Enfermos

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D O M I N G O

El asistir a la iglesia y rezar por el perdón de Dios, era una parte fundamental de la religión. El sentirte arrepentido por tus acciones y confesar tus pecados también lo es.

La iglesia esta abierta para cualquiera, es el lugar a donde vas a reunirte con el creador sín importar quien eres, dentro de la iglesia sólo eres una creación más.

Matt suele ir a confesar sus pecados, una vez al mes.

Sus mejillas al igual que su nariz tenia un tono rojizo gracias al frío. Pero el resto de su cuerpo estaba caliente gracias a la enorme chamarra que le pertenecía a Frank; Matt realmente no se siente culpable por usarla, adora el embriagante aroma que desprende Castle: Una mezcla de polvora, metal y alguna fragancia masculina.

Matt entro a la iglesia mientras el padre daba su sermón. Se sento en el confesionario ante la atenta mirada del padre y espero junto a la rejilla que alguien apareciera. Pudo escuchar los murmullos cuando el padre dió por terminada la misa.

La ventanilla fue abierta y el padre dijo el usual "Ave Maria Purisima, ¿Qué tienes que contarme, hijo?"

Matt hablo con la voz algo temblorosa mientras que el hombre del otro lado escuchaba con atención.

–No olvides rezar en todo momento, Matthew. Incluso cuando estas en la cama, no olvides hablar con el señor.

–Una cosa más, padre–El pelirrojo apreto su bastón algo nervioso y murmuro–¿Qué es lo que me pasaría sí llegará a sentir atracción por un hombre?

El silencio reino el lugar por unos minutos, Matt tamborileaba sus dedos nervioso contra su rodilla .

–Recuerda que Dios creo a Adán y Eva, Matthew.–El padre suspiró– Te conozco desde que eres un niño, tu no estas enfermo, hijo. La homosexualidad es un gran pecado que sólo las personas más enfermas y sin alma realizan; tu eres muy joven para pensar en cosas así Matt, tu no eres esa clase de persona.

–Gracias padre.–Matt se levanto y salió casi corriendo de la iglesia.

Se sentía bastante abrumado, el ser juzgado por la comunidad a la que siempre perteneció le hacía sentir mal. Sí su iglesia no ofrecía absolución ante sus preferencias y lo marcaba como un enfermo, que más le quedaba? ¿Eso es lo que era? ¿Un enfermo sin alma?

Matt por un momento dudó sí lo que sentía por Frank era bueno.

L U N E S

Matt estaba triste.

El día anterior estuvo culpandose y sintiendose mal por lo que le dijo el padre en el confesionario, Stick no paso a verlo aquel día así que se quedo solo con su tristeza. Realmente Matt se sentía muy mal.

Y Frank lo noto.

Cuando Nelson dijo un chiste y Karennse rió a carcajadas, Matt sólo sonrió un poco y se volvió a enfrascar en sus pensamientos. Ni siquiera se inmuto cuandon Wilson le insulto, sólo siguió caminando sinsiquiera haber discutido con el chico–Claro, Frank más tarde le daría su merecido a Wilson. Nadie se mete con su chico– Frank realmente se estaba preocupando.

Cuando Matt fue a la cafetería, Frank lo jalo del brazo y lo alejo de todos hasta llegar al patio del colegio.

–¿Qué sucede, rojo?

El tono de voz de Castle lo tomo por sopresa, claro, eso y el hecho de que acaba de ser secuestrado.

–¿De qué hablas?–El pelirrojo evadio la pregunta fingiendo no saber de que hablaba.

–Por favor Rojo, tu sabes que yo soy la persona que más te observa.

Y es verdad, Matt siempre siente una mirada en su nuca, y sabe que es Frank.

–¿Esta mal esto?

Murdock susurra, esperando que Frank entienda a que se refiere a pesar de que no existe "esto", aun no.

–Sinceramente no me importa ser malo con tal de estar contigo, Sunshine.

El pelirrojo sonrie y toma la mano de Frank sintiendo la textura de estas.

–¿Y sí perdemos el paraíso, Frank?

Matt apoyo su cabeza en el espacio entre el cuello y el hombro del Castle y aspiro el aroma del pelinegro.

–Yo estoy en el paraíso cuando estamos juntos, Rojo.

Altar Boy [Fratt]Where stories live. Discover now