Helena

Capítulo 24

Qué sueño más pesado había tenido Daniel aquella noche, apenas sonó su alarma a las 6 am se retorció entre sus sábanas molesto. Intentó agarrar el celular para callarlo y posponer la alarma media hora más, sin abrir los ojos deslizó la pantalla y desactivó la alarma. Ahora con los ojos entreabiertos se dispuso a colocar la nueva alarma, pero unas notificaciones de 16 mensajes de whatsapp de un número desconocido llamaron poderosamente su atención.

Daniel?
Amor
Soy Helena
Me dijeron que vendrás hasta la USC para buscarme
No vengas
Es peligroso
Por favor, no vengas
No quiero que te hagan daño
Te amo :(
No me lavaron el cerebro ni nada
Solo estoy fingiendo
No puedo evadir esto... Es mi destino
Estaré aquí 10 años
Luego volveré contigo
Nunca te olvidaré
Lo prometo

Los mensajes fueron enviados entre las 03:21 y las 03:29 de la madrugada.

Daniel no daba crédito a sus ojos ¿Acaso esto es real? ¿En serio es Helena? ¿Y cómo sabe que ellos irán a buscarla? ¿Quien se lo contó? ¿Cómo es que recuerda todo?

Él respondió a Helena pero el mensaje apenas marcaba como enviado, un solo check, ni lo recibió. Intentó llamar al número con su propio crédito, pero daba apagado.

Sin perder un segundo más de tiempo comenzó a llamar a Dayana con la esperanza de que esté despierta ya, y poder contarle lo que acababa de suceder, que podría modificar enormemente el plan original.

—Mmm ¿Qué pasa? —respondió Dayana luego de 5 llamadas sin respuesta, estaba profundamente dormida.

—¿A qué hora pensabas despertar? Son las seis y media casi. Bueno eso no importa ¡Te tengo que contar algo! —trataba de contar apresurado, tropezando en sus palabras.

—¿Qué? Un momento... Relájate, calma. En primera apenas son las 06:14, y en segun...

—Helena me escribió —interrumpió Daniel.

Dayana pegó un salto de la cama, necesitaba espabilar para poder procesar la información.

—Espera... ¿Pudiste responderle?

—No, estaba durmiendo a esa hora. Ahora que desperté le escribí pero ya no le llegan los mensajes, llamé y me marcaba apagado... 

—¡Más lento! Ahora cuéntame ¿Qué te escribió? 

—Me dijo que está bien, que no quiere que vayamos a buscarla. Que es peligroso, que no perdió la memoria, y solo está fingiendo todo porque no tiene escapatoria. Seguro la obligaron a ir, y debe hacerlo sí o sí... Debe estar 10 años ahí.

—¿No te parece muy extraño?

—Un poco, sí...

—¿Quién más sabía que iríamos a la Capital?

—La verdad... Se lo había dicho al papá de Helena, y a Jeremías.

—Puede ser su papá, de nuevo intentando que no nos entrometamos.

—Pero... Tienes razón, me dejé llevar por la emoción

—Sería demasiado bueno para ser verdad.

—Si tan solo fuera verdad —se lamentaba Daniel.

—Eso no quita el hecho de que en verdad es peligroso ir a la Capital a buscar a Helena, vamos, deja de perder tiempo y vístete.

—Está bien... 

...

Dayana y Daniel se encontraron a las 8 según el plan, ellos prepararon sus cosas en la noche, y con la excusa de visitar a Helena en la Capital salieron sin perder más tiempo. No fue una excusa tan mentirosa después de todo.