera que pase, hace años no la ve y está más a la defensiva que nervioso. Luego si quizás arreglan las cosas con ella, al fin podría conocerla.

-Todo estará bien, es tu madre.
-Jamás actuó como tal.
-Si quiere verte será por algo, ¿no?
-Si en un principio no nos querían, porque iba a cambiar de parecer.
-A veces.... Las personas cambian ¿No crees que merecen una segando oportunidad?

Se quedo callado pensando un poco y luego suspiro con preocupación.

-Bien... Iré entonces.

Beso mis labios y fue a la habitación a arreglarse, me hace feliz el que pueda estar con su familia, que aunque él no hable mucho del tema tiene ese remordimiento siempre presente, sería algo increíble que cuando llegue aquí este alegre.

*Punto de vista de Jonathan*

Katherine Coleman es mi madre, no se su apariencia actual ya que hace años no la he visto y podría ser la vecina del frente y no la reconocería jamás, Derek Coleman es mi hermano menor, un infeliz al igual que yo, y Walter Coleman era mi padre, del que jamás me despedí y tampoco es como si me arrepintiera, así suene muy cruel.

Al llegar a esa casa mi corazón se contrajo como si estuviera tratando de decir que diera medio vuelta y regresara por donde vine, pero hago esto más por David que por mi mismo. Tenía enfrente la casa donde pase toda mi niñez y adolescencia, después nunca la volví a ver después de adulto hasta hoy y era algo raro volver a pisar ese lugar. Avancé susurrando maldiciones empezando a respirar con pesadez ya que mis latidos eran muy acelerados y mis manos temblaban levemente, me extrañaba ya que este tipo de acciones sólo las siento con David, pero este era un caso aparte. Me lo pensé dos veces antes de tocar el timbre, aún tenía tiempo de salir de allí corriendo pero, ¿que sentido tendría?

Al tocar mi hermano fue quien abrió la puerta, tenía esa expresión que tanto odiaba, esa sonrisa de egocéntricidad que sólo me surgían las ganas golpearlo.

-Hola Todd.
-...como sea.
-Oh vamos, ¿porque eres así? Nunca te he echo nada.
-No pienso lo mismo, pero también simplemente me molesta tu presencia.
-Vaya, en donde aprendiste a hablar con tanta clase.
-Muévete, donde está Katherine.
-Mas respeto, no puedes mandarme.
-Soy mayor, por ende, debes hacerme caso, ahora, piérdete.
-Vaya, que mal humorado.

Se apartó un poco dejándome entrar, camine por en largo pasillo hasta que allí, sentada en la mesa del comedor, una mujer de 47 años, teñida de rubio platinado, delgada y pálida como una momia, maquillada con lápiz negro y labios rojos y uñas postizas bastante largas.

-Todd...
-Dime lo que tengas que decirme Katherine, no tengo todo el día.

*Punto de vista de David*

Hace ya bastante rato Jonathan se había ido y me encontraba igual de nervioso que él, me preocupa mucho el que reenlase sus lazos familiares porque, el amor de tu familia (en la mayoría de los casos) es una de las cosas que te hace muy feliz, soy consiente de que existen familias disfuncionales que sólo traen dolor y es mejor alejarse, pero si su madre quiere una oportunidad para enmendar su error ¿que puede perder por ello?

Mi madre muchos años, incluso hasta hoy que soy un hombre adulto, me ha cuidado y atendido como a un niño y eso lo aprecio, mis abuelos también me adoraban, y mi pequeña prima de la que cuido actualmente también me adora, y como no, yo a ella. Quizás a Jonathan no pueda darle una nueva familia, pero puedo intentar ayudarle a reconstruir la vieja.

El teléfono de la casa se escucho en todo en lugar y saliendo de mi mente lo alcance a tomar curioso de saber quien llamaba.

-¿Hola?
-¿Habla un familiar de Jessabelle?
-Si, ¿paso algo?
-Hablan de la escuela, es que la niña al parecer se rompió el brazo al correr por las escaleras, ella se encuentra bien, está en enfermería pero quería avisarle para que viniera por ella.
-Claro, voy enseguida.

Preocupado tome las llaves de la casa para ir a por ella y de paso también el celular para avisarle a Jonathan... ¿Debería? Se preocupara por ella al estar con su madre pero, no le gustaría nada que no le hubiera avisado antes.

Los opuestos realmente se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora