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— Tienes que darle alimento con esta medida y ponerlo en esta taza —daba el niño las instrucciones — en esta libreta están escritos sus horarios y tiene que tomar sus siestas en esta cama. No dejes que duerma en el piso, ni que se ensucie.

— Tranquilo Loki, la señorita Bonnie estará muy bien cuidada aquí —dijo Fandral despidiendo a los hermanos, mientras cargaba a la bonita bolita blanca.

Thor y Loki se despidieron del guerrero y se fueron al parque de diversiones, planeaban aprovechar todo el día.
En cuanto llegaron fueron al puesto de hot dogs ya que ambos habían ido sin siquiera desayunar, no era muy saludable, pero como dicen en Midgard "una vez al año, no hace daño".

— ¿Qué desean para tomar? —preguntó el vendedor y rápidamente el listo príncipe pidió una gaseosa.

— Gaseosa no, Loki — dijo serio, pero un puchero y ojos de cachorro lo derrotaron— de acuerdo, pero solo hoy.

Thor comió unos siete hot dogs antes de que Loki terminara el suyo. El vendedor no podía creer que alguien pudiera comer tanto y tan rápido, pero le alegraba esa venta después de todo.

Los hermanos fueron a caminar para ayudarse a apresurar la digestión y jugaron en algunos puestos; Thor ganó para Loki una rana de peluche en un sitio en donde debía medir su fuerza golpeando con una especie de mazo, y Loki quiso jugar a lanzar unos aros que debían ingresar en unos palos que reposaban sobre una barra, se puso muy feliz cuando una mujer de vestido sexy le entregó unos billetes, los cuales guardó en la bolsa de su pantalón.
Thor lo llevó a subirse en todos los juegos mecánicos posibles.

— A ellos, Thor —gritó el pequeño mientras reía, habían subido a unos autos, el motivo del juego era chocar a los demás jugadores.

Loki, que era el  copiloto le decía a Thor cuáles autos golpear y el mayor obedecía; el muy dulce niño reía hasta casi quedar sin aire al ver como golpeaban al resto y por un momento a Thor le preocupó esa reacción, sin embargo rápidamente desecho esa idea y luego reía junto al príncipe.

— ¿A cuál otro juego quieres ir? —preguntó Thor cuando se hubieron bajado de aquel auto, y Loki quiso usar ese juego nuevamente, pero esta vez él quería manejar.

El rey se sorprendió al ver cómo Loki golpeaba el resto de autos en puntos clave, y eso significaba que los demás conductores recibían golpes fuertes al ser impactados; la risa del pequeño príncipe le dijo al mayor que realmente estaba disfrutando eso. Después Thor lo cargó para salir de aquel juego y le preguntó a cuál otro quería ir, así se distraería pensando y no se percataría de las malas miradas que las doloridas personas les daban. Loki eligió la montaña rusa.

— Debes sujetarte fuerte de aquí —explicó el mayor colocando las suaves manitas sobre una barra de metal — no te preocupes si te caes, llamaré a Stormbreaker para salvarte —Thor meditó un momento y Loki lo observó detenidamente — aunque tal vez para cuando llegue ya estarás en el suelo.

— Hermano, ya no quiero subir a este juego, vámonos —pidió Loki muy nervioso, pero entonces los vagones empezaron a moverse — no, auxilio voy a morir. Thor no quiero caer —gritaba desconsolado el niño y el rey no podía contener sus carcajadas.

— Sujetate, Loki —gritó Thor —quedaremos de cabeza y te saldrás —los nudillos del niño se notaban blancos.

— Por favor, prometo ser bueno —lloró Loki y Thor se burlaba de forma escandalosa — no quiero morir.

El príncipe gritó y lloró durante todo el recorrido y el rey aunque quisiera no podía contener la risa. Al acabar la respiración de Loki era agitadísima y Thor tuvo que cargarlo para intentar que se calmara; secó las lágrimas derramadas por el pánico y fueron a buscar algo para comer.

— Thor, quiero una manzana, por favor —pidió viendo las frutas cubiertas de miel. Thor compró dos y una bolsa de churros rellenos de dulce de leche. Ambos se sentaron a una mesa pequeña para comer.

Para el final del día, Loki contaba con la rana de peluche, el dinero, un globo metalizado y un papalote en forma de águila, los cuales a excepción del dinero cargaba Thor, ya que el pequeño usaba ambos manos para cargar una gran piña rellena de helados, melocotones y crema chantillí. Iban camino a la salida.
Thor estaba tan agotado como Loki, así que pidieron un taxi para llegar a Asgard, yendo obviamente primero a casa de Fandral.
Thor tocó a la puerta y el guerrero rubio abrió después de un par de minutos.

— Hola, amigo. Vinimos por Bonnie —dijo Thor en la puerta, sin tener ganas de entrar. Fandral se retiró a traerla y Loki extendió su mano para que Thor le entregara una bolsa de cartón.

— Gracias por cuidar a mi Bonnie, Fandral — dijo dulce el niño— te trajimos churros.

— Oh Loki, gracias pequeño —agradeció Fandral con una sonrisa — ¿te divertiste? —preguntó y Loki le dio una afirmativa.

Los dioses se retiraron junto con Bonnie al castillo y después del rutinario baño fueron a tomar un merecido descanso. Era muy noche, y ambos además de estar agotados, tenían mucho sueño.
Loki colocó la cama de Bonnie cerca y luego la acarició un poco.

— Buenas noches, señorita Bonnie —dijo, dando un besito en la cabecita blanca. Después Thor lo alzó y lo acostó sobre él —Gracias, hermano.

— Buenas noches mi príncipe —respondió cerrándole un ojo y besando la frente pequeña. Loki sonrió y el mayor lo cubrió con un brazo para dormir.

Baby Loki  &  Thor Where stories live. Discover now