Ella ha caído en una trampa. Lo ha perdido todo.
Ella es la nueva.
Ella tiene un oscuro pasado.
Ella usa un revólver para defenderse de los muertos que ahora habitan en el mundo.
Ella es valiente, pero tiene miedo.
Ella es Negan.
❝El amor requi...
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-Glenn aún no ha vuelto, debo acompañar a Maggie- dijo Allison.
Ella y Carl acababan de entrar en la armería. Tenían que coger armas y munición, el camino a Hilltop era arriesgado.
-He dicho que no- respondió el otro.
-¡Carl!
-Joder- suspiró-. Hay que proteger el pueblo. Tienes que quedarte aquí, se te da bien pelear. Y necesitan ayuda.
El chico se paseaba de un lado a otro, cargando armas y guardando otras, dándole la espalda a Allison. No quería mirarla, tenía que conseguir que se quedase, no quería que le ocurriese nada malo. Y sabía que si su ojo se cruzaba con los de la castaña, le sería muy difícil aguantar aquella imagen de dureza.
-¿Por qué no te quedas tú entonces?- ella se cruzó de brazos-. ¡Es Maggie! Por Dios. Tengo que ir.
-¿Sabes dónde está Hilltop?- se giró para mirarla, cansado de evitarlo-. ¿La de cosas que podrían pasar? Ahí fuera están los Salvadores y sabes de sobra lo que le hicieron a Denise. Y lo que intentaron hacerle a Daryl. Y a Rosita y a Eugene... A ti no te pasará. No dejaré que ocurra.
-No me va a ocurrir nada, ¿está bien? Yo salí ahí fuera con Daryl y no estaban. No tienen porqué aparecer ahora. Y tampoco necesito tu permiso para salir de aquí. Lo haré de todas formas.
-No quiero que te pase nada, Allison.
-Estaré bien. Tú vas a venir conmigo- cogió su mano.
Carl suspiró y miró sus manos que ahora estaban cogidas. Apartó la mirada. Realmente Allison podía convencer a cualquier persona de lo que ella quisiese. Esos ojos verdes, brillantes y húmedos, eran capaces de hipnotizar.
-Coge una pistola del armario- le ordenó el ojiazul-. Pero espabila, hay que irse ya.
Cuando Carl se soltó de su agarre, Allison supo que el chico no había cambiado de parecer por mucho que dijese que sí. Lo miró unos segundos, pensativa y entrecerrando los ojos. Veía sus intenciones.
-¡Allison!- exclamó-. ¡Vamos!
-¿Para qué? ¿Piensas encerrarme? Tienes armas suficientes en esa bolsa. Dame una, Carl.
Carl suspiró y la miró a los ojos. Mierda. Lo había descubierto. Sabía que Allison era malditamente inteligente, pero esperaba que se quedase allí. Tan solo quería mantenerla a salvo.
-Ally, por favor.
Ella resopló. No iba a seguir con aquella conversación.
