Malos días

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S Á B A D O

Matt siente que va a explotar. Su pierna se balancea de arriba a abajo mientras espera a su madre en la sala de urgencias. Ella le llamo pidiendole que pasará por allá para después de que terminara su turno, fueran a cenar en IHOP.

No entiende porque esta tan nervioso. Las enfermeras pasean de un lado a otro saludandolo al pasar junto a él. Siente su pulso acelerar con cada segundo que pasa y la constante sensación de hormigueo en su nuca le da nauseas.

Una mano peinando su cabello hacia atrás le hace sobresaltar y la fragancia a vainilla y farmaceuticos le da la oportunidad de identidicar a su madre como la dueña de esa mano.

-¿Listo para irnos, cariño?

La suave voz de su madre es reconfortante y su nerviosismo se detiene. No confía en su voz en ese momento para poder responder y asiente mientras se levanta de la incomoda banca y tomar su baston.

El camino no es muy largo, sólo caminan un par de cuadras y el cálido ambiente golpea sus cuerpos al entrar al restaurante. Su madre le mira con una sonrisa llena de calidez cuando Matt golpea sus dedos contra la mesa nervioso y toma sus manos entre las suyas.

-¿Cómo ha ido la escuela, cariño? No hemos hablado mucho ultimamente. ¿Algo nuevo que quieras contarme?

Y como un balde de agua helada, el recuerdo de los labios de Frank sobre los suyos cae de repente. Siente ganas de vomitar y su corazón bombea rápidamente sintiendose culpable por alguna razón.

-No, nada.-Se apresura a negar nervioso-Pero tengo prueba con el profesor Xavier el próximo jueves. Ya estamos estudiando Foggy y yo, nos irá mejor esta vez.

-Por supuesto que si, Mattie. Ustedes son un par de hombrecitos bastante inteligentes.

Matt puede escuchar la sonrisa de su madre en su voz. Desearía poder verla, cuando era niño, la imagen de su madre sonriendo era consolador y le quitaba de la mente los malos pensamientos. ¿Cómo se mirara ahora? Se pregunta. Lo único que le queda ahora es su imaginación y viejas imágenes mentales de ella de cuando era niño, desearía poder admirar su rostro y sus ojos que se arrugan al sonreír. ¿Tendra arrugas en los pomulos? ¿Tendra ojos cansados por el largo turno en el hospital o brillaran con energía como recuerda?

Se pregunta sí los curiosos ojos de su madre lo miran con decepción; sí sabe lo que hizo tras la escuela y el salón de música, sí sabe en el mal hombre que se ha vuelto y todos los pecados que ha cometido durante estos últimos días. Nuevamente tiene nauseas, sus ojos pican llenos de lágrimas y agradece sus lentes que ocultan sus ojos de su madre. Esta mal, esta mal. Hizo cosas malas, culpa, culpa. Esas son las únicas palabras en la mente de Matt, se siente tan culpable y lo peor es que no se siente arrepentido de haber hecho todo lo que hizo.

Y como si su madre supiera las inseguridades en su mente, toma sus manos para colocarlas en su rostro. Matt siente la felicidad y calidez en la mirada de su madre al tocar su rostro y sentir las arrugas de sus ojos al sonreír, siente la inclinación de sus cejas y las pequeñas arrugas que se forman en su frente. Se permite sonreír por un momento, lleno de alegría en su pecho.

-Mi pequeño niño, eres tan fuerte, Mattie.-Su voz es suave y sus pulgares acarician los dorsos de las manos sobre su rostro-Estoy tan orgullosa de ti, aún después de todo, sigues luchando. Eres un gran niño, bebé. El mejor de todos.

Altar Boy [Fratt]Where stories live. Discover now