Cap. 27

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1000 i'wos después de la caída de Saturno.

La Tierra. Ciudad de Nyx. 8:14 pm.

Esta vez no había nada mágico en ella. Esta vez, lucia como una ciudad Sat común y corriente. Esta vez se veía mucho más corpórea y eso provocaba que mis pulmones olvidaran como funcionar.

¿Qué hacia ella aquí? ¿Qué hacia la emisaria lejos de Saturno? Y la pregunta más importante ¿Cómo había podido llegar hasta la tierra? Según las reglas de viajes espaciales, era muy difícil que los gobiernos entregaran licencias a cualquiera que supiera pilotear una nave o algún aerodeslizador. Y ella no lucia como alguien que pudiera conseguir una licencia en tan poco tiempo.

-Zoee...-murmuro Ryker, uniéndose a mi en la barandilla de color esmeralda, debido al oxido del metal. --¿Qué está pasando?

La ráfaga seguía creciendo alrededor de la terraza, como si alguien quisiera mantenernos prisioneros aquí por el momento. Y yo tenia mis sospechas. De hecho, estaba segura de que la emisaria de Saturno era la que nos quería mantener aislados de todos los demás.

-te lo explicare luego. –le dije, mientras me amarraba todo el cabello en una trenza improvisada. –ahora necesito que me sigas la corriente, ¿puedes hacerlo?

Ryker me miro por unos segundos, y luego asintió aún confundido.

La ráfaga de viento tibio y aromático dejo un hueco justo en el lugar en el que estábamos de pie, dándome una vista mas directa a la emisaria.

-quizás podrías darme alguna pista de lo que esta sucediendo...-propuso Ryker, mientras miraba a través del hueco de aire libre que había dejado la emisaria para nosotros.

Yo mordí mi labio inferior y me volteé en su dirección.

-en pocas palabras...-aspire hondo y lo mire por ultima vez antes de añadir: --cuando estaba inconsciente viaje a Saturno y esa mujer en el otro lado del lago estaba ahí, en nuestro planeta. Necesito saber que está haciendo aquí.

Y con esa breve explicación, tome de la mano a Ryker y nos teletransporte hasta la otra orilla de la bahía.

*_*

-Señorita Zoee. –dice la emisaria, con una noble reverencia. –es un placer volver a encontrarnos.

Aún no se había disipado la niebla que provocaba la teletransportación, cuando ella hablo.

Entrecerré mis ojos en su dirección y solté el agarre que mantenía prisionero a Ryker. Cuando lo miré de soslayo, descubrí como observaba a la excéntrica mujer saturniana.

-lo dices como si esto fuera un encuentro casual, cosa que expresamente no es. –respondo, dando un paso hacia ella. Mis tacones hundiéndose en la tierra húmeda y cubierta de vegetación. --¿Qué haces aquí?

Crónicas Saturnianas I : Híbrida (No Editada) Where stories live. Discover now