Libre Sexta Temporada

26. Esto es un juego

—No estoy enamorada de ti —le mencione a mi acompañante mientras caminábamos de regreso a la cabaña el uno al lado del otro, nuestros brazos estaban entrelazados entre sí, mi cabeza reposaba en su brazo de carne y hueso y mi vista se encontraba mirando mis pisadas en el suave suelo del bosque—. No estoy enamorada de ti James —asegure—. Pero que no lo este no significa que no te amé más, yo siempre te voy amar. De una forma tan especial y única —levante mi mirada con una pequeña sonrisa adornando mi rostro. James me observo y tras unos segundos que su mirada era de manera penetrante y profunda, su labio se curvo hacia arriba en una sonrisa sincera. Coloco su mano en mi cabeza, acercándome hacia él y dejando un cariñoso beso en mi frente.

—Yo tampoco dejare de amarte nunca —aseguro aunando mi rostro entre sus manos—. Ni aunque borraran mi memoria lo podría hacer —sonreí con lágrimas amenazado por salir—. Pueden borrar mi mente y jugar con esta cabeza —coloco mi mano en un costado de su cabeza—. Pero no podrán borrar ni desaparecer lo que siento y hay aquí —llevo mi mano hacia su corazón—. Ahora soy más fuerte.

—Siempre lo has sido —sonreí alegremente—. Perdóname por ser una completa idiota, egoísta de mierda —soltó él, una pequeña risa y tras colocar su brazo sobre mis hombros volvió a poner nuestros cuerpos andar—. Tiene razón en lo que dijiste.

—Dije muchas cosas.

—Sabes a lo que me refiero —especifique.

—Ya olvídalo —pidió sin muchos ánimos—. Ambos dijimos muchas cosas, unas sin sentido y otras bueno... —suspiro pesadamente—. Lo que dijimos en ese lugar que se quede ahí. Por favor.

—Por supuesto —asegure—. Solo quiero que sepas que te apoyare en lo que hagas y decidas. Claro, siempre y cuando sean cosas solamente para bien, si es para aniquilar a mi esposo fácilmente te pateare el trasero.

—Eso si puedes, niña —se burló él.

—Hey —me queje de manera ofendida. James tan solo sonrió con superioridad y diversión en su mirada y todo el rostro en general. Con los ojos entrecerrados y una sonrisa en mi rostro, espere el momento indicado para subir a su espalda y obligarlo a que me llevara de regreso trepada cual koala.

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—¿Y cómo es ella? —pregunte de manera interesa.

James y yo habíamos regresado a la cabaña hace ya algo de tiempo, él entro a la habitación a devolver la llamada y terminarla como era debido y no como lo había hecho, yo por mi parte me metí a dar una ducha para después preparar la cena y cenar los dos juntos. Esta noche no quería complicarme mucho por lo que hice unos panes tostados al horno con salmón y queso, una ensalada de lechuga y de beber, tomaría una cerveza.

Para ser muy sincera me interesa saber absolutamente todo de la relación de James con aquella chica y no era por parecer una ex novia psicópata, más bien por el cuidado de los dos, tenía que saber acerca de ambos para poder ayudar a James a que su relación funcionara, de hecho, más bien a que el tuviera el control absoluto de sí mismo, evitando provocar un accidente.

—¿Qué? —mencione al recibir su mirada—. De verdad me interesa saber a quién partirle la cara cuando te rompan el corazón.

—Gracias por tus buenos deseos —menciono tomando asiento en la pequeña barra de la cocina. El sonido del horno indico que la comida ya estaba lista.

—Para eso son los amigos —le regale una sonrisa para después sacar la charola caliente con la comida—. Quítate —pedí de manera apresurada dejando la charola en el lugar donde él se encontraba—. Saca las cervezas y ve a sentarte, ya llevo la comida —James asintió y tras tomar el six de cerveza, el bowl de la ensalada y el aderezo se fue a la sala donde coloco las cosas en la pequeña mesita tomando asiento abriendo una cerveza y dándole un trago. Tome dos platos dejando la porción correspondiente en cada uno de los platos y llevándolo con su respectivo dueño.