Una llamada invernal

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ADVERTENCIA
¡Este One-shot de la pareja Kuban será de suspenso y algo terrorífico!
Si no te gustan estas temáticas, quizás quieras evitar leerlo.

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La chimenea dejaba la calidez inundar la habitación para protegerles de la nevada que se desataba afuera de la casa, bajo las cobijas se podían ver dos figuras acostadas pacíficamente. Abrazándose entre sí, Kubo permanecía acurrucado en el pecho de San Juan tranquilamente dormido. Cuando el sonido del teléfono despertó a Leo quien se removió en su lugar con leves gruñidos.

-¿Qué mierdas...?- Murmuró bostezando para girarse notando en su mesa de noche el teléfono de la casa sonando.

Luego volteo la mirada al reloj al lado, tres de la mañana. Eso es raro, ¿quién le llamaría a esa hora?, ¿será que pasó algo? Extrañado tomó el teléfono contestando la llamada.

-¿Hola?-

Nada, sin respuesta. Solo podía escuchar respiración, como si alguien estuviera jadeando al otro lado de la línea. Confuso Leo tan solo cuelga y vuelve a acomodarse para abrazar a Kubo con la intención de volverse a dormir. Cerca de media hora después, el teléfono volvió a sonar nuevamente despertando al moreno. Un poco fastidiado volvió a contestar.

-¿Quién habla?-

Nada, solo respiración otra vez. ¿Qué demonios con esa persona?

-¿Leo...?-

La voz ronroneante de su pareja le hizo voltear antes de colgar y volver a abrazarle sonriendo con calidez al notar lo muy parecido que era a un gatito su bello Kubito.

-¿Que pasa..?-

Preguntó el menor levantando la mirada a ver al moreno.

-Solo alguien jugando una mala broma-

Dijo sonriendo antes de besarle la frente para intentar calmarle.

-Duérmete amor, iré un momento al baño-

Comentó antes de levantarse de la cama para ir a la cocina pues estaba sediento. Era extraño eso, ¿sería Nando queriendo joderle la existencia? Porque ellos se mudaron a esa casa hace un mes, muy pocas personas tenían su número y no lo había dado a ninguno de sus vecinos.

Por tercera vez el timbre del teléfono resonó en las paredes haciendo al castaño fruncir el ceño antes de tomarlo y contestar dispuesto a mandar a quien fuera que les llamaba a meterse el celular por donde no llega el sol. Pero cuando contestó su voz fue callada por una mas ronca y sombría proveniente de un hombre adulto.

-Puedo ver a tu pequeño chico en la cama, ¿no querrá venir a jugar conmigo en la nieve?-

En shock, el cuerpo del latino solo atinó a colgar e ir corriendo al piso de arriba.

-¿¡Kubo!?-

Llamó preocupado aunque al llegar su pareja se encontraba acostado en la cama sobresaltado por los gritos de Leo. Al comprobar que estaba bien, el moreno comenzó a correr por toda la casa asegurándose de que todas las ventanas y puertas estaban cerradas con llave. Por suerte era así, jadeante se acercona su confundido novio envolviendole en sus brazos. Solo podía esperar que se tratara de una broma pesada.

Ambos se acostaron luego de que el moreno explicara la situación a su novio y ninguno pudo dormir mucho a pesar de que el teléfono no volviera a sonar. Y a decir verdad, tampoco es como si les ayudara a calmarse.

Y no fue mejor.

Kubo estaba por caer dormido al fin cuando el pequeño ruido de la puerta de su habitación abriéndose. ¡¿Alguien había entrado a la casa?! Aterrado solo pudo encogerse un poco mas ligeramente entre los brazos de su pareja comenzando a temblar. Una figura se asomó por el lado de la puerta.

One-Shots Kuban, Hiroguel / Higuel Y Hijack / FrostcupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora