Cap. 18

35 2 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La tierra. Ciudad de Nyx 4:00 am.

Thayer se queda sin palabras. La luz que emana de mi piel y de mis ojos calipsos lo deja fascinado.

Su oscuridad reacciona como efecto colateral a mi manifestación, y por alguna extraña razón, me siento pequeña y vulnerable frente a aquella mirada azulada tan eclipsante e intensa.

De pronto, con una sacudida de su cuerpo, casi parecida a las vibraciones que se toman nuestro organismo cuando nos teletransportamos, su rostro, su porte ¡dioses! Sus ojos se revelan frente a nosotros, como su verdadero yo.

Thayer D'laud, manifestado como un Sat completo, sin parecer terrestre, es un espectáculo mucho mas digno de ver que el mío.

De pronto, un gemido se escapa de mi control y los dos jóvenes oscuros bufan en mi dirección. Eso hace que vuelva a concentrarme en la misión y deje de mirar a Thayer como una boba.

-Zoee...-susurra Thayer en mi mente.

Y yo vuelvo a distraerme, sin antes darles una mirada de advertencia a los adolescentes oscuros que se han atrevido a desafiarme.

¿Cuántos años tendrán estos soldados de Kohn B.? ¿Unos 14 años terrestres?

- ¿te has manifestado? —vuelve a decir Thayer, en mi mente.

-que observador eres, Thayer D'laud. —Le respondo entre pensamientos, y sonrió de lado. –veo que tu has dejado de lado también las apariencias.

Él gruñe por lo bajo y dispara en el espacio que queda entre las cabezas de los jóvenes oscuros, para hacerlos callar. Algo que claramente dio resultado.

- ¿tenías que hacer eso? —murmuro entre dientes.

Él guarda su pistola y me toma del sweater hasta atraerme hacia si mismo.

- ¿era necesario todo esto? –añade, ignorándome por completo. Abarca con su mirada todo mi cuerpo, completamente Sat y completamente hibrido. --¿era necesario, Zoee?

Lo empujo, furiosa por su arrebato de rabia y me alejo de él lo que mas pueda.

-idiota. –murmuro, en su dirección.

-tú también lo eres.

Ruedo mis ojos y dejo de tomarle atención. Me concentro en nuestro motín de oscuros y me agacho para estar a la altura de un Mark herido y sangrante, más dos niñitos imprudentes que creyeron que era una buena idea unirse a las filas de Kohn B.

-bueno, bueno, Mark. —lo miro divertida. – ¿me dirás quién era aquel hombre?

- ¿Qué ganaría con eso?, de todos modos, me mataras. —responde con el rostro cada vez más pálido debido a que bueno, se esta desangrando.

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Where stories live. Discover now