Ella ha caído en una trampa. Lo ha perdido todo.
Ella es la nueva.
Ella tiene un oscuro pasado.
Ella usa un revólver para defenderse de los muertos que ahora habitan en el mundo.
Ella es valiente, pero tiene miedo.
Ella es Negan.
❝El amor requi...
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Lo siguieron escaleras arriba. Rick le dijo a Maggie que hablara ella con él, debía empezar a hacerlo. Maggie era la nueva Deanna en cierto modo, sería la que manejaría Alexandria.
Cuando ya se asearon, Maggie se acercó a Allison. Había gente duchándose todavía.
-Allison- la llamó, captando su atención-. Me gustaría que vinieras conmigo.
-¿Yo?
Maggie asintió con una pequeña sonrisa.
-Creo que eres una chica muy inteligente y a veces directa. Sé que también eres muy joven todavía, pero estaría bien que vayas aprendiendo un poco más de todo esto. Eres el futuro en este mundo. Y si algo me pasara me gustaría que tomases mi lugar. Estoy segura de que lo harías incluso mejor que yo.
Allison le sonrió.
-No digas tonterías, Maggie. No te ocurrirá nada- tomó sus manos-. Iré contigo. Pero quítate todo eso de la cabeza.
-Pienso en el futuro, solamente.
Ambas bajaron las escaleras y fueron hasta la sala de la que había salido Gregory hacía unos minutos. Maggie se asomó por la puerta con una sonrisa.
-Gregory- dijo en forma de saludo.
-Nathalie, ¿verdad?- preguntó el hombre desde su silla.
-Maggie- respondió ella-. Y esta es Allison- señaló a la castaña que estaba a su lado.
Gregory se levantó de la silla y se acercó a la puerta.
-Pasad, charlemos.
Las dos entraron mientras Gregory cerraba la puerta de la sala. La verdad es que a Allison no le agradaba nada aquel hombre, no le pasaría ni una.
Carl estaba esperando fuera, junto a los demás. Sentado en una silla escuchando una conversación que mantenían Glenn y Abraham. La verdad es que se sentía fuera de lugar. Notó que alguien estaba parado frente a él y levantó la mirada. Vio a Evan, el primo de Allison, con una sonrisa en los labios. No había tenido todavía la oportunidad de hablar con él. Puede que fuese el momento. Evan fue el que inició la conversación.
-Hola, tío, me llamo Evan- le tendió la mano-. Tú eres Carl, ¿no?
Carl le dio la mano y la agitaron como forma de saludo.
-Sí, soy yo.
El chico de pelo rizado se sentó en una silla libre al lado del ojiazul. Seguía sonriéndole, no parecía mal chico.
