Capitulo 58:

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*Punto de vista de David*

Estaba tan nervioso que las manos no dejaban de sudarme. Yo, Jonathan y Jessabelle estábamos en frente de la antigua casa, donde vivía la madre de Todd. Hace apenas unos días él había ido a verla por primera vez en mucho tiempo, por lo poco que me quiso contar al parecer las cosas habían ido mejor de lo que él esperaba, incluso ahora se lleva bien (bueno, un poco, tal vez menos) con su hermano.

Tocamos un par de veces la gran puerta de madera, la casa era un modelo de antigua casa victoriana, era linda aunque algo espeluznante para mi gusto ya que ese tipo de casas me hace sentir que hay fantasmas dentro, lo se, muy infantil. Alrededor de unos segundos nos recibió el hermano menor de Jonathan con una sonrisa satisfecha.

-Oh, Jonathan, y novi-...

Al mirar hacia abajo fijando la vista a la pequeña que teníamos tomada de las manos ladeo la cabeza y sonriéndole cuando ella alzó una ceja confundida.

-Hola adorable monstrito, puedes llamarme tío Derek.
-Jamás dejaré que te llamé así.

Habló Jonathan con seriedad y con un pequeño toque de burla.

-Eso pensé. Bueno, lo intente.

Suspiró como si hubiera esperado ese reproche. Mientras aún escuchaba mi corazón zumbar en mis oídos.

-David... Ha pasado un tiempo desde que nos vimos...

Derek, mirándome con una leve sonrisa y una mirada similar a la de Jonathan cuando es sincero, estiro su mano y con algo de miedo la estreche.

-Tal vez nuestra primera impresión no fue nada buena, en especial porque fui muy indeseable, pero... Espero que nos llevemos mejor.

Me guiñó el ojo y se hizo a un lado dejándonos pasar a su acogedor hogar.
Al final del pasillo de la entrada vi a una mujer que al escuchar nuestros pasos giró su cabeza con una mirada sorprendida hacia nosotros, se quedo inmóvil viéndonos desde la mesa, analizando cada uno de mis movimientos hasta que ella dio un grito digno de película de terror incluso alzando los brazos al verme, yo me asuste por la acción y me inmovilice cuando vi que se me acercó y me rodeo en un abrazo bastante fuerte sacándome el aliento de los pulmones, como si fuera un conocido que no había visto en años.

-¡Pero que chico tan adorable! ¡Sólo miren esas mejillas!

Sentía sus delgados dedos y largas uñas apretar mis mejillas a la vez haciéndome sonrojar. Esta es un reacción que no me esperaba en absoluto, ahora entiendo de donde Jonathan sacó el extraño gusto de que le parece adorable un bibliotecario introvertido.

-Katherine lo pones nervioso.
-Oh, lo siento. ¿Y quien es esta pequeña dulzura?

Preguntó mientras se agachaba a la altura de Jessabelle quien estaba apegada a las piernas de Jonathan.

-Ella es Jessabelle, es prima de David...
-Oh, que muñeca tan linda.

A pesar de lo extraño que me sentía, Jonathan era el primer lugar a nivel de vergüenza allí, lo que me parecía gracioso ya que casi no veo esa emoción en él. Realmente no creí que a aquella mujer podría agradarle tan rápido.

-Vengan, vamos a sentarnos en el patio trasero.

Asentí y los tres seguimos a la mujer avanzando más a fondo en la casa, veía muy expectante cada detalle a mi alrededor, observaba las paredes de tapiz vino y candelabros negros dando una sensación de antigüedad.

Los opuestos realmente se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora