Great Heroes Gems! (1) - Masayoshi Legion

8 - Explicación y ¿Confesión?

--Tara... tarataratara.... Laralala...

Me encuentro jugando con mis piernas sentado, moviéndolas hacia arriba y abajo.

Después de tanto esperar en la sala, al fin sale el doctor.

Ni idea tienen de cuánto me quedé esperando aquí desde que llegué. ¿3 horas? Sí, 3 horas aproximadamente. Y eso que apenas y cené algo de una máquina expendedora.

No tuve a nadie de compañía, pues Tomori se fue a dormir, y por el lado de Mitsuka y Shun, pues... no sabía nada de ellos hasta que me mandaron mensaje que se habían ido a la cafetería; por mí está bien, pues significa que finalmente pudieron arreglar sus problemas y hacer las pases.

No es que me moleste María, pero... ¿algún día también podré tener un mejor amigo?

--¿Raku Tadashi?

--Soy yo. -Le indiqué al doctor que salió por una puerta a unos centímetros a mi lado izquierdo, mientras yo estaba sentado en una banca.

Dejé de tararea, y levanté al instante de ver cualquier movimiento de la puerta, siendo el causante en esta ocasión la del doctor encargado de checar el estado de mi amiga.

--Bueno, lamento decirte que...

--¿Qué? ¿Qué pasó doctor?

--Está en perfecto estado, ni una herida ni nada por el estilo.

--Uff, que bueno. -Dije con alivio, llevando mi mano a mi cuello.

Inmediatamente no logro captar algo de su oración.

--Espere, ¿cómo que lo lamenta?

--Pues, por alguna razón, no quiere hablar.

--Ah... -Me relajo más, sabiendo perfectamente cómo lidiar con esto, no es la primera vez que pasa de todas formas. -Jeje... No se preocupe, yo me encargaré de todo, muchas gracias.

--Ok. Entonces ya se pueden ir. -Finalizó anotando algunas cosas en unos papeles que llevaba consigo.

A veces me pregunto si los doctores o encargados de este campo tienen descanso, cualquier persona se puede lastimar o enfermas en cualquier momento después de todo. No me puede gustar la sangre o la rama de medicina en general, pero he de admitir que los admiro.

Segundos después de que el doctor se retiró, salió María con una cara un poco tímida, pero sin mirarme a los ojos; es más, hasta evitó mirarme y hablarme en todo el trayecto de vuelta al dormitorio.

A pesar de ello, al momento de ofrecerle de cenar lo aceptó, aún con la mirada apartada.

Ya estando ahí, le iba a hablar, pero:

--Me voy a bañar.

--Mmmmmmmm.

Así que tuve que esperar.

Pasó como casi 1 hora.

--Ya salí.

Me tuve que salir del dormitorio y esperar afuera.

--Tsk, cómo se tarda esta niña. Hace frío... -Me dije a mí mismo abrazándome debido a la baja temperatura presente en estas horas de la noche.

Me sorprende, pues a pesar de estar en verano, somos capaces de sentir frío; la razón es el ambiente y lugar supongo.

Ya había tardado alrededor de 1 hora, y yo aquí en medio de la oscuridad esperándola.

--María, ya me harté, voy a entrar. -Pero para mi sorpresa, María estaba...