Libre Sexta Temporada

10. Por una buena causa

- ¡Ana! – grito Steve sacándome de mis pensamientos

- ¿Si? – pregunte

- ¿Estas bien? – pregunto mirándome unos segundos y volviendo su atención a la carretera

- Si – asegure

- Pues no parece – aseguro – Te vengo hablando desde hace más de 20 minutos y parece que lo vengo haciendo solo. Solo los niños me han contestado

- Si estoy bien – comente volviendo a poner mi vista hacia afuera a través de le ventanilla

- No lo estas mamá – comentaron los niños a mis espaldas y volví a sumirme en mis pensamientos

***

- ¡No! – menciono Steve decidido – No, Ana. Simplemente no – camino de un lado al otro

- Steve no puedo dejarlo solo – mencione sentada desde la cama como si de una niña regañada se tratara – Es mi amigo y me necesita

- Y tu ex novio – menciono claramente celoso – Asi que no. Mi última palabra es no.

- Si entiendes que no te estoy pidiendo permiso – mencione con una pequeña sonrisa y voz suave

- No iras – me señalo con su dedo índice – No importa si te tengo que amarrar a la cama

- Eso suena muy al estilo cincuenta sombras de Grey – sonreí divertida – Fifthy Shades Rogers. Oh y la prota también se llama Ana, lo único que cambia seria el protagonista, aunque...

- Basta Ana – interrumpió Steve – Esto es serio

- Lo sé Steve – suspire – James necesita de mi ayuda

- No – volvió a negar – No, no y no

- Ok – suspire rendida – No quería mencionarlo, pero lo hare, no me dejas alternativa – me puse de pie y camine hacia el colocándome frente a frente - ¿Crees que no sé de tus vivistas a Peggy? – encare cruzada de brazos

- Es diferente – aclaro rápidamente y sonreí

- Es exactamente lo mismo machista – asegure sonriendo

- Peggy tiene como 100 años – aclaró Steve pasando a un lado mío para evitarme – Aparte ella tiene problemas de memoria

- James también los tiene – me gire a mirarlo – Y más severos que tu crush antiguo.

- Ana...

- Steve – interrumpí caminando hacia el cuándo se recargo en el umbral de la puerta y se veía tan guapo – James me necesita. Tu no escuchaste la desesperación en su voz, el miedo que había en ella y la súplica de ayuda. Lo has buscado por años y ahora que tengo la oportunidad de saber dónde se encuentra... - llegue frente a él mirándolo hacia arriba gracias a nuestra diferencia de estatura – Es tu mejor amigo y sufre

- Era mi mejor amigo en los 40's – Steve me jalo hacia su cuerpo en un abrazo, sonreí y rodé mis brazos pasándolos por su cintura y reposándolos en su espalda

- Y lo sigue siendo amor – mencione con mis ojos cerrados respirando su aroma

- Ya mato a una persona – sentí como colocaba su barbilla en mi coronilla

- Y yo me encargare de que no mate a nadie más – apreté mi agarre en su cuerpo

- No quiero que te lastime. No me lo perdonaría – acaricio mi espalda con sus pulgares

- No lo hará. Lo prometo – bese su pecho sobre la tela de su playera

- Ni te toqué – sonreí – Y sabes a que toques me refiero – me separo de el para poder verme a la cara