Diario de un Slytherin. (Drarry)

17

30 de noviembre del 2000

Querido diario

Hoy he decidido comenzar una nueva etapa en mi vida. Soy Draco Lucius Malfoy Lupin. Fui enemigo del Harry-ahora-me-lo-follo-Potter. Fui un espía tanto del sapo rosa como de la guerra. Aguante a un lunático sin sentido de la moda en mi propia casa. Pelee una guerra con crucios rozándome el culo. Me he graduado, estoy casado y con mi primer hijo en camino. Con mis amigos y la servidumbre de los Weasley. Estoy por empezar el negocio familiar y tengo una puta casa de lujo. He escrito en estas páginas solo para reportar las desgracias y calenturas de mi vida, al pensar que nunca sería feliz. Que gracioso mundo. Igual de gracioso que aún no se sabe quién es el padre del hijo de la comadreja menor. Reitero, debe ser Philip, ese hombre tiene huevos de toro.

Hoy querido acompañante de páginas, será la última vez que escriba. Fue bueno mientras duro. Posiblemente saque de aquí algún chantaje. Lamento no tener algún chisme de Cho. Esa perra...

Gracia por escuchar mis mierdas querido diario.

-ya no hay más páginas escritas- cerro el libro Blaise, mirando el diario.

De verdad no se creían lo que había pasado, sus secretos más íntimos habían sido descubiertos por el albino y expuestos ante todos en la sala. Nadie sabía que hacer ahora, algunos ni podían verse a la cara.

-solo para aclarar...lo que se queda en esta casa, se queda en esta casa ¿cierto?- dijo el héroe con la duda carcomiéndolo. Mirando a todos los presentes, que se miraban entre ellos, más miraron a Pansy, que se relamía en salir de la casa.

Las llamas verdes de la chimenea los hicieron saltar de su asiento, apareciendo el padre cabeza de familia entre las llamas.

-diablos, aquí huele a mierda. Weasley, más te vale no haber traído a ese perro aquí. James le tiene alergia. Ronald ¿Qué has sentado ahí?, es mi puto sillón favorito. Por Merlín Harry, más te vale no haber tomado otra vez por error Whysky en vez de jugo.- el Malfoy paso con las bolsas directo a la cocina.

Blaise se alarmo, corriendo al librero, ocultando el diario entre los dos libros en que estuvo antes.

-por cierto, Charlie viene en camino. Espero que aprovechen Weasleys, no dejo a la servidumbre pasar a mi casa todos los días. Traje la tarta por cierto- fue a la mesita en medio de la sala, colocando la tarta caliente con una bandeja de té negro y café.

El Malfoy se quitó el abrigo, mirando de reojo a los invitados, que ni le miraban la cara, ni un insulto devuelto siquiera.

-¿Qué mierdas les pasa?- pregunto el rubio, viendo a todos inusualmente callados.

Mirándose entre ellos, en un acuerdo silencioso, lanzaron el juramento.

-eres un hijo de puta Malfoy- para sorpresa del rubio, Hermione siseo, tomando una rebanada con su plato de porcelana.

-querida, eso es física enviada. Ya quisieras ser como yo- se quito el chaleco negro, dejando relucir el cuerpo con musculosos visible en la camisa blanca.

-ni te creas- rodo los ojos fastidiada.

-ok ya, deja de ser perra y come el maldito pastel. Guarden un pedaso a Charlie, viene con la ternera-

Al Potter le dio un tic en el ojo, enterrando sus uñas en el cojín al escuchar el nombre. Miro de reojo al gemelo, que se removía incomodo ante la mirada asesina del salvador.