Palabras dulces para niños rotos

702 103 47
                                    

M I E R C O L E S

Estar enfermo no es algo que realmente disfrute Matt. Su cuerpo de repente se vuelve inusualmente frío y los pañuelos sobre su mesita de noche forman una montaña.

Lo unico que lo hace sentir mejor es la presencia de su madre a su lado. Odia tener que faltar a la escuela y no poder ver a sus amigos. Pero nunca dirá que no a la oportunidad de pasar mucho más tiempo con su madre que las dos horas diarias que le da permiso el hospital.

La presencia de su madre es reconfortante, ella le hace sopa de tomate y le lee un libro mientras se acurrucan juntos en el sillon. La radio suena en el fondo con alguna canción de Bob Dylan pero en lo único que puede concentrarse es en la hermosa voz de madre y la mano que recorre su rojizo cabello. El sueño le gana, y con la cabeza sobre el regazo de su madre, se queda dormido y se siente como el niño de 7 años que podía disfrutar de todos los colores e imágenes del mundo sin miedo, y se siente en paz.

-

Cuando despierta, la fiebre a aumentado y solloza por el fuerte dolor de cabeza que lo ataca apenas intenta levantarse. Al instante una mano empuja su pecho contra el sillon para mabtenerlo recostado pero el dolor sigue taladrando sus sienes hasta hacerlo llorar.

-Espera ahí, cariño. Iré por tus medicamentos.

La voz de su madre lo tranquiliza, desearía que su voz fuerá la cura para todos sus malestares pero lamentablemente no es así y aprieta contra su pecho el cojin a su lado. Cuando su madre regresa, logra levantarse sin sentir que su cabeza va a explotar y toma sus medicamentos con mucho esfuerzo. Odia las pastillas con todo su ser.

La segunda vez que despierta esa tarde, el dolor de cabeza se ha ido pero una inmensa capa de sudor cubre todo su curpo y a su lado, puede escuchar a su madre rezar. Escucha el rosario moverse entre sus dedos y como la voz de su madre se quiebra al rezar.

Matt intenta saber que tiene tan asustada a su madre que la hace rezar y rezar sin parar pero cuando intenta mover su brazo para tocar su hombro, no puede. Esta tan cansado de repente y sus labios se sienten resecos, terriblemente resecos. Puede sentirse temblar, escucha sus parpados cerrarse cada que parpadea y la voz de su madre no lo tranquiliza en lo absoluto en ese momento, desearía poder pedirle que deje de rezar, que deje de llorar; pero esta tan cansado que ni siquiera puede formular palabras.

Entonces, vuelve a dormir en contra de su voluntad, pero se siente tan cansado que sólo quiere cerrar los ojos y no tener que abrirlos hasta dentro de un año.

J U E V E S

Sorprendentemente, se siente mejor en la mañana. Puede sentir como es abrazo por las suaves sabanas de su cama y aunque quiere, no se atreve a cuestionar como llego a su cama.

Se estira y puede escucharse emitir un largo gemido de satisfacción. Siente sus labios aun resecos y con cuidado se levanta para ir a buscar un vaso de agua.

-¡Matty!-Apenas sale de su habitación su madre se abalanza sobre él para abrazarlo.-Me diste un gran susto anoche, cariño. Es bueno ver que te sientes mejor hoy.

Su madre toca su rostro buscando señales de malestar y lo obliga a meterse un termometro en la boca. Arrastra los pies hasta llegar a la cocina aun con el termometro aún entre sus labios y llena con agua uno de los vasos de plastico a su alcance.

Su madre se apresura a arrebatarle el dispositivo antes que nada y suspira aliviada.

-Bien cariño, ya estas un poco mejor. Opino que lo mejor será que tomes un agradable baño y reposes en tu cama todo el día.-Ella le besa la mejilla y retira el vaso vacio en su mano para dirigirse a lavarlo.

Altar Boy [Fratt]Where stories live. Discover now